Ser mujer en la década de 1960 no era tarea sencilla. Y se volvía aún más complejo si a la condición de mujer se le añadía la de negra y estadounidense. En los EEUU de aquella época, el movimiento por los derechos civiles de la comunidad negra estaba en plena ebullición: la ley que prohibiría la discriminación por razón de raza, sexo, creencias religiosas u origen se aprobaría en 1964, y los afroamericanos solo habían 'conseguido' el derecho a voto en 1957.
Hacía apenas cinco años que Rosa Parks se había negado a levantarse de su asiento en el autobús. Martin Luther King Jr. aún estaba vivo y seguía recorriendo el país para reclamar los derechos de la comunidad negra. Mientras tanto, las mujeres estadounidenses se movilizaban también para reclamar igualdad.
En este contexto, Melba Roy Mouton (1929–1990) entró a trabajar en la NASA, siguiendo los pasos de Katherine Johnson, la primera mujer afroamericana que entraría a trabajar en la agencia espacial más conocida apenas seis años antes –cuando aún no se llamaba como la conocemos ahora–.
Monte Mouton
Mouton llegó a la NASA en 1959. Ahora, más de seis décadas después, la agencia en la que trabajó toda su vida ha decidido rendirle homenaje. En el polo sur de la Luna existe, desde febrero de este mismo año, un monte lunar que lleva su nombre.
El equipo científico que la propuso como 'madre' de esta montaña del espacio aseguraba, en un comunicado, que "así se reconoce y hace honor a la vida de Mouton, a todos sus logros como informática y a sus contribuciones a las misiones de la NASA".
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Porque, como reconocía en ese mismo comunicado Sandra Connelly, administradora científica del cuartel general de la NASA en Washington, "Melba Mouton fue una líder y pionera de la NASA". Y es que la labor de esta informática y programadora no solo "ayudó" a la agencia espacial a "explorar lo desconocido, el aire y el espacio", sino que "construyó el camino para que otras mujeres y personas racializadas lideraran la ciencia de vanguardia en la NASA", añadía.
Su trayectoria en la NASA
Allá en 1959, Mouton llegó al Centro de Vuelo Espacial Goddard en Greenbelt (Maryland) tan solo un año después de que la National Advisory Committee for Aeronautics (NACA) se hubiese convertido en la NASA. En poco tiempo, era la matemática jefa encargada de liderar a un "grupo de computadoras humanas", como dicen desde la agencia, que se dedicó a rastrear los satélites Echo 1 y 2, lanzados a la órbita terrestre en 1960 y 1964 respectivamente.
Mouton se convirtió, así, en una especie de 'guardiana' de los satélites que servían de 'ojos' de la NASA. Y en 1961 Mouton daría un paso más como programadora jefa responsable del equipo que codificaba los programas informáticos que calculaban las trayectorias y ubicaciones de las 'astronaves' en órbita. Era la máxima responsable, pues, de la División de Sistemas de Programación de Análisis de Misión y Trayectoria de la NASA.
Todo esto, cuando la segregación racial de la NASA era aún una realidad. Aunque llegaría pronto, a mediados de la década.
Justo antes de jubilarse en 1973, Mouton ascendió a adjunta del jefe de programas de investigación de la División de Trayectoria y Geodinámica de Goddard. Y solo cuatro años antes de retirarse, obtuvo el premio Apollo Achievement Award, pues su trabajo fue fundamental para que la misión del Apollo 11 aterrizase en la Luna el 20 de julio de 1969.
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