En España, 206.944 personas están diagnosticadas con diabetes de tipo 1. La mayoría de quienes lo padecen se estrenan en esta enfermedad antes de los 15 años. Esto se traduce en que 1 de cada 42 familias convive con, al menos, una miembro con este tipo de patología. Una cifra que, cada año, aumenta en un 2,5%

Según un estudio publicado por la revista The Lancet Diabetes & Endocrinology en 2021 eran 8,4 millones de personas los que afrontaban su día a día con este diagnóstico. Sin embargo, las previsiones no son mucho más esperanzadoras, al contrario. Los expertos estiman que, para 2040, esta cifra aumentará entre los 13,5 y los 17,4 millones de pacientes

Para los pocos que no la conozcan, la diabetes es una enfermedad crónica que se produce, en el caso del tipo 1, cuando el páncreas no produce suficiente insulina o, respecto al tipo 2, cuando el cuerpo no es capaz de utilizar de forma eficiente la que este produce. 

La insulina es la hormona encargada de regular el azúcar en el organismo y resulta esencial para el cuerpo humano, ya que ayuda a que la glucosa penetre en las células para suministrar energía

Aunque, de mantenerse controlada, no se trata de una enfermedad con altas tasas de mortalidad, un mal seguimiento de la misma puede tener importantes consecuencias para la salud, tales como la ceguera o cardiopatías. 

Es precisamente la ausencia de una cura definitiva a esta patología, cuya tasa de afectados incrementa en, aproximadamente, 1.100 personas nuevas cada año en España, que la Fundación DiabetesCERO se ha propuesto el objetivo de encontrar una solución y mejorar la vida de quienes padecen esta enfermedad. 

Un cambio en el enfoque

DiabetesCERO se identifica como la fundación líder en España. "La misión es conseguir una cura para esta patología y estamos convencidos de que la investigación es el único camino para encontrarla", indica Sandra Campinas, directora de la institución desde febrero de este año. 

Imagen de una niña pinchándose insulina. @diabetescero_espana

Y es que Campinas se ha coronado como el nuevo fichaje estrella de la organización. Empezó su carrera en el sector privado, pero poco tardó en darse cuenta de que necesitaba algo más. Fue entonces cuando comenzó a explorar otras opciones y terminó cayendo en lo que se conoce como el tercer sector

Dedicó 17 años de su vida a la ONG Oxfam Intermón y, de ahí, pasó a Educo ONG y a World Animal Protection. Al tiempo, comenzó a buscar un nuevo reto que le implicase salir de su zona de confort y así, hace cinco meses, comenzaba como directora en la Fundación DiabetesCERO. 

Fue en ese momento cuando, desde la organización, tomaron un nuevo rumbo en su camino, con el foco puesto en destinar más fondos hacia la investigación de la diabetes de tipo 1. "En cinco años queremos llegar a cuatro millones de captaciones anuales. Eso nos permitirá ampliar nuestras vías de investigación. Cuantas más vías tienes, más posibilidades hay de encontrar una cura", confiesa Campinas. 

Una enfermedad olvidada

A pesar de ser una patología muy presente en el día a día de miles de personas, son pocos los fondos públicos destinados a esta cuestión. En el caso de DiabetesCERO, tan solo un 1,7% de la aportación económica que recibe pertenece a fondos gubernamentales. 

"La diabetes queda en segundo plano y estamos haciendo campaña para cambiar la perspectiva. Es una enfermedad crónica, no está solucionada y todavía conlleva graves riesgos para los pacientes", indica la mujer al mando. 

Si bien es cierto que, en rasgos generales, esta condición no impide una vida aparentemente normal, un diagnóstico tardío o un mal control de los niveles de glucosa, pueden traducirse en importantes complicaciones. Desde un coma diabético, resultado de una hipoglucemia, hasta a infartos o, incluso, amputaciones, esta enfermedad puede volverse en una auténtica pesadilla, casi sin darte cuenta. 

En 1921, un equipo de investigadores canadienses descubría la molécula de la insulina, dando un giro total hasta lo que entonces era la enfermedad. Ahora, más de cien años después, los expertos aseguran que nos adentramos a otra gran época de cambios. 

"Entramos en una nueva era, que es la de encontrar maneras de modular el sistema inmunitario. A veces, este deja de funcionar y empieza a atacar a las células que produces", explica Campinas. 

Objetivo: encontrar una cura

"Las personas que la sufren tienen una vida muy condicionada y aparece en edades muy tempranas, entre los 8 y los 14 años. En un niño, es vivir el resto de su vida condicionado a controles de glucemia muy frecuentes, durante 24 horas al día y 365 días al año", matiza la directora de DiabetesCERO. 

Es por ese motivo que desde la Fundación centran todos sus esfuerzos en encontrar una cura y, con el objetivo de dejar de lado la dependencia a la insulina, han optado por apoyar el talento joven. Para ello, han financiado dos becas de 50.000 euros para estas futuras promesas. 

"En la medida que podamos, queremos encontrar nuevas vías de innovación y de investigación, más innovadoras y más disruptivas", señala Sandra Campinas. "Queremos que los pacientes tengan una vida mucho más libre, despreocupada, relajada y con menos riesgo", añade.

Otra de las medidas puestas en marcha, desde el cambio de dirección, ha sido la reactivación de una campaña de firmas para aumentar los fondos destinados a la investigación. Aunque todavía con un largo camino por delante —han conseguido 40.000 de las 500.000 firmas que necesitan para presentarlo ante el Congreso de los Diputados—, la fundación no cesa en su actividad. 

"Necesitamos una captación de fondos continuada y en crecimiento para poder apoyar a proyectos de investigación biomédica", concluye Sandra Campinas.