“Procedo de Bosnia y Herzegovina, y aprendí pronto a no dar las cosas por sentado”, afirma Ana Kljuic a ENCLAVE ODS. Para esta directiva internacional de L’Oréal, la sola apreciación de la belleza impulsa el respeto por la diversidad, el planeta y las personas: “No puedo imaginar la belleza rodeada de destrucción”.
Este concepto holístico comenzó, como relata, durante su formación, y se ha extendido al modo en que vive la innovación. “La industria de la belleza no es una gran contaminante, somos responsables de 3% de las emisiones globales, pero somos una industria innovadora y queremos marcar la diferencia y liderar el cambio”, indica.
“El número de lectores de El Español es muy grande, es intimidante”, comenta con modestia al principio de esta conversación Kljuic, añadiendo que “es un honor ser entrevistada por ustedes”. Sin embargo, la vicepresidenta de I+D de este gran grupo corporativo es una de las mujeres más importantes del sector.
Está a cargo de dos programas:'L’Oréal for the Future', en el ámbito empresarial, "que va desde 2021 y 2030, a nivel de grupo, y que incluye también objetivos a 2040 y 2050"; y, en paralelo, 'Green Sciences', impulsor de toda la investigación e implementación de nuevas formulaciones y procesos.
Una agenda global
Convive con una agenda agitada, “como la de mucha gente de L’Oréal, más activa que agitada, podríamos decir”, afirma. Se define a sí misma como “una mujer fascinada por la naturaleza y por la forma en que esta siempre encuentra las soluciones más elegantes a los problemas” y en sí misma encuentra, cada vez más, “un auténtico espíritu científico".
"Mi madre era profesora, mi padre también, mis abuelos… siempre quise ser profesora, ¡lo que no sabía era lo que quería enseñar!”, bromea. “Luego en la escuela descubrí la belleza de la genética, y supe que iba a ser mi camino”.
Su posición le permite desarrollar su curiosidad y, al mismo tiempo, influir positivamente en muchas personas. “Vivo en París aunque tengo un cargo global”, explica. “Mi equipo y yo tenemos dos misiones. La primera es lograr el éxito de los objetivos 2030 en el programa 'L’Oréal for the Future', especialmente los que tienen que ver con el área de I+D con el fin de promover fórmulas de alto rendimiento inspiradas en la naturaleza y respetuosas con los límites del planeta".
La segunda misión, añade, "es continuar profundizando en el conocimiento y comprensión del impacto medioambiental de nuestros productos, y seguir de cerca lo que las ciencias medioambientales nos están enseñando”. “Tengo un trabajo muy privilegiado, si puedo decirlo, soy afortunada de que se me pague por hacer investigación, y de poder pensar con tanta anticipación”.
Responsable de los tres espacios centrales de investigación de L’Oréal en París, Kljuic también coordina a sus representantes en los hubs en diferentes partes del mundo. En total, existen ocho hubs fuera de Francia. En Estados Unidos, responsable de la zona de Norteamérica, el responsable se encarga de todo lo que se construye a nivel central se lleve a cabo en EEUU y al mismo tiempo de que las restricciones y especificaciones de este mercado también estén en nuestra estrategia global.
Del mismo modo, añade Kljuic, existe otra persona en China que trabaja para la zona del norte asiático y otra persona en París que cubre los mercados emergentes como Brasil o India.
"Mis días y semanas son muy diferentes. Mañana estaré en Bélgica, visitando una start-up, dos semanas antes estuve dando una charla en Barcelona, hoy estoy en París, trabajando con diferentes ecosistemas de I+D, pero también me reúno con nuestros partners o proveedores", especifica. "Es un trabajo muy diverso; mi perspectiva es sistémica”.
Una biografía esforzada
Ana Kljuic es doctora y posdoctorada en Genética y Dermatología por la Universidad de Columbia (EEUU). Ha publicado numerosos artículos científicos, y durante su carrera, se convirtió en una experta en cosmética para productos de consumo: desarrollo de productos, investigación, innovación y Ciencias de la Vida, explica. “Estaba en el lugar correcto en el momento adecuado en Estados Unidos, cuando L’Oréal USA comenzó un programa de aceleración en management, y por eso comencé a trabajar en diferentes divisiones para conocer sobre la cosmética y sus formulaciones”.
“Soy científica de formación y creo en la ciencia”, señala. “Hay un momento para ser emocional y elegir cuáles son nuestros valores y qué es lo más importante y lo que tiene impacto real; y luego hay otro momento para el esfuerzo, para ser científica en sentido literal y para asegurarse de qué dicen verdaderamente los datos, qué se puede plantear y cómo medir el progreso”.
