La inspectora jefa Cristina Sánchez Pedraza representa una de esas muchas caras desconocidas que contribuyen día a día a hacernos la vida mejor. O, al menos, un poco más segura.
Se unió al Cuerpo de la Policía Nacional casi de casualidad, se especializó como analista y tanto su formación como el éxito que ha acumulado misión tras misión le han llevado participar en misiones internacionales como a luchar contra la trata a través de Frontex o a revisar los acuerdos de paz alcanzados por el Gobierno colombiano con los excombatientes de las FARC hospedándose, eso sí, en medio de la selva.
Policía por casualidad
“Fue el destino”. La inspectora jefa Sánchez Pedraza pasaba los fines de semana, mientras terminaba la carrera de Historia, trabajando de recepcionista en el hotel en el que se alojaban miembros de la Unidad de Intervención Policial (UIP). Fue conocer su trabajo lo que le llevó en el año 94 a presentarse a las oposiciones de la Escala Ejecutiva, que aprobó.
Ese mismo año entró a la Academia de Ávila y salió dos años después para realizar sus seis meses de prácticas en Las Palmas (Canarias), donde está destinada actualmente. En el 97 Sánchez Pedraza se convirtió oficialmente inspectora de la Policía Nacional.
Su idea era especializarse en asuntos relacionados con la historia, pero por aquel entonces estaban empezando a llegar pateras a Canarias, "era algo desconocido". Sánchez Pedraza recuerda que su jefe entendió que eso era un problema que no solo se tenía que abordar desde la perspectiva policial, sino desde una mucho más amplia y decidió mandarla a hacer el curso de análisis estratégico de Europol, en La Haya (Países Bajos).
Cuando cumplió los diez años en el Cuerpo, se presentó al examen para ascender a inspectora jefa, cargo que ocupa desde entonces, aunque ya se está preparando para el examen de ascenso a comisaria, que tendrá lugar el próximo mes de mayo.
Crisis de los controladores
La inspectora jefa Sánchez Pedraza no ha parado de formarse y de trabajar. Además, ha gestionado asuntos tan relevantes para el país como la huelga de los controladores aéreos (2010) que llevó a que se decretase el primer estado de alarma de la democracia.
"¿Cómo voy a gestionar todo esto? Todo el mundo espera órdenes"
Por aquel entonces, era la jefa del aeropuerto de Las Palmas. Recuerda que mientras iba de camino al aeropuerto pensaba: “¿Cómo voy a gestionar todo esto? Todo el mundo espera órdenes.” Cuenta a ENCLAVE ODS que al final te das cuenta de que tienes unos instrumentos y una formación que te permite hacer eso. “Y eso me pasó a mí, al final salió todo bien y eso me abrió las puertas para hacer otras cosas”.
Después, la inspectora se fue a coordinar la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta, que abarca desde homicidios y delitos contra la mujer a servicios de atención a la familia, delitos tecnológicos y patrimoniales. Empezó a salir de España para dar formaciones en Venezuela, Panamá y México.
Entrevistas contra la trata
La primera vez que la inspectora jefa obtuvo un destino internacional fue para unirse al equipo de Frontex (2016) y entrevistar a las mujeres que llegaban procedentes de África, que“se sabe que vienen a través de redes organizadas que las traen para prostituirlas en Europa”.
"Mi papel era de coordinadora y responsable de 27 policías de todos los estados europeos"
La Policía busca obtener información sobre el funcionamiento de las redes para abordar el problema desde el origen y explicarles que la Policía en Europa está para ayudarlas. “Cuando ellas llegan es el único momento casi que tenemos antes de que las cojan las organizaciones que las trafican”.
El éxito en la misión le llevó después a ocupar el cargo de responsable de Frontex en Ceuta para la Operación Minerva, de carácter anual. “Allí mi papel era de coordinadora y responsable de 27 policías de todos los estados europeos que nos juntamos para abordar el problema de la inmigración ilegal”.
