Cuidar la salud mental es fundamental poder dar lo mejor de nosotros mismos, tanto en nuestra vida personal como en la profesional y ser felices.
[El drama de la salud mental: el 43% de los españoles se siente "mal o muy mal" emocionalmente]
Conversamos con las directoras del Instituto de Psicología Psicode en Madrid, Alicante y Valladolid, Cecilia Martín Sánchez y Marina García Fuentes. Ambas lo fundaron en 2006. Comenzó como un pequeño despacho para las dos. Pasaban consulta en Madrid, en el barrio Salamanca, y 17 años más tarde, el equipo está formado por doce psicólogos repartidos entre Madrid, Alicante y Valladolid. "No paramos de crecer cada año que pasa", señalan.
Al tratarse de un equipo compuesto por un amplio número de profesionales, abarcan casi todas las especialidades dentro de la psicología clínica en el tratamiento de niños y adultos, "pero si tenemos que destacar una especialidad concreta es la terapia de pareja".
Diez consejos para cuidar la salud mental:
- Dedica tiempo a cuidarte: haz deporte, cuida la alimentación, respeta tus ciclos de sueño y cuida tu cuerpo.
- Evita el estrés de las prisas: evita llenar tu día a día de tareas y actividades que hacen que vayas corriendo a todos los lados. Busca tiempo para descansar, para aburrirte e incluso ten “tiempo para perder el tiempo", esto supone tener mejor calidad de vida.
- Evita los pensamientos negativos y la culpa excesiva cuando cometas un error.
- Céntrate en las cosas positivas que tienes en el presente y evita los pensamientos de preocupación sobre el futuro: muchas veces lo pasamos mal imaginando consecuencias catastróficas futuras que nunca llegan a suceder.
- No descuides tu vida social y de ocio: el aislamiento y la falta de actividades gratificantes pueden ser un desencadenante de una depresión.
- Dedica tiempo a parar, hacer pausa. Para ello realizar meditación es el mejor recurso.
- Exprésate cuando sientas que algo te molesta. Al igual que cuando quieres decirle a alguien que hace algo bien, decirlo ayuda a estar en armonía contigo y evitarás momentos de ansiedad y frustración.
- Expresa afecto a la gente que quieres: sonríeles, abrázales, diles lo importante que son para ti. Todo lo que demos a los demás vuelve para nosotros en efecto boomerang.
- Reflexiona sobre tu vida. Piensa si estás siguiendo los valores que son importantes para ti. Párate y analiza tu día a día, si crees que estás yendo hacia donde deseas o hacia donde desean los demás o hacia lo que te impone la sociedad. Sentirnos alineados con nuestros valores da coherencia en nuestra vida, nos quita el vacío y nos ayuda a prevenir frustraciones y bajo estado de ánimo.
- Por último, reduce las exigencias sobre ti misma y sobre los demás. Dejar a un lado los “pensamientos deberías o tengo que…” que tanto molestan nos producen porque no podemos llegar a todo lo que nos exigimos. No podemos ser “súper trabajadoras, súper madres, súper amigas…”. Ser más flexibles y tolerantes con nosotras mismas y con los demás nos ayudará a ser felices en nuestro día a día.