En un mundo donde la urgencia climática es innegable, es fundamental e imprescindible que todos los sectores de la industria nos unamos en la lucha por un futuro más sostenible. En este sentido, la automoción desempeña un papel clave e importante por una razón muy concreta: el sector del automóvil (turismos y furgonetas) es responsable de aproximadamente el 15% de las emisiones de CO2, lo que pone de manifiesto la urgencia de abordar medidas que favorezcan la sostenibilidad y reduzcan la huella de carbono.
En Alphabet entendemos la transición hacia vehículos eléctricos como una oportunidad para liderar el cambio en el nuevo paradigma de movilidad. Ya fuimos pioneros en 2013 lanzando AlphaElectric, una solución integral de movilidad eléctrica para empresas, y es en este tipo de iniciativas en las que ponemos el foco. En cualquier caso, a pesar de nuestro entusiasmo, no podemos ignorar los desafíos que enfrentamos en la descarbonización.
Uno de los principales obstáculos es la falta de visibilidad y control de las emisiones de carbono en las empresas de flotas. Según las conclusiones para España de nuestro reciente estudio de Emisiones de Flotas en Europa, aunque muchas empresas reconocen la importancia de la sostenibilidad en la toma de decisiones de su negocio (un 42%), solo una minoría monitoriza las emisiones (un 24%).
Esto sucede porque muchas compañías tienen problemas para medirlas de forma precisa, lo que hace mucho más difícil que se implementen estrategias de descarbonización efectivas. Es aquí donde podemos y debemos actuar los operadores de renting, proporcionando los avances tecnológicos necesarios para allanar el terreno hacia una medición más precisa que facilite el trabajo a las empresas.
Estos avances pretenden dar respuesta, entre otros, a la nueva Directiva de la UE sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), que entrará en vigor en 2024. Esto hará, sin duda, que se intensifique la necesidad de las empresas de contar con herramientas que permitan medir e informar sobre sus emisiones de CO2, lo que subraya aún más la importancia de nuestras acciones en este camino hacia la sostenibilidad.
Otro desafío crucial radica en la electrificación de las flotas. Aun teniendo en cuenta que un 64% de los gestores de flotas creen que con el tiempo estas estarán completamente electrificadas, saben que el camino todavía es largo, motivado, en parte, porque aún no contamos con una red de infraestructura de carga consolidada.
También porque las autonomías, aunque crecientes, todavía no alcanzan las cifras de los automóviles de combustión. Aunque no podemos obviar la falta de garantía que encontramos en el suministro de vehículos eléctricos para satisfacer la demanda de los operadores de flotas, lo que requiere una buena asociación con los fabricantes de automóviles para garantizar la disponibilidad de estos modelos.
Sobre el primer punto, la falta de infraestructura de puntos de recarga es la causante de que la movilidad eléctrica en nuestro país se encuentre a la cola de Europa, en lo que respecta tanto al volumen de coches eléctricos matriculados como al de postes de recarga. En 2022, España debía haber finalizado el año con 45.000 puntos de recarga públicos, pero solamente se llegaron a instalar poco más de 20.000. Además, de los cargadores que sí están en funcionamiento, solamente un 21% tienen una potencia de más de 22kW para permitir una carga rápida.
En cualquier caso, este número es insuficiente para lograr los objetivos de descarbonización incluidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que establece que para 2030 tiene que haber 5 millones de vehículos eléctricos circulando por las carreteras de España. Una cantidad que necesitaría, de al menos, 340.000 puntos de recarga públicos.
En Alphabet, conscientes de nuestro rol y del impacto de nuestras acciones como compañía, estamos embarcados en un ambicioso proyecto de electrificación con la instalación, hasta la fecha, de 65 puntos de recarga en nuestra sede, y el objetivo de que al menos el 70% de nuestra flota de empleados sea eléctrica en 2024. Acciones como estas suponen el granito de arena que podemos aportar individualmente para construir en favor de las metas en materia de sostenibilidad que nos hemos marcado.
Pero para superar estos retos, es esencial un enfoque colaborativo entre órganos de gobierno, operadores de flotas, fabricantes de vehículos y proveedores de infraestructura. La formulación de políticas de apoyo a los automóviles, la inversión en infraestructuras de recarga y la implementación de incentivos financieros son fundamentales. Solo de esta forma conseguiremos acelerar la adopción de vehículos eléctricos en las flotas y lograr un ecosistema de transporte más ecológico y sostenible.
***Alberto Copado es CEO de Alphabet.