Acuerdos de paz en Colombia
Estando ya destinada en la Unidad de Análisis, la División de Cooperación Internacional de la Policía, recibió la petición de alguien con su perfil. “Querían un analista para que analizara los acuerdos de paz a los que los excombatientes y el Gobierno de Colombia habían llegado”. Además buscaban una mujer para que se integrase con las excombatientes en la selva, ellas eran el 30%.
En noviembre de 2016 destinaron a la inspectora jefa a Villavicencio, a 90 kilómetros de Bogotá. Se trata de una de las zonas en las que la población ha sufrido más por los secuestros que se producían a manos de las FARC. “Si tu familia podía pagar el secuestro, te liberaban; si no, te quedabas allí años”.
Allí llegaron como un “tripartito”, tres profesionales divididos por especialidades. La inspectora jefa Sánchez era la encargada de hacer los análisis de seguridad y amenazas de la zona.
“Desde el primer momento, por cómo fui recibida, me di cuenta de que eso iba a ser más fácil de lo que pensaba”. Le sorprendió la profesionalidad de los agentes colombianos. Además, los excombatientes reconocían mucho la formación que tiene la Policía española. “Había una sensación muy buena de trabajo, de querer avanzar”.
Estando allí le nombraron también la responsable del punto focal de género. Conoció así a las excombatientes, con las que convivió en los campamentos en los que residían en medio de la selva. “Los acuerdos de paz decían que tenían que bajar a campamentos hechos por la ONU, así que estuvimos con ellas viviendo el cambio”.
En las carpas de Naciones Unidas convivieron, divididos por sexos, policías, militares, excombatientes y personal de la ONU. “El nivel de acercamiento que consigues es muy grande porque te vas conociendo también como persona. Entonces las reticencias que a lo mejor podía haber ante la policía por parte de los de las FARC se iban diluyendo.”
Otra de sus funciones sobre el terreno era implementar la resolución 1325 de Naciones Unidas, que reconoce la importancia de las mujeres y la inclusión de la perspectiva de género en las negociaciones, operaciones y consolidación de la paz.
Mujeres en la Policía Nacional
Si bien la inspectora jefa Sánchez no sufrió ningún tipo de discriminación por razón de sexo en la misión, si conoció una situación. “Me llamó una policía de una de las sedes y me dijo que estaban teniendo problemas porque uno de los jefes estaba incumpliendo los protocolos de entradas y salidas de los campamentos.”
"Para mí la formación es la base de todo"
Como parte de su trabajo, la inspectora fue a hacer entrevistas y se dio cuenta de que había comportamientos inadecuados con otras mujeres. “Ese observador internacional salió de la misión [...] En España nunca me he encontrado con ningún caso; las compañeras nos sentimos muy reconocidas”.
La inspectora jefa niega haber sufrido ningún tipo de disciminación por ser mujer, sino “todo lo contrario”. Sin embargo, reconoce que, aunque no le haya pasado a ella, reconoce que otras compañeras de oficio no han corrido la misma suerte. “Para evitar que se produzcan situaciones de discriminación o acoso se creó en 2018 la Oficina Nacional para la Igualdad de Género (dentro de la Policía Nacional), precisamente para ver si hay discriminación y, si la hay, abordarla.”
La Policía Nacional cuenta con protocolos para abordar estos problemas y la propia inspectora jefa confirma que el Cuerpo continúa trabajando en nuevos documentos o en la mejora de los actuales porque a ella misma le han entrevistado para ver cómo abordan desde Naciones Unidas los asuntos de género. “En Naciones Unidas hay una asesora de género, que es la mano derecha responsable de la misión”.
ENCLAVE ODS le pide un mensaje para las mujeres que se estén planteando entrar en el Cuerpo o que hayan entrado recientemente: “Que se formen mucho y que nunca dejen de lado los idiomas. Si tú misma haces las cosas bien, estás formada, conoces tus derechos y los exiges. Para mí la formación es la base de todo”.