Así es la "sociedad cansada", según Enfermera Saturada: "Se nos ha vendido que tenemos que estar siempre activos"
- El sanitario Héctor Castiñeira, que está detrás de este archiconocido perfil de redes sociales, analiza los motivos del agotamiento crónico español.
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"Somos una sociedad cansada", dice Héctor Castiñeira (Lugo, 1982) al otro lado del teléfono. Más conocido en redes como Enfermera Saturada, este sanitario gallego lo tiene claro: "Cuando hablas con pacientes o con amigos y preguntas '¿qué tal?', se repite mucho eso de 'cansado'".
Precisamente porque hace tiempo que se dio cuenta de que algo no iba bien, empezó a indagar en el porqué de esta situación. El resultado se convertía a finales de año en libro.
En ¿Quién se ha llevado mi energía? (Plaza & Janés, 2024) plantea, como él mismo dice, "una serie de puntos que pueden ser importantes para recuperar la vitalidad" perdida. Porque, dice, ni acabamos de entender muy bien el tipo de cansancio que sentimos, ni somos conscientes de las herramientas necesarias para combatirlo.
Pregunta: ¿Podríamos decir entonces que vivimos en la era del cansancio?
Respuesta: Por desgracia casi se puede decir que sí, porque según las encuestas, el 60% de los españoles se encuentra cansado en su día a día. Cansado y agotado. Encontrarte falto de energía a última hora es lógico; tiene una causa, que llevas ya todo el día trabajando, con actividad. Pero no lo es tanto si estás cansado a media mañana o si al mediodía notas que ya te has quedado sin energía. Ahí estamos ante un problema importante.
P.: ¿Cuáles serían las causas de esta 'cronificación' del cansancio?
R.: Una de las posibles causas puede ser la falta de sueño o de descanso adecuado. Y es que tanto los expertos en sueño como la Organización Mundial de la Salud nos recomiendan a todos los adultos dormir unas siete u ocho horas al día. De sueño y de descanso. Porque te puedes meter en la cama, pero ni dormir ni descansar.
Ni con Morfeo ni sin él
Esa falta de descanso tiene consecuencias. Lo ilustra con un ejemplo: "Es como cuando pones el móvil a cargar. Si lo cargas cinco minutos, coge un poquito de batería; pero para tener la carga al 100%, el teléfono necesita horas. Pues nosotros exactamente igual".
Además, insiste en que "no somos conscientes realmente de todas las funciones que tiene el sueño". Por eso, se juega con él y se pospone, se habla de recuperarlo o se deja en segundo lugar. Eso sí, indica que la raíz de este "problema colectivo" es aún más profunda.
"Se nos ha vendido que si no eres totalmente productivo, si no tienes todas las horas del día ocupadas con actividades, con el trabajo…, si no estás continuamente haciendo cosas, no puedes ser una persona de éxito". Enfermera Saturada asegura que las redes sociales, donde él lleva más de una década divulgando, es un caldo de cultivo de esta manera de pensar.
"Los reels de Instagram te dicen que si quieres ser una persona de éxito, tienes que estar todo el día trabajando y no parar un minuto de hacer cosas. Y eso es un error", dice. Sin embargo, esa lógica lo único que hace es conducirnos a la sobrestimulación, lo que nos lleva de cabeza a los diez tipos de cansancio de los que habla en el libro.
Tipos de cansancio
- Físico
- Fisiológico
- Mental
- Espiritual
- Social
- Emocional
- Sensorial
- Por la rutina
- De ti mismo
- Por enfermedad
Castiñeira insiste en que "parece que todos los días tenemos que quedar y hacer planes". De lo contrario, no somos productivos o sociales. Pero eso no es lo que el cuerpo —ni el cerebro— necesita. Por eso repite: "Parte del problema es que se nos ha vendido que tenemos que estar siempre haciendo cosas y siempre activos".
Cansados de hablar
Castiñeira asegura que, como sería de esperar, el cansancio físico y el mental son los más frecuentes. Sin embargo, destaca un tipo que tiene "relación directa con las redes sociales y WhatsApp", entendido como tal. Se trataría del "cansancio social". Porque, dice, las app de mensajería y las redes nos sobrecargan de estímulos que se unen a esos inevitables que se producen en el trabajo y en la vida.
"Te pasas el día con obligaciones y compromisos sociales que pueden llegar a agotarte", indica Enfermera Saturada. Hace, así, referencia a las conversaciones de WhatsApp que se dan dentro y fuera de la oficina, y las interacciones tanto online como en persona.
