Aunque para muchos españoles pensar en el lugar más caluroso del mundo puede llevarnos a pensar en el verano de Sevilla, la realidad es que el lugar más caluroso del planeta nos lleva directos a viajar hasta el mismísimo Valle de la Muerte en el estado de California, Estados Unidos. Uno de los lugares más áridos y calurosos del mundo, donde se ha llegado a registrar el récord de temperatura más alta a nivel mundial el 10 de julio de 1913, cuando se alcanzaron los 56,7 °C en Furnace Creek, según datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Unos registros de temperatura asfixiantes que parecen sacados de otro planeta y que tendrían mucho que ver con la profundidad y forma de este lugar, pero también con los factores climáticos y atmosféricos específicos de esta región. Te contamos todo sobre el catalogado como lugar más caliente del planeta Tierra.
Reclamo turístico
Para conocer el Valle de la Muerte, no solo tendrás que trasladarte al estado estadounidense de California, sino también prepararte para vivir una de las experiencias más calurosas y asfixiantes que puedan imaginar. Y es que las temperaturas de este valle pueden llegar a ser extremadamente altas, sobre todo en los meses de verano y tomando de referencia ese máximo de 56,7 °C registrados en julio de 1913. Una temperatura que aún no se ha visto superada en este lugar, pero que nos acerca una ligera idea del clima extremo que podremos encontrar en el Valle de la Muerte.
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Sus temperaturas diurnas en los meses calurosos de verano suelen superar los 49 °C con bastante frecuencia, mientras que las temperaturas nocturnas más habituales pueden llegar a ser también significativamente altas, en torno a los 32 °C o más.
Unas temperaturas extremas que hacen del Valle de la Muerte un lugar desafiante y peligroso, tanto para la vida silvestre, como para todo aquel que se acerque a conocerlo, sobre todo por las condiciones extremas de calor y sequedad. Pero llama la atención, que aun así, este valle sigue atrayendo cada año a miles de turistas de todo el mundo.
Y es que, según un artículo de ABC News, el flujo de turistas que han llegado a visitar el Valle de la Muerte para experimentar este récord de temperatura sigue aumentando, con más de 1,1 millones de personas que visitan este parque cada año. Siendo una quinta parte de todas ellas las que lo hacen precisamente durante el verano y en plena ola de calor.
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Turistas a los que no se les garantiza el rescate en caso de emergencia. De hecho, aunque los guardabosques patrullan las calles del parque y pueden ayudar a los turistas en apuros, no hay garantía de que los turistas perdidos puedan recibir ayuda a tiempo, precisamente por la peligrosidad y lo extremo de sus temperaturas.
Aun así, cada año aparecen nuevas víctimas en este valle, donde muchos se siguen sintiendo tentados a explorar, incluso después de los tiempos límite sugeridos por las autoridades.
La razón de las temperaturas
Sabemos que el Valle de la Muerte alcanza algunas de las temperaturas más altas de la Tierra, pero ¿a qué se debe esta climatología tan extrema? La respuesta la encontramos en que esta región desértica del este de California debe sus temperaturas abrasadoras a una combinación de factores geográficos, climáticos y atmosféricos que convergen para crear un ambiente único y extremadamente caliente.
Por un lado, la topografía juega un papel fundamental, ya que en el Valle de la Muerte nos encontramos con una altitud excepcionalmente baja, con algunos de los puntos más bajos alcanzando hasta lo 86 metros por debajo del nivel del mar. Una posición geográfica que provoca una compresión del aire descendente hacia la cuenca, algo que a su vez genera un calentamiento adicional del aire y contribuye a esas altas temperaturas.
La radiación solar intensa también es un factor esencial. De hecho, el cielo despejado y la baja humedad atmosférica en la región permiten que una cantidad sustancial de esta alcance la superficie terrestre. Esta radiación, abundante y no bloqueada por las nubes, calienta la tierra y el aire de manera extrema.
Otra característica de este lugar, en este caso bastante distintiva, es que en el Valle de la Muerte existe la inversión térmica. Esta condición se da cuando una capa de aire caliente se encuentra en la parte inferior de la atmósfera, atrapando el aire más fresco en altitudes superiores. Una inversión térmica que funciona como una especie de tapa, atrapando el calor cerca del sueño y evitando que se disperse, algo que contribuye aún más a elevar las temperaturas.
Por otro lado, el tipo de suelo y el terreno también desempeñan un papel importante. En este caso, el suelo rocoso y arenoso del valle es capaz de absorber rápidamente el calor durante el día y liberarlo lentamente durante la noche, manteniendo un ciclo de calor constante. A su vez, la falta de vegetación y la baja humedad atmosférica en esta zona reducen la evaporación y la liberación de humedad, dando aún más la sensación de calor intenso.
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Unos factores, que en definitiva crean un entorno de calor extremo en el Valle de la Muerte.
Sus piedras se mueven solas
El Valle de la Muerte también es conocido por albergar un llamativo fenómeno por el que aparentemente las rocas se desplazan por el suelo a su antojo, incluso sin importar cuál sea su peso (algunas llegan a pesar más de 45 kilos).
Este es un fenómeno que fue observado por primera vez en 1940 y del que en más de 70 años nadie supo dar una explicación convincente de por qué estas piedras podían moverse por todo el valle, dejando un llamativo rastro detrás. Aun a pesar de este tiempo sin respuestas, en 2014 unos investigadores estadounidenses pudieron resolver el misterio.
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La explicación tiene mucho que ver con el invierno, pero sobre todo con la llegada de la noche, cuando las temperaturas descienden ostensiblemente y si previamente ha llovido. Esta lluvia suele dejar un manto fino de agua sobre la superficie de este valle que puede congelarse al llegar la noche en invierno, creando una fina capa de hielo apenas imperceptible.
Al amanecer ese hielo empieza despacio a derretirse y fragmentarse, un factor que combinado con un poco de viento puede hacer que estas placas heladas se muevan y por consiguiente también las rocas.
Otro fenómeno más que convierte al Valle de la Muerte en uno de los lugares más misteriosos, peligrosos, atractivos y extremos del planeta. ¿Te atreverías a visitarlo?