Un gesto tan sencillo como elegir el autobús correcto puede darnos la vida en las ciudades, donde 9 de cada 10 personas respiran aire contaminado, como recuerda la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Barcelona, por ejemplo, ya circulan de forma regular autobuses que, a partir de la luz solar, transforman el oxígeno y el vapor de agua de la atmósfera en agentes limpiadores de partículas contaminantes, como los gases de efecto invernadero.
Tan fácil como una pintura, tan natural como la absorción de luz y tan necesario como la purificación del aire. El proceso se conoce como fotocatálisis y es la tecnología emergente que convierte autobuses, marquesinas, fachadas, camiones y cualquier mobiliario urbano en un descontaminante natural.
Se trata de una película de agua y nanopartículas de dióxido de titanio que se aplica sobre el vinilo que empapela con publicidad, por ejemplo, los autobuses. Así se produce la fotocatálisis, una reacción química similar a la que realizan las plantas naturales con el CO₂, pero que además de compensar las emisiones de los vehículos, purifica de bacterias, mohos y malos olores.
“Esta película se puede aplicar en cualquier superficie, por lo que es una solución ideal para transformar la publicidad ya existente en un elemento que impacte positivamente en el medio ambiente y en los seres vivos”, explica Ramón Glieneke, CEO y fundador de Planthia, que ha elegido esta manera para publicitar su empresa sostenible en las ciudades.
Sergi López, CEO y fundador de Greenin, la empresa catalana de publicidad exterior que comercializa estos vinilos que purifican el aire en los autobuses, explica que “un metro cuadrado de publicidad purifica el aire como un árbol adulto y, por lo tanto, un autobús purifica como 24 árboles adultos". Y exclama: "Encima, ¡dando vueltas por las calles de una ciudad como Barcelona! ¿No es fantástico?".
López explica que esta compensación se produce es eliminando gases de efecto invernadero como el óxido nítrico o el dióxido de nitrógeno. Este último, asegura, "es el más contaminante en ciudades".
Reciclaje sostenible de lonas
Según el protocolo Órbita que lleva a cabo Greenin, una vez retirada la campaña, todos los residuos se reciclan y certifican a través de una empresa homologada. Además, se prioriza la utilización de los vehículos menos contaminantes de la flota, es decir, los híbridos y eléctricos.
También los camiones se apuntan a esta tendencia de aprovechar la pintura de las lonas para descontaminar. Eco Trucksters By Taruga combate la contaminación en las carreteras con el primer camión de mercancías convertido en una obra de arte ecosostenible.
Para su creación se ha contado con la marca española de pintura fotocatalítica Graphenstone. “Por los metros del mural, este camión absorbe el mismo CO₂ que un árbol durante 3 meses. Aunque la mayor parte de la absorción se produce durante las primeras semanas, el mural nunca dejar de absorber dióxido de carbono mientras circula”, explica Gabor Balogh, cofundador y director de Crecimineto de Trucksters.
Esta ecopintura se puede adquirir, como la pintura convencional, en grandes superficies como Leroy Merlyn. “Absorbe CO₂ en su proceso de carbonatación mediante una cal artesanal obtenida en hornos de leña milenarios, con un ciclo 100% natural y respetuoso con el medio ambiente, que devuelve al mercado una tradición que había quedado olvidada”, explica Antonio León Jiménez, presidente y director de Tecnología en Graphenstone.
“Además, hacemos uso de la tecnología de grafeno para conseguir materiales más eficientes, adaptados a las nuevas exigencias de un mercado cada vez más comprometido con modelos sostenibles de producción,” añade.
No hay que olvidar de que este tipo de pintura no sólo descontamina, sino que mejora el bienestar y se puede usar en cualquier fachada. Existen varios proyectos realizados a nivel nacional, como la rehabilitación de la fábrica de Cruzcampo en Sevilla o el Hotel Five Flowers de Formentera, quée lo demuestran.