"Cuando uno sabe hacer cosas y encuentra oportunidades, se siente también mejor", señala Luz Usamentiaga, directora general de Regulación, Asuntos Públicos y Sostenibilidad de Orange. La directiva ha citado a un equipo de EL ESPAÑOL a la sede física del Orange Digital Center (ODC), donde desde principios de 2023 se imparten diversos cursos para atajar las brechas económicas y de competencias digitales, para profundizar sobre cómo la empresa de telecomunicaciones se está adaptando a un futuro que demanda más compromiso social y medioambiental.
Este centro es la piedra angular de la estrategia de inclusión social de la Fundación Orange, que nació hace 25 años con un compromiso que va más allá de la prestación de servicios. "La labor de la compañía ha variado, adaptándose a las transformaciones que se han desarrollado en la sociedad, la economía y sobre todo en el entorno digital que las rodea", señala Usamentiaga.
Y confiesa que hay algo que ha permanecido inmutable. "La vocación de servicio, de compromiso y de poder aportar un legado se ha mantenido durante 25 años". El grupo Orange, explica la responsable, viene definiendo un plan estratégico en materia de sostenibilidad. "Es algo muy transversal a toda la compañía".
¿Cómo entiende la compañía el concepto de sostenibilidad?
Entendemos la sostenibilidad como una parte sustancial que explica la manera en la que hacemos las cosas, el arraigo y compromiso que tenemos con la sociedad a la que damos servicios y una manera de hacer las cosas que se tiene que cuidar.
Queríamos una estrategia en la que supiéramos hacer las cosas y no tuviéramos que inventarnos nada. Por eso nos aseguramos de que nuestra actividad y los servicios que prestamos se utilicen siempre para el bien y que las personas vivan mejor.
¿Cuáles son los pilares de la estrategia de sostenibilidad del grupo Orange?
Hay tres líneas de acción diferenciadas que conjugan la acción social y medioambiental de la compañía. Y se concretan en la estrategia: cambio climático, uso responsable de la tecnología e inclusión digital.
¿Qué entendéis por un uso responsable de la tecnología?
Bajo este pilar hemos puesto en marcha unas campañas de sensibilización y concienciación para la utilización de la tecnología para el bien. Y estamos abordando, desde una perspectiva dirigida a las familias y al entorno educativo, qué riesgos tiene la tecnología.
Desde una perspectiva analógica, significa no utilizarla para hacer ciberacoso o para difundir retos virales que puedan ocasionar daño a las personas. Ponemos atención para evitar que se produzcan, para saber detectarlos a tiempo y para dar unas indicaciones básicas de cómo poder corregirlo si se llegan a detectar.
¿Cuál es el papel de las alianzas y las redes en vuestra estrategia de sostenibilidad?
Desde el grupo Orange trabajamos con instituciones como la Dirección General de Tráfico (DGT), Policía Nacional, universidades españolas, entidades dedicadas a temas sanitarios y otras organizaciones y colectivos.
En cada acción que llevamos a cabo tratamos de buscar a los expertos para que nos den las indicaciones necesarias para tener un impacto lo más positivo posible desde una perspectiva tecnológica.
Y ¿qué papel desempeña la fundación en todo el entramado de sostenibilidad del grupo Orange?
La Fundación es una parte fundamental en toda la familia del grupo Orange porque lidera uno de los pilares de nuestra estrategia en sostenibilidad: la inclusión digital. Entendemos este pilar desde todas sus perspectivas.
Cuando hablamos de inclusión es inevitable pensar en las brechas. Y hay brechas de muchos tipos, desde las puramente tecnológicas por indisponibilidad de redes a las económicas, pasando por las brechas en competencias digitales. Hay que acabar con las brechas para empezar a hablar de inclusión.
