La escasez de agua es un desafío global que nos afecta de manera directa y tangible a todos. Según un informe de Nature Impact, el 50% de los españoles se siente más preocupado por los efectos del cambio climático que hace un año. Y no es para menos; cada vez provoca periodos secos más intensos y duraderos en nuestro país.

Todo esto, sumado al aumento del consumo de agua, nos sitúa a todos los españoles ante un escenario de riesgo hídrico que nos compete a todos y donde cada actor de la sociedad tiene parte de responsabilidad.

De acuerdo con un informe de Women Action Sustainability (WAS), más de la mitad de los ciudadanos españoles ha experimentado ya problemas derivados de la sequía en su hogar o comunidad. El mismo estudio asegura que la media del consumo per cápita de agua en España se sitúa en 138 litros por día, superando el promedio de la Unión Europea fijado en 126 litros. Una situación que debe ser abordada desde diferentes frentes.

A este respecto, la industria de los electrodomésticos juega un papel crucial. Diseñar aparatos que consuman menos agua en casa es fundamental. Para los fabricantes es determinante tener este aspecto en cuenta en todo el proceso de vida del electrodoméstico, pues su ecodiseño, su fabricación y la tecnología que incorpora puede permitir a los usuarios ahorrar grandes cantidades de agua, energía y, por lo tanto, también recursos económicos.

Por ello, implementar una estrategia 360º es fundamental; investigar y desarrollar productos más eficientes, el ecodiseño y la incorporación de materiales que garanticen la excelencia operativa y energética, además de una mayor reciclabilidad de los aparatos en un futuro.

A pesar del innegable papel que tienen las grandes corporaciones y fabricantes en este proceso, es necesario apelar también a la responsabilidad de los ciudadanos en sus hogares para poder tener una respuesta contundente y atajar esta realidad que nos afecta a todos los niveles. 

Es cierto que existe ya una clara predisposición de los consumidores a participar activamente en la mitigación de la sequía, y otros problemas derivados del cambio climático; según el ya citado informe de Nature Impact, el 89% de los españoles reconoce estar muy preocupado por la escasez de agua, y más de la mitad cree que el cambio climático empeorará su vida, siendo la falta de agua lo que más inquieta a la ciudadanía (58%).

Ante esta situación, es imperativo realizar una labor didáctica para desmontar mitos todavía hoy presentes en las casas de los españoles, que están perjudicando tanto el medioambiente, como su capacidad de ahorro. 

Acciones tan simples como minimizar los productos de un solo uso, apostar por alternativas reutilizables, optar por alimentos locales producidos de manera sostenible o apoyar marcas y empresas que adopten prácticas responsables con el medioambiente pueden suponer un gran cambio en el planeta y en el entorno que nos rodea. 

Centrándonos en el campo de los electrodomésticos, optar por aparatos con alta eficiencia energética y utilizar los programas de lavado y enfriamiento eco contribuye a la conservación del agua y a la reducción del gasto energético en el hogar.

Además, hay que combatir creencias erróneas, aún muy arraigadas; muchas personas lavan a mano los platos, pensando que así ahorrarán agua. Fregando a mano toda la vajilla, puedes gastar hasta 40 litros y, utilizando el lavavajillas, solo se gastan alrededor de 9 litros por ciclo. Cada minuto que el grifo está abierto se desperdician de 5 a 10 litros de agua. 

También es importante considerar que la situación económica puede influir en gran medida en los hábitos de consumo de los usuarios. Según un estudio sobre la desigualdad en España, impulsado por Oxfam Intermón, el 54% de la población española enfrenta dificultades económicas por las que han tenido que realizar cambios domésticos, y un 45% ha tenido que reducir su gasto en electricidad, agua o calefacción en el último año. En este contexto, es importante que los aparatos eficientes no sean considerados un lujo, sino una necesidad accesible para todos. 

Para ello, es fundamental que haya un compromiso conjunto entre consumidores, fabricantes y gobiernos. Es crucial contar con políticas públicas que faciliten el acceso a tecnologías eficientes a todas las familias. Los fabricantes deben liderar esta transformación a través de la innovación y los consumidores tienen que adoptar hábitos más responsables en su vida cotidiana. Solo a través de este esfuerzo conjunto podremos asegurar un futuro sostenible para las próximas generaciones.

*** Fernando Gil es director general de BSH Electrodomésticos España.