La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIREF), el organismo creado en 2013 para controlar que se cumplen los objetivos de reducción del déficit, se ha puesto a buscar los motivos del optimismo del Gobierno con los ingresos de la Seguridad Social y no los encuentra. Los 117.242 millones de euros incluidos en los Presupuestos de 2016, necesarios para cumplir con el objetivo de déficit del 0,3% del PIB y que suponen un incremento del 10% respecto a la previsión para 2015, no son creíbles por mucho que crezca la economía. Tampoco hay medidas adicionales previstas que los justifiquen.
Son un borrón que se paseará hoy por el Senado en el Debate de los Presupuestos sin que nadie lo enmiende. Según Francisco de la Torre, inspector de Hacienda y autor del programa fiscal de Ciudadanos, con la evolución actual el déficit de la Seguridad Social del próximo ejercicio "puede alcanzar el 1% del PIB", es decir, más de 10.000 millones de euros. En su opinión, "al ritmo actual de crecimiento de las cotizaciones, cerraríamos 2016 con una recaudación de 100.234 millones: 17.000 millones menos que la previsión oficial".
La Airef confirma este temor en su informe sobre Presupuestos difundido esta semana. "Existe un alto riesgo de desviación del objetivo" de 2016 que se sumará a la que ya está prevista en el presente ejercicio, alerta. La caja común destinada a pagar pensiones, prestaciones por desempleo, bajas por enfermedad y a alimentar el Fogasa hace aguas y el Gobierno lo ignora en sus previsiones.
El hundimiento de la Seguridad Social
"Los Fondos de la Seguridad Social han sufrido un empeoramiento progresivo de su posición financiera desde el inicio de la crisis en 2008 hasta incurrir en un déficit apreciable que la reciente recuperación económica no ha sido capaz de reconducir", explica la Airef, dirigida por el exjefe de estudios económicos de BBVA, José Luis Escrivá.
Atrás quedaron los años en que el superávit de la Seguridad Social saltaba la barrera psicológica de los 14.000 millones de euros anuales, como ocurrió en 2007 y 2008. Desde 2011, la cifra de ingresos anuales no da para cubrir los gastos y ese desfase negativo alcanzó en 2014 su punto máximo (hasta ahora): 13.672 millones.
Como explica la Airef, las causas del creciente déficit de la Seguridad Social son bien conocidas, no hay razón para que el Gobierno no sea consciente de la magnitud del problema. La primera es el desempleo, todavía en cifras inasumibles.
La segunda se encuentra en el proceso de devaluación interna, es decir, las leyes que propiciaron la rebaja de salarios o la sustitución de empleados más caros por otros con condiciones más precarias y por tanto con menos cotización. El propio secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, se ha referido en alguna ocasión a este problema al señalar que la renta durante la crisis ha caído un 7%.
La tercera hay que buscarla en las consecuencias del propio déficit de la Seguridad Social. Como los ingresos de las cotizaciones de empleados y empleadores no son suficientes para cubrir los gastos, el Gobierno ha recurrido una y otra vez a la llamada hucha de las pensiones, el Fondo de Reserva. Como la hucha es menor, también lo son los rendimientos que dan los activos en los que se invierten sus fondos (básicamente deuda del Tesoro).
Empleo a costa de las pensiones
El cuarto motivo de los problemas de la Seguridad Social para aumentar sus ingresos es que el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha cargado a sus espaldas las políticas de fomento del empleo, en lugar de dotar partidas de los presupuestos derivadas de los impuestos generales. Rajoy le cogió gusto a anunciar en el Debate sobre el Estado de la Nación sus planes para bonificar al empresario que crease empleo. La buena noticia no iba a cargo de cualquiera de los compartimentos de la Seguridad Social.
Las pensiones se llevaban siempre la peor parte. Han sido las cotizaciones destinadas a pensiones y bajas por enfermedad común (lo que se llaman contingencias comunes) las que se han rebajado a cambio de empleo, mientras se mantenía el mismo nivel de cotizaciones para cubrir las enfermedades profesionales, el desempleo, la aportación al Fogasa y la formación profesional.
La hucha menguante
El déficit de la Seguridad Social revierte directamente en la hucha de las pensiones. ¿Por qué? El Fondo de Reserva se creó en época de José María Aznar para ir acumulando los superávits de la Seguridad Social. Este colchón llegó a sumar 66.815 millones de euros a finales del año 2011. Y pudo ser mayor.
El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero utilizó más de 14.000 millones (que debieron ir a la hucha) para pagar prestaciones por desempleo en los años 2008 y 2009. Mariano Rajoy quitó el tope de retirada y empezó a utilizar el Fondo cada año un poco más. En 2012 fueron 7.000 millones. En 2013, 11.648 millones. En 2015, 15.300 millones. Este año, según los Presupuestos Generales del Estado, se prevé utilizar 8.447 millones.
La losa de las pensiones
El problema para el Gobierno de Rajoy de lo que piensa la Airef sobre sus Presupuestos para la Seguridad Social no está solo en que no se crea su previsión de ingresos, sino en que sí se cree su previsión de gastos.
La partida destinada a pensiones no ha dejado de crecer, no sólo por la incorporación de nuevos beneficiarios en un número mayor de los que salen del sistema por fallecimiento, sino también porque los que llegan tienen historias de cotización y por tanto pensiones cada vez más altas.