Parece que Kamala Harris ha vuelto a levantar las expectativas demócratas. No se le había escuchado mucho como vicepresidenta, también porque el papel de este es limitado en el sistema americano, pero en las primarias de 2020 que la enfrentaron contra Biden sí se la conoció por ahondar en las políticas climáticas. Harris ha dado un nuevo soplo verde a la campaña.

Hoy, 19 de agosto, empieza la convención demócrata, donde se elgirá oficialmente a la candidata de partido. Lo que hace un mes iba a servir para intentar relanzar a Biden a por un segundo mandato, se ha convertido en un baño de masas para Kamala Harris. Espera atraer al voto femenino y emigrante; pero también para reafirmar su complicidad, con quien solo hace cuatro años se disputó el liderazgo del partido.  

En aquellas primarias, ella fue una defensora del incipiente New Green Deal (GND) que llegaba prometiendo descarbonizar la economía norteamericana, a la vez que creaba empleos estables. Así se podría financiar un servicio de salud público y gratuito, y vivienda asequible. Biden, por su parte, fue más conservador y evitó acompañarla en temas como el fracking o las recomendaciones alimentarias para reducir el consumo de carne y leche, responsable del 14% de las emisiones globales, según la FAO.



Él prometió reducir las emisiones de la industria del acero y la construcción y de las petroleras. Un informe emitido por la consultora independiente Rhodioum Group estima que el país ha reducido sus emisiones un 18% comparado con 2005. La administración Biden prometió bajar entre 50 y el 52% para 2030, cuando volvió a incorporarse al Acuerdo de París, después de que Trump los sacara. 

Kamala Harris recalcó su preocupación por el estado del clima ya en 2019, cuando preparaba su carrera hacia la presidencia: "El cambio climático es real y es una amenaza existencial para el ser humano. Está en nuestro poder hacer algo". "Yo apoyo el New Green Deal", declaró. Y ahora lo usa como arma arrojadiza contra Trump, quien ha apoyado en numerosas ocasiones posturas negacionistas. 

Minimizar la inflación

La norma climática estrella de la administración Biden ha sido la Ley de Reducción de la Inflación. Esta aplicaba disminuciones de impuestos y ayudas para la instalación de placas solares en los tejados de las casas y pequeñas turbinas eólicas. También estaba dirigida a mejorar la eficiencia energética de las casas con aislamientos, puertas y ventanas y sistemas de calefacción. 

Se había calculado que eso costaría unos 6.000 millones de dólares, pero ha sido tan popular que han llegado a los 8.000 millones. Se trataba de una ampliación de un fondo anterior que, en total, ha conseguido generar hasta 488.000 millones en inversiones privadas, según un informe de la consultoría American Clean Power. También, el sector de las energías limpias cuenta en la creación del 3% de empleo, muchos en los estados controlados por republicanos. 

Kamala Harris celebrando el primer aniversario del Ley de Reducción de la Inflación

Por eso, Ike Irby, consejero climático de Harris, decía en declaraciones a New York Times que seguirían apostando por esta ley, en lo relacionado con conseguir fondos y ampliar su alcance. Con esto también esperan mover el voto en los estados bisagras, que son donde de verdad se deciden las elecciones en Estados Unidos.

Aun así, los analistas dicen que las políticas climáticas son un arma de doble filo; si se empujan demasiado lejos, se pierde el voto republicano, pero si no lo hacen lo suficiente, decepcionan al voto demócrata. Por eso, los que están diseñando la campaña esperan que la crisis climática sea un arma arrojadiza en ambos bandos.

Por su parte, Trump, más conocido por su postura negacionista, ha hecho algunos guiños. Como ya se dijo en ENCLAVE ODS, si gana las elecciones hará todo lo posible por revocar las apuestas climáticas que hizo Biden. Aunque, al mismo tiempo, ha empezado a hablar de las bondades del coche eléctrico y de la solidez económica de empresarios como su amigo Elon Musk, fundador de Tesla. 

Aunque lo más probable es que Kamala Harris intente usar la lucha climática en su favor. "En el mundo, están esos líderes que quieren frenar y parar el progreso, líderes que niegan la ciencia y retrasan la ación climática difundiendo desinformación", dijo Harris en la COP 28 de Dubai, en una clara alusión a su oponente político. 

La senadora del clima

Kamala Harris fue senadora en el estado de California, adalid de la lucha climática. Y anteriormente como fiscal general. En aquellos años quiso investigar a la petrolera Exxon Mobil por fraude en lo que sabía de los riesgos del fracking. Finalmente, por falta de apoyo político, la querella no siguió adelante, aunque Harris intentó apuntarse el tanto como la primera fiscal en perseguir a las corporaciones culpables del cambio climático. Agencias de verificación dijeron que esa afirmación era confusa. 

Al llegar a senadora en 2017 apoyó fervientemente la lucha contra el cambio climático. Se situó del lado de la electrificación de los buses escolares, la reducción de la contaminación en el aire, con los niños en el foco, y la revisión de los sistemas de tuberías que perdían agua durante una de las peores crisis hídricas que se recuerdan. Allí, como en Andalucía, la agricultura de los aguacates es un gran consumidor de un agua que escasea. 

Kamala Harris Europa Press

 

También, en política nacional, hizo campaña, junto a la congresista hispano-americana Alexandria Ocasio-Cortez, por el New green Deal. El objetivo era introducir la legislación que permitiría al gobierno considerar el impacto del cambio climático en las familias de bajo ingresos, localizadas en zonas en riesgo de inundación, autovías, cerca de refinerías. Por esos años, se prevé que los republicanos la ataquen en estos comicios. Ahora intenta evitar las menciones al GND por las connotaciones negativas que tiene. 

Sin embargo, un portavoz del grupo ecologista Sunrise Movement, que todavía no la ha apoyado públicamente, dijo que si era inevitable que los republicanos la atacaran por ese lado, lo mejor que podía hacer era aceptarlo y levantarse como campeona del clima.