El espíritu crítico y el alma locuaz de Federico Mayor Zaragoza eran —y siempre lo serán— sus marcas de la casa. El que fuera ministro de Educación y Ciencia durante el Gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo, exdirector general de la UNESCO y presidente de la Fundación Cultura de Paz moría ayer, jueves 19 de diciembre, a los 90 años.
Pero claro, una figura tan relevante en el panorama nacional e internacional rara vez nos deja del todo una vez que se ha ido. Y es mucho lo que unía —y, aunque suene osado, unirá en el futuro— a ENCLAVE ODS y a Mayor Zaragoza. Pues en los últimos tres años ha sido una pieza clave de, por ejemplo, el Observatorio de los ODS que ENCLAVE ODS, EL ESPAÑOL e Invertia organizan todos los años en el CaixaForum de Madrid.
Fue en el primero de esos foros, allá en septiembre de 2022, cuando el también farmacéutico, profesor y poeta dijo aquello de que "la paz, en el fondo, es un comportamiento cotidiano". Porque, como solía decir, "la mayor expresión de cultura es cómo nos comportamos día a día".
Y es que la paz y la cultura iban de la mano para Mayor Zaragoza. No por nada, al frente de la UNESCO, promovió la Declaración y el Programa de Acción sobre una Cultura de Paz, como también el Manifiesto 2000 o la Década de la cultura de la paz y la no violencia. Pues una de sus mayores preocupaciones era el entorno en el que crecían y se educaban los niños y niñas del mundo.
Crítico con todas las cuestiones importantes de la vida y siempre propositivo en sus comentarios, Mayor Zaragoza habló también en el I Observatorio de los ODS sobre el papel actual de Naciones Unidas como principal promotora del multilateralismo.
Sobre esta institución, Mayor Zaragoza aseguraba que el diseño que hizo Roosevelt "es perfecto, pero si se le da el veto a cinco países, la organización queda inhabilitada". Y lo explicó: "Ya no impera la fuerza de la razón, sino la razón de la fuerza".
Asimismo, sobre la Unión Europea, como otra muestra de multilateralismo, consideraba que "se ha debilitado tanto que hoy en día no pinta nada". Pues "si la UE tiene veto y la ONU tiene veto, estamos inhabilitados frente a la acción".
Y es que la mayor inquietud de Mayor Zaragoza era que el mundo siguiese moviéndose en la dirección adecuada. Que los países se uniesen para promover esa cultura de paz de la que siempre hablaba.
Porque, como dijo en esa primera cita de este vertical, "es urgente que tengamos un nuevo concepto de seguridad". Cual eco suenan sus palabras y preguntas al respecto: "Hemos aceptado un concepto de seguridad territorial que cada día consume 4.000 millones de dólares, pero, ¿y la gente que vive en estos territorios?, ¿quién los alimenta?, ¿quién los dota de agua potable?, ¿qué educación tienen?".
Cuestión de riqueza
Pero esa no fue la única vez que Mayor Zaragoza se subió al escenario del CaixaForum de Madrid, ni mucho menos. El pasado 2023 acudió puntual a esta cita de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para realizar una reflexión que arroja luz sobre las dimensiones de la pobreza estructural, que se extiende más allá de las fronteras, y que provoca desigualdades en todo el mundo.
Su vasta experiencia en asuntos de Estado y de trascendencia internacional, hizo que Mayor Zaragoza identificase el problema de manera sencilla: hay ricos muy ricos y pobres muy pobres. Y dijo al respecto: "El drama de la inmigración, el que no atendamos a los refugiados, el mirar hacia otro lado, pero que sigamos siendo nosotros la causa de la carencia de medios para los emigrantes a escala mundial".
Por eso, apostaba por "ver dónde están las raíces de toda esta situación" para atajarla, cortarla antes de que germine. Y precisamente por eso criticó duramente al G8 y lo tildó de "organización plutocrática y supremacista".
Su crítica se centró específicamente en sus "políticas egoístas", como las relacionadas del coltán en África. Pues en lugar de compartirlo con los africanos, señaló, lo que han hecho es apoderarse de él.
Ante la pregunta de cómo acabar con la pobreza, sobre todo aquella que se hereda, el ex director general de la Unesco destacó, tajantemente, que "para eliminar la pobreza hereditaria hay que eliminar la riqueza hereditaria".
Cultura de paz
Muy relacionado con la pobreza y la riqueza está la paz. Esa que, como dijo Mayor Zaragoza este mismo septiembre en el III Observatorio de los ODS, es más que la ausencia de conflicto. Pues varios momentos de la historia propiciaron la paz, no siempre con éxito para la democracia.
"Desde el origen de los tiempos, lo que ha faltado es democracia. Cuando decían 'si quieres la paz, prepara la guerra'. Fue lo que hicimos durante siglos", explicaba. Y recordaba el caso de la Primera Guerra Mundial y de la Sociedad de Naciones, que no impidió la Segunda Guerra Mundial. O cómo la aplicación de la Carta de las Naciones tampoco fue fructuosa.
"Quien ha mandado, ha vetado cualquier decisión. Es una vergüenza", recordaba el político en el CaixaForum de Madrid. E instaba a los más jóvenes a actuar: "Ha llegado el momento de que la juventud se acerque a las fuentes que les permitan ser actores en el futuro".
Hacía, además, una especial mención al papel de las mujeres en el multilateralismo. "Ahora nos reconocemos igual en dignidad", y por eso deben estar en todas las mesas, en todos los pactos, en todas las negociaciones.
Para Mayor Zaragoza la integración de los jóvenes es fundamental para construir un futuro de paz. La participación ciudadana inclusiva, clave para construir una democracia justa.
"Si queremos cambiar el futuro, hay que fomentar la participación y contar con la juventud. Se ha perdido la inmensa capacidad de inventar. La solución es pensar en lo que nadie ha pensado. Lo pueden hacer los jóvenes que desde el primer momento se han dado cuenta de que están incluidos como actores de los grandes cambios, ha llegado el momento de no guardar más silencio", subrayaba.
Por lo tanto: "La educación es ser libres y responsables. Estamos llegando a punto de no retorno, por lo que no debemos olvidar una cosa: la esperanza es recordar que cada uno de nosotros es capaz de crear".
Hora de actuar
Ahora que ya no está, es el momento de predicar con el ejemplo, de seguir sus pasos para construir, entre todos, esa cultura de paz, esa democracia justa, ese mundo más habitable.
Es hora de tomar las palabras que escribió en este vertical y llevarlas a la práctica:"¡No más espectadores! No más receptores obedientes y resignados. La transición desde una cultura de guerra a una cultura de paz exige otra transición profunda, personal: la de súbditos a ciudadanos participativos, a ciudadanos educados que actúan en virtud de sus propias reflexiones, que no se dejan ganar por lejanísimas instancias de poder mediático".
"El poder mediático que, unido al militar, económico y tecnológico, tiene atemorizada a buena parte de la humanidad, debe recibir ahora un mensaje firme y claro: el tiempo del silencio ha concluido".
Desde ENCLAVE ODS proponemos al lector recorrer ese camino juntos. Y hacerlo como dijo Federico Mayor Zaragoza: poniendo "en práctica la Agenda 2030".