Y continúa: "Te ves rodeado durante horas de gente con la que te ves obligado a interactuar, ya sea a través de redes sociales o de forma presencial. Y al final no tienes ni un ratito para ti, para dedicarte una hora al día a leer, o a caminar, o a hacer algo que no requiera contacto con nadie".
La sobrestimulación nos priva, por tanto, de la soledad positiva. Esa que, dice Castiñeira, es "muy beneficiosa cuando es buscada". Además de "necesaria", matiza.
Más allá del cansancio social que, dice, es "muy habitual en nuestra sociedad ahora mismo", el sanitario pone sobre la mesa otro tipo, "el cansancio de ti mismo". Y le da sentido a su definición: "Cuando estás autoexigiéndote demasiado continuamente y estás siendo el mayor crítico de ti mismo, al final te hartas".
Es en ese momento cuando "necesitas bajar un poquito de intensidad, descansar de esa sobrepreocupación permanente para poder encontrarte contigo mismo". Solo así, dice, se consigue "estar en paz". Vamos, que la clave sería dejar de "ser tan crítico contigo y liberarte un poquito de exigencias y de presiones".
El buen descanso
Descansar, dice Castiñeira, "es algo que todavía no sabemos dominar". Probablemente esa afirmación conlleve más de un arqueo de cejas. Todos descansamos, pero parece que no lo hacemos de la manera adecuada.
"El ser humano primitivo, cuando necesitaba descansar, lo que hacía tumbarse, dormir y descansar. Pero la sociedad ha avanzado, no somos los mismos ahora que hace 200 años, porque tenemos otra serie de estímulos", recuerda Enfermera Saturada. Sin embargo, "seguimos descansando igual que descansaban nuestros antepasados".
Para Castiñeira la clave estaría en "cambiar la forma de descansar". Y, sobre todo, antes de hacerlo, observar y analizar cuál es el origen de ese cansancio que sentimos.
"Si tú has estado toda la mañana respondiendo correos electrónicos y hablando por teléfono, no estás cansado físicamente, no necesitas tumbarte en el sofá y ver una película. Lo que necesitas es descansar de otra forma diferente al que ha estado toda la mañana repartiendo paquetes", explica. De lo contrario, "no nos servirá de nada descansar porque seguirás igual de cansado".
La paradoja del sueño
Según las últimas estadísticas, más de la mitad de los españoles duerme menos de lo que debería. La cifra se eleva a más del 70% en la franja de edad entre los 18 y los 34. Eso, matiza Castiñeira, provoca que se recurra "cada vez más a fármacos hipnóticos y sedantes para poder descansar".
Esa es la realidad de nuestro país, donde, explica, no se acaban de entender las funciones del sueño. Y eso que estas, dice Enfermera Saturada, son "importantísimas tanto a nivel mental como a nivel físico".
Y lo explica con un ejemplo muy ilustrativo: "De poco sirve que tú te mates a levantar pesas en el gimnasio si luego no duermes, si no descansas". El motivo, dice, es sencillo: "El músculo no va a crecer en el gimnasio, sino que lo hace durante el sueño".
Porque es en ese periodo de tiempo que le dedicamos a Morfeo cuando las defensas "mejoran" y "el cuerpo aprovecha las fases profundas de sueño para repararse". Además, "muchas veces nos preocupamos del peso y queremos bajarlo. Y dormir bien, lo suficiente, ayuda a no engordar".
¿Cómo lo hace? A través de dos hormonas de las que Castiñeira habla en profundidad en el libro: la grelina y la leptina. "El día después de una noche de fiesta en la que hemos dormido pocas horas, ¿qué apetece? Una hamburguesa, pizza… No te apetece brócoli".
Esto, dice, sucede por estas dos hormonas: "Porque lo que van a hacer es, una, que notes esa sensación de saciedad más tarde. Y otra, que tengas más tendencia a consumir alimentos ricos en grasas y carbohidratos".
Pero es que, además, el sueño juega un papel fundamental: tiene "una función imprescindible a nivel memorístico". Y es que Morfeo es, una vez más, el encargado de fijar la memoria temporal y convertirla en permanente. También de eliminar traumas.
"Incluso regula nuestro ánimo". Así que, insiste, "no sirve de nada dormir una noche cuatro horas y recuperarlo el fin de semana". Porque, concluye, "las horas de sueño no se recuperan. Esto no funciona así".