Y el Orange Digital Center (ODC) busca reducir esas brechas…
Un centro como este se dedica precisamente a eso: a formar en competencias que ayudan a tener mayores oportunidades de empleabilidad y mejorar la autoestima. Cuando uno sabe hacer cosas y encuentra oportunidades, se siente mejor. Y aquí tenemos una buena muestra de lo que la Fundación hace por toda España.
Tenemos un pequeño gran club donde se enseña cómo poder utilizar las posibilidades que ofrece hoy la fabricación digital y que, aplicado al entorno laboral, da unas ventajas competitivas importantes. Esto se aprecia en el valor añadido, la independencia, la autonomía y la capacidad de hacer cosas impensables.
Tanto el ODC como los 34 GarageLAB que tenemos repartidos por toda España y que están instalados en escuelas de segunda oportunidad y en centros de formación profesional básica, dan alas a los más jóvenes para estudiar algo que les gusta. La tecnología es algo muy cercano para ellos. Les apetece seguir haciendo, y lo mejor de todo es que le encuentran una utilidad inmediata.
¿Cómo están respondiendo a la brecha tecnológica que sufren los mayores?
Como ya hacemos en nuestras tiendas físicas, en el ODC impartimos talleres de formación a mayores para que puedan utilizar el móvil de manera ágil. Les enseñan a guardar contactos, saber manejarse con el WhatsApp, hacer videoconferencias, a acceder a la aplicación del banco o a hacer transferencias.
También se hace hincapié que sepan detectar estafas. En colaboración con al Policía Nacional —que está habituada a ver prácticas delictivas—, se ha puesto en marcha una formación para detectar prácticas fraudulentas, como el phishing o el robo de contraseñas. En este sentido, los mayores quizás tienen un riesgo y una vulnerabilidad mayor.
En definitiva, se busca dar a los mayores un entorno de confort para que puedan utilizar estas herramientas de una manera más segura.
Otro de los desafíos del sector tecnológico es la poca presencia femenina…
Un foco importante de la compañía es promover la diversidad y eso incluye el talento femenino. Es una realidad que el número de mujeres en carreras STEM no es representativo. El porcentaje de mujeres que están en este tipo de carrera no llega al 50% en absoluto.
Por eso, los esfuerzos se han concentrado en dos áreas: la sensibilización y el empoderamiento. Se visibiliza la labor de las mujeres en el sector a través de los Premios Mujer y Tecnología, que todos los años reconoce el liderazgo de profesionales que sirven como referente para niñas y adolescentes.
También ofrecemos formación en competencias digitales básicas, a través del programa EDYTA, a mujeres en situación de vulnerabilidad. Desde encender un ordenador hasta ser capaz de preparar tu currículum de una manera atractiva, acceder a ofertas online de trabajo o afrontar entrevistas de trabajo. Estas son necesidades básicas del nuevo entorno digital.
Si no somos capaces de atraer a la mitad del talento del país, nos la estamos perdiendo. La atracción de talento femenino es una de las señas de identidad de la compañía y por eso ofrecemos becas STEM para niñas que están estudiando carreras tecnológicas para facilitar su aproximación temprana.
El sector digital es uno de los principales contribuyentes a la crisis climática, ¿cómo se está adaptando?
La acción medioambiental es una parte sustancial de nuestra política de sostenibilidad. Por eso invertimos anualmente 1.000 millones de euros en proyectos medioambientales. La prestación de servicios está en el ADN de la compañía y el objetivo es hacerlo minimizando el impacto sobre el entorno. Esto se traduce en implantar tecnologías cada vez más avanzadas, pero también mejorando su eficiencia medioambiental y energética.
Eso nos lleva adónde estamos hoy. El 100% de la de la compañía, tanto desde el punto de vista de las redes, como de los edificios o la distribución propia, se alimenta con energías verdes garantizadas. Estamos en un momento muy importante, porque a final de año podremos reportar que la huella de carbono de la compañía en España será cero.
También hemos integrado los principios de la economía circular a la distribución de nuestros equipos. Todos los dispositivos se idean para que puedan ser reutilizados.