Vemos diariamente la cantidad de energía vertida en los medios transformada en discusiones y debates sobre el reparto de las ayudas europeas, cuando en realidad no existen proyectos suficientes para invertir tanto dinero. ¿Qué tal si nos ponemos manos a la obra en la tarea de generar aquellos cambios que la sociedad necesita y lleva esperando años? ¿Y si transformamos ya dicha energía en respuesta y capacidad de acción?
Dentro del sector primario, y con seguridad al igual que en otros sectores, con un breve ejercicio podemos identificar claramente un nicho de inversión que está incardinado con el objetivo de los Fondos Europeos Next Generation, y por supuesto con varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.
Comencemos. La agricultura ya logró un aumento del PIB, tanto en el tercer como en el cuarto trimestre del 2020 a pesar de la situación y el contexto de crisis. El sector primario no sólo aguantó, sino que creció más de un 6% en el tercer trimestre, y más de un 8% en el cuarto de 2020. Hoy, ya publicados los datos económicos interanuales, sabemos que la agricultura en 2021 creció un 9%, siendo el sector más al alza.
Además, esos datos se ven reforzados por la Encuesta de Población Activa (EPA). El mercado laboral español generó 58.000 puestos de trabajo en la agricultura durante 2021, hasta alcanzar los 810.400 ocupados, siendo el año de mayor creación general de empleo del país desde 2005. Según la EPA publicada hace unos días por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el paro en la agricultura se redujo en los últimos doce meses en 23.400 personas, lo que representa una bajada del 12,67%. La agricultura fue el sector que registró la mayor caída del paro frente al trimestre anterior en términos porcentuales.
Este crecimiento en el 2020 y el 2021, como es habitual, va ligado a un aumento en las necesidades energéticas propias de la actividad del sector. Según los datos de las Agencias de la Energía de distintas Comunidades Autónomas, la demanda de energía final se ha incrementado respecto a 2018 en todas las CCAA. Y, en su mayoría, estas necesidades se ven cubiertas por las energías más tradicionales aumentando el consumo de productos petrolíferos y derivados en torno a un 5%.
"Los fondos Next Generation podrían tener calado en el sector primario y gran parte de ellos podrían ir destinados a la eficiencia energética"
A pesar de que ya existen soluciones viables y rentables de ahorro energético, o de incluso sustitución de los medios tradicionales por fuentes de energía renovables, como por ejemplo la agrovoltaica, los datos antes mostrados también nos hablan de la necesidad de implementar soluciones innovadoras en aquellas actividades en las cuales, actualmente, no es posible una implantación de las energías renovables con los medios habituales. Ahí el conocimiento juega un factor clave, al igual que la especialización para el desarrollo de este tipo de soluciones que vengan a sustituir las fuentes de energía fósiles tradicionales.
La convivencia en el sector, tanto de la explotación agraria, ganadera, acuícola como de la industrial, con los nuevos modelos renovables de ahorro y eficiencia energética, están destinados a encontrarse y conseguir un equilibrio que aumente la competitividad de las empresas españolas, a la vez que contribuir a reducir la huella de carbono de la actividad primaria. Además, pueden fijar población en aquellos lugares donde los suministros son más frágiles e intermitentes.
Los fondos Next Generation podrían tener un calado importante en el sector primario y gran parte de ellos podrían ir destinados a la eficiencia energética mediante la innovación en la implantación de energía renovables. Gracias a estos fondos, gran parte del sector primario tendría una herramienta más para llevar a cabo las inversiones necesarias para la modernización de su actividad qué apoyadas en el conocimiento y la especialización de empresas, verían reducidos sus consumos, y su dependencia de la red u otros combustibles.
¿Cómo podemos actuar?
El Real Decreto 477/2021, de 29 de junio, por el que se aprueba la concesión directa de ayudas para la ejecución de diversos programas de incentivos ligados al autoconsumo y al almacenamiento, con fuentes de energía renovable, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, ya articula programas para actuar en el sector:
Programa de incentivos 2. Se establecen ayudas para la instalación de autoconsumo mediante energía solar fotovoltaica en Agricultura, ganadería y servicios relacionados con las mismas. También la pesca y la acuicultura, así como la silvicultura, y otras actividades forestales.
Programa de incentivos 4. Se establecen ayudas para la instalación de autoconsumo mediante energía solar fotovoltaica en el segundo mayor consumidor eléctrico nacional, después de ADIF, las Comunidades de Regantes, siendo éstas fundamentales para que las explotaciones agrícolas puedan disponer del agua en aquellos cultivos de regadío.
"Se deben articular nuevas normas de ámbito estatal que flexibilicen y agilicen los trámites en las administraciones locales y regionales"
Y para que los proyectos fructifiquen en inversiones justificables en tiempo y forma, ¿por qué no seguir transformando energía en acción? Actualmente, los cuellos de botella se centran en la falta de medios de las administraciones locales y autonómicas para dar respuesta a estos proyectos y engrosan listas de expedientes que son imposibles de gestionar a corto plazo.
Basar una nueva acción en la generación de empleo en las distintas administraciones faltas de personal sería un paso importante para lograr la consecución con éxito de los Next Generation. Del mismo modo, se deben articular nuevas normas de ámbito estatal que flexibilicen y agilicen los trámites en las administraciones locales y regionales. Esta nueva legislación es una pieza clave para que la canalización de los fondos sea efectiva, ágil y se aplique a todo el territorio.
Como conclusión, cabría decir a nuestros representantes que estamos en un momento clave. Por favor, ocúpense y pasen a la acción, transformen sus energías en soluciones y consenso y dejen de desperdiciarla, que al precio al que está nos puede salir muy caro a todos.
*** Manuel Barrera es director general Agroener.