Hace tres años, cuando nació ENCLAVE ODS | EL ESPAÑOL, Alexandra Mitjans decía a este vertical que aunque aparentemente lo social se identifica con la caridad y el emprendimiento, parece que van por caminos separados, pero no es así. Y a eso le ha dedicado su carrera.
Por aquel entonces, era la directora de Ashoka España, una de las oenegés más importantes del mundo, y hoy desarrolla la estrategia de cambio climático y sostenibilidad. "Ha sido un cambio fascinante, pues me está permitiendo trabajar de la mano de personas con soluciones innovadoras y sistémicas a uno de los retos más complejos que tenemos por delante", confiesa.
Ashoka es una red internacional de emprendedores sociales que buscan mejorar temas de género, medio ambiente, derechos humanos, etc. Para Mitjans estos changemakers (impulsadores del cambio) puede ser cualquiera que decida conseguir cambios positivos en su entorno, aunque sea por delante del interés económico.
Según esta tejedora de alianzas, el ser humano nunca ha sido tan consciente de su influencia en el entrono y de su capacidad para cambiar las cosas. Pone el ejemplo de los Emprendedores Ashoka: "Confío en el efecto multiplicador de las personas que generan cambios, porque si no tú, ¿quién? Si no ahora, ¿cuándo?". Porque como templa: "Ante la policrisis actual está la polioportunidad".
La ONU ha agrupado los retos a los que se enfrenta la sociedad en 17 objetivos, pero nadie puede encontrar soluciones a todos esos problemas solo. Para ello, Mitjans afirma que las alianzas y la cooperación son necesarias (ODS 17): "Es el objetivo del ego decreciente, permite que los dieciséis anteriores sean posibles".
Y pone el ejemplo inspirador de Chrstina Figueres, ex secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Figueres pudo liderar las negociaciones que desembocaron en el mayor acuerdo vinculante del clima: El Acuerdo de París 2015.
Impulsadores del cambio
El reto personal de Alexandra Mitjans es "hacer accesible ese ascensor social del cambio", del que mucha gente habla, pero parece a veces tiene un cartel de 'fuera de servicio' y algunos que tienen que subir por la escalera. Ella cree que "el ser humano es bueno, generoso y busca el cambio por naturaleza". Aun así, reconoce que "no todos tenemos las mismas oportunidades o el privilegio para ejercerlo".
La oenegé apoya proyectos emprendedores que tienen un toque social, como el de Federico Armenteros, que apoya a personas mayores homosexuales que se encuentran solas. Él mismo salió del armario cuando tenía 36 años y, cuando llego a los 50, se vio en la crisis del 2008 sin trabajo y como educador social con jóvenes vulnerables. Según él, un triple dilema: gay, mayor, y parado.
Por eso, basado en su propia experiencia, decidió solventar un problema que seguro no era solo suyo. Creó la Fundación 26 de diciembre, que está ponen en contacto mayores pertenecientes al colectivo LGTBIQ+ para que se puedan ayudar los unos a los otros en temas laborales, búsqueda de casa o incluso acompañarse en situaciones de indefensión o sinhogarismo.
Otro caso inspirador fue el de Roser Ballesteros, que ha diseñado una técnica de aprendizaje para educación primaria que mejora los resultados, ayuda la autoestima de los niños y mejora su actitud. El método está inspirado en pensamiento creativo a través de las historias visuales.
Su objetivo es mejorar la comunicación de los alumnos, ser capaces a formar pensamientos nuevos y originales, y transmitirlos de forma adecuada. Para el éxito de la idea y poder aplicarla en las escuelas, Roser creó la plataforma digital Pictoescritura.
Ashoka busca que esas personas tengan acceso a las oportunidades. Por ahora han conseguido que 3843 emprendedores y emprendedoras de los cinco continentes hayan llevado sus proyectos adelante. Bill Drayton, fundador y CEO de Ashoka dijo: "Los emprendedores sociales no se conforman con dar un pez o enseñar a pescar. No descansarán hasta haber revolucionado la industria pesquera".
Todos estos son ejemplos de que ideas innovadoras funcionan para conseguir el cambio hacia algo mejor. Alexandra Mitjans firmemente cree que los retos actuales se pueden superar si "trabajamos en comunidad. En red. Si unimos fuerzas". Los problemas no se solucionarán solos y, como ella dice, el mundo en 30 años seguirá siendo incierto y con nuevos conflictos, por eso solo las alianzas permitirán a la sociedad ser más fuerte y resiliente.