Progresivamente, explica la directiva de L’Óreal, su sueño profesional se ha hecho realidad. “Primeramente trabajé en maquillajes, luego en coloración, luego en protección solar… y en 2012 tuve la oportunidad de venir a Francia, donde estuve a cargo del equipo de Natural&Organic, donde se afianzó mi relación con la sostenibilidad, probando que los ingredientes naturales y orgánicos podían ser tan eficientes como los convencionales. Hace dos años, llegué a este puesto de I+D. Quería aportar lo máximo, desde dentro de la industria”.
Modelo de liderazgo
Para involucrar a los demás, en su opinión, “en cada caso, depende: un enfoque holístico es importante, con políticas, sin importar si todo el mundo es consciente de todo lo que envuelven o no; luego, dar contexto y también crear diferentes herramientas para que se pueda medir cuánto está aportando cada agente, e identificar quiénes son aquellas personas claves que pueden hacer cambios en una compañía”.
En relación con el liderazgo femenino, Ana Kljuic explica cómo no puede describir el liderazgo femenino en general. "Pero creo que puedo hablar del liderazgo auténtico. Una de las claves es encontrar un trabajo que se alinee con lo que consideras importante. Da igual que seas un líder femenino o masculino", afirma.
Y añade: "Uno de los primeros mentores que tuve me dijo algo en lo que creo, ‘observa a los líderes de tu alrededor y apunta lo que te guste y quieras integrar en tu liderazgo… ¡y lo qué no te gusta y quieres estar segura de evitar!’. Eso te indica un camino de liderazgo. Personalmente admiro mucho a mi jefa, a Barbara Lavernos-Dupuis, que lidera con el ejemplo y nos da mucho espacio, pero siempre está cuando es necesario su apoyo, es una persona muy auténtica y alineada consigo misma”.
El origen y final de ciclo
El lema de su empresa, 'Create the Beauty to move the world', en sus palabras, “no tiene que ver sólo con los productos, sino con los consumidores y con el planeta”. Para este efecto, en el gigante corporativo se han adquirido “26 compromisos para 2030 en relación a los conceptos del modelo de 'Límites planetarios'”.
“Mi número favorito es el 95”, sonríe. Y pasa a explicar. “En 2030, si hablamos del origen, el 95% de nuestros ingredientes serán biobased [de base biológica] o de minerales abundantes o de recursos circulares”. Hoy en día, “estamos en el 61%, lo cual es un excelente ratio, pero tenemos un largo camino hasta conseguir este objetivo”.
[La fábrica burgalesa de productos capilares de L’Oréal: compromiso medioambiental y social]
Muchos ingredientes, explica, tienen efectos funcionales, y la sustitución es un gran reto. “Dependemos de un ecosistema mayor, de una red de proveedores, para poder obtener estos ingredientes que mejoren esas fórmulas. Esto hay que hacerlo de un modo responsable, no desplazando el problema hacia otros, sino asegurándonos de que los ingredientes se producirán de una manera responsable y de que el 100% de los ingredientes de base biológica tendrán origen sostenible; en 2030 necesitaremos más utilización y espacio de la tierra y sus cultivos, lo cual añade una tensión”.
Sobre el 'concepto de ciclo de vida', explica que “tenemos que usar una metodología que nos permita confirmar que somos consistentes en todos los pasos del proceso. En ese sentido, también es importante “que el 100% de los ingredientes sean respetuosos con la vida marina, para lo que estamos creando una plataforma. Mientras tanto, hablamos de biodegradabilidad, como aproximación, en todos los círculos”.
En relación con las emisiones, señala cómo comenzaron en 2005 con la idea de reducir las emisiones, en las fábricas y en los centros de distribución. "Scope 1, Scope 2… Ahora estamos en Scope 3, nuestro ecosistema se amplía también considerando no sólo la producción sino también el uso de nuestros productos, la cantidad de agua y la temperatura de la misma que es necesaria en el aclarado de un champú, por ejemplo”. Así, se han establecido compromisos para la reducción en este ámbito.
“Tenemos que pensar en fórmulas que se aclaran más rápido pero también en cambiar las rutinas de consumo”, finaliza. “Por ejemplo, un nuevo programa de Garnier ahora reduce hasta en la mitad el agua necesaria para el aclarado de champú o el acondicionador en lugares profesionales o en el hogar y hemos desarrollado cabezales para el agua que reducen hasta el 60% el agua necesaria. Como ves, el enfoque es amplio, hay que incluir esa mirada sistémica”.