La ciencia y la igualdad de género son condiciones necesarias para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcados en la Agenda 2030. A pesar de los esfuerzos realizados para promover la participación de las mujeres y las niñas en la ciencia, éstas siguen encontrando obstáculos para desarrollarse en ese campo.
Hoy, Día internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, desde la profesión médica queremos poner el acento en la necesidad de potenciar y aumentar las políticas y acciones que contribuyan a estos objetivos sin los cuales no entendemos el progreso de la sociedad.
La pandemia de Covid-19 ha supuesto un evidente freno a la Agenda 2030, incluso hay quién sugiere que es necesario replantear y calibrar los ODS tras esta gran crisis mundial. Creo que estamos todos de acuerdo en que la pandemia ha perjudicado a los grupos más vulnerables y, por tanto, el impacto sobre las mujeres ha sido mayor a todos los niveles, incluyendo materias de investigación y la ciencia.
Necesitamos de manera preferente mejorar el acceso y la participación en condiciones de igualdad en la ciencia, la tecnología y la innovación, porque sin el talento de las mujeres no podremos hacer frente a los grandes retos que nos amenazan como el cambio climático. Por eso necesitamos un amplio abanico de perspectivas y puntos de vista para avanzar en las direcciones correctas.
"La participación de las mujeres en la ciencia es no sólo necesaria, sino crucial para el futuro del planeta"
Aunque la crisis del coronavirus ha ampliado la brecha de género en la investigación, quiero aportar algún dato positivo que demuestre la importancia de potenciar la igualdad real. La pandemia ha demostrado el papel crucial de las mujeres investigadoras en los diferentes frentes en la lucha contra la Covid, desde los avances en el conocimiento del virus hasta el desarrollo de técnicas para pruebas diagnósticas, así como las vacunas contra el virus.
Científicas como Katalin Karikó, Özlem Türeci y Sarah Gilbert, entre muchas otras, son el claro ejemplo de que la participación de las mujeres en la ciencia es no sólo necesaria, sino crucial para el futuro del planeta y, en definitiva, para el futuro de todos nosotros.
Para trazar este camino hacia el futuro resulta fundamental involucrar a la comunidad científica en diagnósticos de situación participativos y con perspectiva de género, así como abordar desde las políticas de recursos humanos las condiciones laborales, impulsar medidas disruptivas –de cambio organizativo y cultural- que aceleren los avances hacia una igualdad real; facilitar la rendición de cuentas en las políticas de igualdad en Ciencia e Innovación y garantizar desarrollos profesionales estables y de calidad para el personal investigador, evitando especialmente la pérdida de talento entre las mujeres más jóvenes. No se trata sólo de contar con presencia de mujeres, sino de empoderarlas para liderar e innovar.
La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas contribuyen decisivamente no sólo al desarrollo económico del mundo, sino también al progreso respecto de todos los objetivos y metas de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en las que el Consejo General de Médicos trabaja de manera firme y comprometida.
*** Rosa Arroyo Castillo es vicesecretaria del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos