La sostenibilidad es sin duda alguna el gran reto de nuestras sociedades modernas. Ya no hay consejo de dirección de una gran empresa, organización social o incluso institución pública que no se plantee desarrollar o amplificar una estrategia de sostenibilidad, entendida no solo como la medioambiental, sino referida a todo el impacto que cada organización tiene en su entorno y en su comunidad.
Sin embargo, el debate de la sostenibilidad no está movilizando a un elemento clave de nuestra estructura económica. En España, el sistema productivo está dominado por las pymes, que representan alrededor del 99% del tejido empresarial y el 65% del PIB nacional. Son números que nos invitan a reflexionar sobre el papel que la pyme y los autónomos han de tener en las grandes transformaciones de nuestra sociedad.
Sin embargo, las pymes encuentran una serie de dificultades estructurales a la hora de emprender proyectos de sostenibilidad. Por ello, es necesario plantear alianzas más amplias y espacios de trabajo conjuntos, de manera que las pequeñas y medianas empresas puedan afrontar este gran reto y seguir aportando valor a la sociedad.
Los grandes cambios y avances sólo se producen fruto de la acción conjunta, de la colaboración con base en unos valores comunes, y en este sentido, en España tenemos un activo fundamental en las pequeñas y medianas empresas.
Uno de estos espacios de acción conjunta, fruto también de la tan necesaria colaboración público-privada, es la Campaña Casilla Empresa Solidaria, impulsada por la Plataforma del Tercer Sector.
La casilla de fines sociales en el Impuesto de Sociedades es un proyecto transformador y útil. Y no sólo porque los proyectos a los que va destinada esta financiación tienen un impacto directo en la vida de miles de personas, sino porque también nos mejoran al conjunto de la ciudadanía y nos implica en la sostenibilidad.
Esta campaña y el apoyo de las empresas supone también una defensa del trabajo que hacen las organizaciones del tercer sector, a veces es invisible, pero que ocurre día tras día, en localidades y barrios de toda España. Y que ayuda a colectivos y personas muy diversos y con necesidades diferentes.
Por eso, es crucial reivindicar la colaboración entre las empresas, el tercer sector y la Administración para garantizar que hay una red de seguridad colectiva y que no haya personas en situaciones de desamparo o abandono. Especialmente en el contexto actual de incertidumbre económica y encarecimiento de la vida, marcar la Casilla Empresa Solidaria es fundamental para aliviar la situación de mucha gente.
Por ello, tenemos que seguir animando a las empresas en general y a las pymes en particular a que se adhieran a esta campaña como parte de su estrategia de sostenibilidad. Para esto, se hace relevante el trabajo diario de los asesores y consultores de empresa, que acompañamos a la pyme en el día a día, no solo en su gestión, sino también en la toma de decisiones estratégicas como es la sostenibilidad.
El contacto directo y diario con las empresas y autónomos de toda España ha hecho que los asesores sean una pieza clave para difundir campañas de este tipo y crear un efecto más amplio que aumente de manera significativa su impacto.
*** Luis Martín Lara es CEO de CE Consulting.