Si bien durante todo este año las palabras inteligencia artificial han llegado a convertirse en un cliché, es ahora, con el nuevo e inicio de curso, cuando realmente las empresas —entre las que se incluye también el sector público— están dando a conocer sus avances en lo que se refiere a capacitaciones e integración de esta herramienta en sus estrategias de negocio y funciones públicas.
Hace apenas unos meses, José Luis Escrivá, ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, destacaba como España se había convertido en un país realmente preparado para el desarrollo de la IA y abanderar ciertas aplicaciones en el ámbito público y privado. Con la aprobación de la Estrategia de Inteligencia Artificial 2024 el pasado mes de mayo, el Gobierno dio el pistoletazo de salida a las administraciones a presentar sus propuestas en materia de infraestructuras digitales sostenibles que permitan mejorar la eficiencia de las funciones diarias al tiempo que promover el cumplimiento de los objetivos para la Agenda 2030.
Si bien la IA presenta innumerables beneficios y avances, muchas administraciones todavía enfrentan resistencia interna y miedo al cambio. Sin embargo, el change management o, lo que es lo mismo, gestión del cambio, cuando se lleva a cabo correctamente, puede convertir estos desafíos en verdaderas oportunidades.
El Gobierno de Canarias o el de Castilla-La Mancha son dos ejemplos claros de la voluntad de sus líderes por impulsar e integrar esta herramienta tecnológica como parte de sus prioridades gubernamentales.
De esta manera, el Instituto Canario de Administración Pública (ICAP) ha previsto una nueva edición de las jornadas interinsulares el próximo mes de octubre con el propósito de acercar la formación al personal público y con un programa exclusivo que abordará temáticas de actualidad como el propósito de contribuir a optimizar la gestión de los servicios públicos con el uso de herramientas como la inteligencia artificial.
Por su lado, el Gobierno regional de Castilla-La Mancha adjudicó el pasado mes de junio el desarrollo de una plataforma tecnológica con inteligencia artificial para impulsar el sector hotelero por dos millones de euros. Una muestra clara de cómo crear un espacio de datos abierto que contribuya a fomentar la innovación, promover la transferencia tecnológica y mejorar la competitividad de un sector estratégico para una comunidad como es Castilla-La Mancha.
La IA es esa tecnología que piensa en clave sostenible, bien porque empodera la documentación digital con la automatización de procesos documentales, favoreciendo, por lo tanto, el desuso de la documentación en formato papel y las operaciones logísticas de transporte de documentos. Pero también por eficientar procesos con el propósito de dar prioridad a otras necesidades, induciendo a una reducción clara de los trámites burocráticos y un avance en las actividades de mayor impacto sostenible.
Enfocada a un propósito común y con una implementación práctica, la IA mejora claramente los niveles de competencia de las administraciones y permite dar un salto cualitativo en sus objetivos de gobierno.
Un ejemplo claro de cómo la inteligencia artificial puede contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es a través de la automatización en la gestión de permisos ambientales para proyectos de infraestructura. Si bien la inteligencia artificial tiene un amplio potencial en numerosos procesos, es fundamental aprovecharla en áreas críticas que responden a necesidades prioritarias, como la transición hacia un desarrollo sostenible.
En este contexto, la IA no solo agiliza procesos burocráticos, sino que también alinea las decisiones gubernamentales con los objetivos de sostenibilidad, asegurando que el crecimiento económico vaya de la mano con la protección del medio ambiente.
Encontrar el equilibrio entre sostenibilidad y eficacia parecía inconcebible hasta la aparición de las nuevas tecnologías. Tenemos la oportunidad de apalancarnos en esta nueva IA para dar salida a nuevos procesos digitales que permitan cumplir con los ODS y analizar grandes cantidades de datos e identificar patrones y tendencias útiles en diversos sectores de las administraciones públicas, desde la sanidad a la agricultura o medio ambiente.
Empresas, como por ejemplo la tecnológica Serimag, contribuyen a enfocar la estrategia del sector público y privado con el propósito de mejorar la planificación y la gestión de recursos, evitando así el despilfarro y promoviendo la eficiencia del uso de la inteligencia artificial. El nuevo curso plantea retos en las administraciones para implementar esta IA, pero en el convencimiento y el análisis propio de sus gobiernos está la clave de un impacto positivo y real de las nuevas tecnologías.
*** Andrea Vilar es responsable de proyectos del área pública en Serimag.