Hace unas semanas, la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas, lanzaba como cada año el Informe de Desarrollo Sostenible, en el que se recoge los avances en el grado de cumplimiento en 166 países de los 17 Objetivos fijados en la Agenda 2030.
Este informe señala un progreso mundial insuficiente para poder llegar a la meta deseada en el año 2030. Nos encontramos en la mitad del tiempo de esa maratón en la que estamos inmersos todos los países, pero aún no hemos sido capaces de alcanzar la mitad del recorrido. Sin duda, la pandemia ha sido un factor determinante que ha frenado el buen ritmo alcanzado en años anteriores.
Para revertir esta situación, la red internacional proponía una profunda reforma de la arquitectura financiera mundial y, por otro lado, la aplicación del Estímulo ODS, planteado por el secretario general de Naciones Unidas en un informe reciente.
Además de los hallazgos globales, el informe presenta el Índice ODS, donde se clasifica a los países en función de sus avances en relación al cumplimiento de los ODS. En esta clasificación, encabezada en las primeras 20 posiciones por países europeos, España ocupa el lugar número 16. Nuestro país ha mejorado moderadamente en el último año y se han realizado esfuerzos significativos para su cumplimiento de cara a 2030.
A nivel cuantitativo, España ha experimentado un progreso constante en los últimos años. Desde el año 2017, hemos observado un aumento gradual en nuestra valoración, pasando de 76.8 a 80.4 en la última edición. Es digno de destacar que incluso en medio de la pandemia, España ha logrado mantener esta tendencia positiva.
De hecho, en este año, en 9 de los 17 ODS España no tiene ningún indicador en riesgo extremo de no ser cumplidos antes de 2030. Los objetivos 1 sobre el fin de la pobreza, 3 de salud y bienestar, 4 de educación de calidad, 5 de igualdad de género, 6 de agua y saneamiento y el 11 de ciudades sostenibles, son los más cercanos a poder llegar a la meta.
En los últimos dos años, se ha observado como ninguno de los ODS ha experimentado un retroceso, lo cual es alentador. Sin embargo, es importante destacar que ha habido una desaceleración en la evolución general del cumplimiento de los ODS, ya que el número de objetivos con avances notables ha disminuido significativamente en este período.
Si en 2021 teníamos hasta seis objetivos con un progreso significativo de evolución en relación al año anterior, este año únicamente tenemos uno, el ODS 5 sobre igualdad de género. Esto muestra una cierta desaceleración y bajada del ritmo de los procesos de cambio que debe ponernos en alerta.
A nivel de indicadores, este es el año en el que se han obtenido las mejores valoraciones. Al menos 71 de estos indicadores se encuentran valorados en verde, lo que significa que está previsto su cumplimiento en el plazo establecido. Si además añadimos los 22 indicadores en amarillo (cerca de alcanzar el verde), tenemos 93 indicadores de los 125 analizados, muy cerca de alcanzar la meta definida.
No es un mal resultado, pero también es importante destacar que el informe identifica 29 indicadores en rojo o naranja que serían donde se debería hacer los mayores esfuerzos para mejorar en los próximos años. Dentro de este grupo se pueden citar el desempleo juvenil, las diferencias de salario por género, la puntualidad en los trámites administrativos, la pesca capturada por arrastre o el nivel de emisiones de CO2.
Es importante señalar que, aunque existan pequeños retrocesos y desajustes puntuales en un número muy reducido de indicadores, España evoluciona a nivel global de forma estable y muy positiva en su conjunto, lo que hace que cada año escale posiciones y hayamos pasado del puesto 25 en 2017, al 16 en 2023. Progresamos lento, pero de forma continua y en la buena dirección. Nos faltaría dar un mayor impulso a nuestra carrera para no correr el riesgo de no llegar a la meta a tiempo.
A mitad de camino para el cumplimiento de la Agenda 2030, avanzar en el alcance de estos objetivos es garantía de apostar por el desarrollo sostenible y el bienestar de las futuras generaciones. Evaluar nuestros avances y posiciones en relación a los ODS, nos permite identificar las áreas de acción en las que debemos centrar nuestros esfuerzos en los próximos años, con la meta de continuar generando sociedades más comprometidas con la sostenibilidad y centradas en el bienestar humano. Una sociedad que es capaz de marcar su agenda y el camino a seguir, tiene garantizado llegar a la meta deseada a tiempo.
***Javier Benayas es secretario de la Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS) y catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid