Han pasado tres años desde que María de Paz (Alicante, 1993) hacía un hueco para sentarse con ENCLAVE ODS. Ahora, en el aniversario de este vertical, retomamos el contacto para conocer las últimas novedades de esta joven referente de la sostenibilidad. Y es que, sin haber cumplido la treintena —en aquel momento—, ya podía fardar de haber vivido en doce países, trabajado en diez organizaciones y conocido a miles de personas en el ámbito al que se dedica: el sector social.
En ese tiempo, se encontraba inmersa 'de lleno' en el máster en Administración Pública en la Harvard Kennedy School, del que se graduó en mayo del año pasado. De ahí, explica, tuvo una breve experiencia como asesora legislativa en temas de política exterior en el Senado de Estados Unidos.
Actualmente, trabaja como experta en sector público en la consultora McKinsey & Company, donde dedica sus horas a proyectos con instituciones y empresa públicas en diversas áreas como, por ejemplo, la migración y la defensa. Porque, aunque sí es cierto que ha experimentado algún que otro cambio en su vida, lo que no lo ha hecho es su pasión por ayudar a dar oportunidades a quienes más lo necesitan y así lo ha demostrado.
En aquel primer encuentro, comentaba, estaba involucrada en dos iniciativas en las que, a día de hoy, sigue colaborando. Por un lado, el proyecto Thribune (Kenia) y, por otro, el Kirigiti (Nairobi) ambos con un objetivo común: "La reintegración social de mujeres menores de edad en conflicto con la ley". Y hablando de las últimas novedades, explica, "este año hemos finalizado la construcción de un centro de acogida para niñas menores que salen de cárceles y no tienen a donde ir".
Luces y sombras
Respecto a la desigualdad, el avance es claro. En 2021, aseguraba que había "aumentado mucho" y nombraba como los principales responsables de ello al capitalismo y a la globalización. Ahora, indica, "en Europa se ha reducido ligeramente en los últimos años". Pero, matiza, "la desigualdad sigue siendo uno de los problemas más graves de la sociedad a nivel global".
En cuanto al panorama español, dice, se ha visto "una reducción siguiendo la tendencia de la UE, gracias a algunas políticas como el ingreso mínimo vital". Sin embargo, hace hincapié en que "el 10% que más tiene sigue acumulando más del 50% de la riqueza total, mientras la mitad de abajo ostenta menos del 10%".
Por ese motivo, subraya, "es necesario seguir trabajando en reducir este problema social". Porque pese a que "a los jóvenes nos han educado con la conciencia de querer luchar contra las desigualdades, el cambio climático y dejar un país o un mundo mejor del que hemos encontrado, es fundamental que actuemos".
Además, asegura, esta situación "no solo perjudica al estado de bienestar, también hace que el Estado sea menos eficiente". Y lo explica: "La desigualdad está correlacionada con una peor democracia, una mayor insatisfacción ciudadana y mayores índices de criminalidad y obesidad".
Causas y consecuencias
Así, para dejar claros y meridianos los tres factores clave que se relacionan con la desigualdad española, De Paz recurre una de sus lecturas más recientes, La desigualdad de España, de Berna León, Javier Carbonell y Javier Soria. A través de ella, dice, "desmontan mitos como la meritocracia, la idea de que la libertad lleva a la igualdad o la correlación entre crecimiento económico y desigualdad".
La joven sitúa "las medidas de austeridad y la desproporcionalidad de la carga impositiva", como principal causa de esta situación. "Las medidas derivadas de la crisis de 2008 afectaron proporcionalmente más a los ciudadanos con menor renta", indica. Además, señala, hay "una reducción de la carga fiscal en la gente más rica en los últimos años".
En segundo lugar, menciona "la dificultad de acceso a la vivienda y la acumulación de propiedades". Porque, recalca, "el porcentaje de propietarios de vivienda es más elevado que en otros países de Europa", lo que "provoca una mayor vulnerabilidad de las clases medias a crisis económicas". Y lo justifica: "Cuando los precios de la vivienda caen, la acumulación de riqueza en los altos percentiles y, por consiguiente, la desigualdad, aumenta".
Como tercer factor, indica "la polarización del mercado laboral", donde, cuenta, "el desarrollo tecnológico trae consigo la depresión de los salarios de los trabajadores menos cualificados", incrementando, por ende, la disparidad. Porque, insiste, "la desigualdad trae consigo consecuencias muy negativas para la sociedad y debe ser una prioridad en el desarrollo de políticas públicas".
Y es que, para De Paz, hay una cosa clara: "Donde uno nace, es decir, la familia, el lugar o la clase social de procedencia de un ciudadano, define mucho más la probabilidad de éxito en la vida que antes y esto es un problema que una sociedad democrática y libre como España no puede permitirse".
Para terminar con este repaso de 'lo último de María de Paz' —y recordando aquellas recomendaciones de 2021—, la joven nos ofrece alguna de las obras que más ha disfrutado en este tiempo: La crisis del capitalismo democrático (Deusto, 2023); The spirit level: why equality is better for everyone (Penguin, 2010); y —como no podría ser de otra manera— La desigualdad en España (Lengua de Trapo, 2024).