La creadora del ranking de poder femenino más conocido de nuestro país, las TOP 100 Mujeres Líderes España, Mercedes Wullich, contesta a ENCLAVE ODS desde Santa Cruz, un pueblo costero frente a La Coruña.
Esta periodista, empresaria y consultora argentina es también directora de Mujeres&Cía y una ardua defensora e impulsora del ODS 5, aquel que habla de igualdad de género. Hablamos con ella justo en el momento en que se abren las nominaciones de la última edición de las Top 100 Mujeres, cuya gala se celebrará en junio de 2022.
Se cumplen diez años de las Top 100 Mujeres.
Sí [ríe suavemente], diez años de mucho trabajo para visibilizar a miles de mujeres que se han vuelto referente para las demás.
Ahora toca elegir a las diez mujeres top de oro.
Sí, vamos a pedir a las honorarias que voten a las diez que consideren que merecen esa definición. Después de haber tenido por primera vez una gala virtual el año pasado, tenemos muchas ganas de volver a encontrarnos con la gente y celebrar esta décima edición.
"Las cosas han cambiado, pero no con la urgencia ni con la rapidez que nos merecemos"
Empecemos por el principio, ¿cómo llegaste a esta ocupación?
Surge de mi propia historia: soy la única mujer entre seis hermanos varones y tuve referentes femeninas muy fuertes. Mi madre trabajaba y mi abuela también cuando eso prácticamente no se usaba, ¡además como periodista!
¿Te extrañó lo que viste al crecer?
Sí, cuando a los 17 años me asomé a la vida pública y social, lo que veía me parecía extraño para lo que conocía y empecé a poner el foco en eso.
¿Tenían algo especial esas mujeres de tu familia?
Me di cuenta de que las mujeres de mi familia, en sus modelos familiares, tenían una gran coartada, porque eran viudas o solteras y tenían que dar pocas explicaciones a nadie, ver eso, me impulsó a querer cambiar las cosas.
¿Y cómo lo hiciste?
Lo primero que hice fue un medio de comunicación que se llamó Victoria por Victoria Ocampo y por la Victoria de Samotracia, fue la primera revista argentina para mujeres con perspectiva de género en una época en la que género sonaba a textil. Duró poco, pero me dio la pauta de que era necesario.
Hablando de terminología, ¿se sigue diciendo liderazgo femenino?
Todavía sí, porque creemos que las cosas han cambiado, por supuesto, pero no con la urgencia ni con la rapidez que nos merecemos. La palabra femenino agrega todavía un adjetivo que ayuda a nombrar lo que se ve menos: mientras a las mujeres les cueste más llegar a los lugares donde se merecen, eso pone el foco en algo que todavía no está bien.
"¿Dónde están esas mujeres que tuvieron poder en un momento?"
¿Qué respondes cuando te dicen "pero si ya hay muchas mujeres en puestos directivos"?
Soy reacia a dar números, porque pueden no ser precisos según quién los dé. La realidad es que todavía estamos a muchísima distancia de conseguir los objetivos y eso no tiene que ser un tranquilizador, sino un agitador todo lo que aún no se ha cambiado.
¿Quiénes son referentes, quiénes son los premios Nobel, en manos de quién está la propiedad de la Tierra? Es atroz, hemos conseguido muchísimas cosas gracias a la pelea de mujeres y algunos hombres buenos, pero dista muchísimo de lo ideal.
Además de costarles llegar a los puestos de mando, ¿puede que a las mujeres se las someta a una enorme rotación laboral?
Es un eje para investigar, porque por defecto siempre me pregunto mentalmente: ¿dónde están esas mujeres que tuvieron poder en un momento?
¿De qué depende esa poca durabilidad en los puestos?
De términos como política, lobby, determinación… de la capacidad de gestionar el tipo de poder que han construido los hombres y que todavía no manejamos con destreza. Las mujeres que mantienen el poder son muy pocas y anecdóticas, vamos aprendiendo cuáles son los resortes y las herramientas, pero como estamos divididas en varios hemisferios, no tenemos la misma libido puesta al servicio de los objetivos.
Quizá tenemos que adquirir ciertas habilidades que hemos dejado en segundo término que sí son importantes si queremos seguir en el poder de la manera en que está construido.
¿Cuáles son los tópicos sobre liderazgo femenino?
Que somos más empáticas, que construimos equipo, que pensamos en una gestión más horizontal, puede ser una generalidad que se aplique a hombres y mujeres.
"La libertad es el mejor camino para construir aquello que hace falta para abrirle las puertas a las mujeres que no tienen las mismas oportunidades"
¿Alguna frase tópica sobre liderazgo femenino que te guste?
Se ha atribuido a una directiva francesa la de que “habrá igualdad cuando en los consejos de administración haya mujeres mediocres, no sólo brillantes”.
Reclamando el derecho a ser mediocres…
Reclamando que el poder que construimos sea diferente y mejor, con una gestión más participativa e igualitaria.
¿Tienen algo en común las mujeres que premiáis?
Un ranking siempre es caprichoso: yo diría una mezcla de trayectoria, logros puntuales, visibilidad, impacto y repercusión. Algunas llegan a fuerza de buscarlas porque trabajan de manera opaca, dedicadas a lo suyo, como son las científicas. En general destacaría la ilusión y entrega por lo que hacen y la determinación, creo que es un ingrediente necesario. También la diversidad.
¿Se ha complicado el discurso del liderazgo femenino en la última década?
Sí, creo que sí, y se discute y se pone en tela de juicio el concepto de liderazgo femenino. En este sentido prefiero ser pragmática, que se hable del tema y haya opiniones encontradas significa que el tema se debate y se ha avanzado mucho. El silencio es para la tumba.
¿Cuál cree que es la manera adecuada de hablar?
La libertad es el mejor camino, la construcción de aquello que hace falta para abrirle las puertas a las mujeres que no tienen las mismas oportunidades. Con este ranking buscamos horizontalizar la visibilidad de más cantidad de referentes. Ahora, en esta edición, dando más lugar a las mujeres que están fuera de las grandes ciudades, las que no están en el corazón de las grandes capitales.
"Yo, personalmente prefiero pedir perdón que permiso"
¿Alguna anécdota?
Por un lado, al principio había una molestia por parte de algunas empresas en relación con quién nos había dado permiso para incluir tal o cual nombre de una directiva dentro del ranking, cuando pedir permiso a las organizaciones vulnera los principios básicos.
Yo, personalmente prefiero pedir perdón que permiso. Algún día cuando deje esto escribiré el libro Detrás de las Top100, que hablará de cómo las compañías gestionan el poder y el liderazgo, con anécdotas de todos los colores.
¿Alguna que puedas anticipar?
Nos sucedió hace años al llamar a una compañía para informar a una alta directiva de un banco de que había sido elegida: su director de Comunicación me preguntó "¿quién os autorizó?". Le contesté que no pedimos permiso, ya que la propusieron y fue elegida por un jurado, y que nosotros sólo queríamos confirmar que pudiera asistir a la gala. "No va a asistir", fue la respuesta.
Le pregunté si era porque no podía o por política de la compañía. No contestó. Le pedí que me mandara un email porque íbamos a quitarla del ranking, y seguro que la siguiente premiada iba a estar feliz. Se abre con esto una gran duda sobre la política de las compañías, el fair play y cómo las mujeres pueden recibir de manera generosa y con humildad un premio. Y también sobre cómo algunos hombres no apoyan aún el talento femenino cuando seguro que tienen madres, hermanas y tías con muchísimo talento, algo incomprensible.