Marine Tondelier, de 37 años, se ha convertido en una figura relevante en el turbulento panorama político de Francia. Es la líder del partido de Les Écologistes (Los Verdes), uno de los que forman la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular, que ha conseguido darle la vuelta a las encuestas que daban mayoría absoluta al partido de Marine Le Pen, Agrupación Nacional (RN), en las elecciones legislativas.

"Esta noche la justicia social ha ganado, la justicia ambiental ha ganado, y la gente ha ganado. ¡Esto es sólo el comienzo!", gritaba Tondelier con su característica chaqueta verde en su discurso tras conocer los resultados. Y continuó: "Lo digo claramente a quien nos esté viendo. Le guste o no a la extrema derecha, lo vamos a hacer, vamos a construir y reparar Francia".

Graduada en la escuela de ciencias de Po Lille (en Lila, Francia), Tondelier asistió en 2009 a unas charlas antiglobalización de un eurodiputado y activista agrícola, donde se habló de la genética modificada y la energía nuclear. En ese momento dejó de lado sus aspiraciones a directora de hospital y se dedicó al activismo y a la política, porque era donde "se sentía bien", dijo en unas declaraciones a Le Monde.

Desde sus inicios, Tondelier se inclinó por los temas ambientales y sociales como la migración. Entró a formar parte de Los Verdes, y durante toda su carrera política ha estado frente al discurso antimigración y liberal económico de la derecha. Pasó por el ayuntamiento de Hénin-Beaumont como concejala y, poco a poco, se consolidó como una voz influyente en la oposición municipal.  

Con el nacimiento de su hijo, le ofrecieron cambiarse a otra circunscripción, pero ella tenía lazos familiares por parte de sus cuatro abuelos con Hénin-Beaumont y no podía ignorarlos. De hecho, se compró su casa en la zona.

En 2022, Tondelier asumió el papel de secretaria nacional en el partido de Los Verdes. En ese momento, presentó una agenda que fusionaba el cuidado del medio ambiente y la justicia social, y proponía a los ecologistas como una alternativa viable en el espectro político francés. Por eso, tras las últimas elecciones del país galo, el senador socialista Alexandre Ouizille, natural también de Paso de Calais y que la conocía bien, dijo que no le sorprendía verla "en primera línea contra la derecha". Según él, Tondelier "siempre ha estado a la ofensiva".

Durante su fase más combativa hizo campaña contra el aceite de palma, los combustibles fósiles o la contaminación de la tierra por los pesticidas. 

Nuevo Frente Popular

Ante el auge del partido de Le Pen, la izquierda formó un cordón sanitario que agrupaba al partido socialista, al ecologista, al comunista y a los radicales de izquierda. Formaron un programa común en tiempo récord de cuatro días, y en la primera vuelta, quedaron segundos, por detrás de RN.

Como parte de su programa conjunto, el Nuevo Frente Popular prometía en los primeros 15 días abordar el problema de la inflación congelando los precios de los productos de primera necesidad como alimentación, energía y carburantes. También, aumentarían tanto el salario mínimo interprofesional, como la pensión mínima.

En los 100 primeros días, buscarán un pacto de Estado para aumentar el poder adquisitivo, garantizar salud y educación universal e iniciar una planificación ecológica. En este sentido, una de las principales preocupaciones es la de garantizar la energía limpia y alcanzar la neutralidad climática con la renovación del parque de viviendas públicas.