Cambio de estrategia en el Partido Popular para encarar el despegue sin precedentes de Ciudadanos. Tras descartar que Mariano Rajoy renuncie a ser el cabeza de cartel del PP en las elecciones generales, los dirigentes populares que diseñan desde hace meses la estrategia para revalidar la mayoría en diciembre han dado un golpe de timón esta semana, con los resultados catalanes en la mano. El auge desmesurado de Ciudadanos, que consiguió más del doble de votos que el PP en Cataluña, ha obligado al presidente del Gobierno a salir de La Moncloa para echarse a la calle e intentar frenar así el fenómeno imparable de Albert Rivera.
Para contrarrestar el fenómeno naranja, el PP apuesta por multiplicar la actividad pública del presidente y explicar, “las veces que hagan falta”, los logros de esta legislatura. “Ha sido el PP el que ha estabilizado la economía; el que ha salvado a España de la quiebra. Albert Rivera todavía tiene todo por demostrar”, insisten desde Génova, la sede de los populares.
Mariano Rajoy ha entendido el mensaje que le han mandado los catalanes y sabe que en el juego de reconquistar el voto la comunicación es esencial. Así, este jueves concede la primera entrevista en un plató de televisión tras el desastre del 27-S en Antena 3, con Gloria Lomana, y el martes ofrecerá un coloquio en el casino de Madrid patrocinado por el periódico Abc y Deloitte. Toda una declaración de intenciones para plantar cara a Albert Rivera, “25 años menor que él, sin estar quemado por gestionar un país que estuvo a punto de ser intervenido, sin estar perseguido por la corrupción”.
El único atajo que ha encontrado el PP para reconducir el voto de los desencantados es inaugurar “todo lo que se pueda inaugurar” de aquí a las generales y sacar pecho “de la buena gestión que ha hecho en una época tan dura”. En Génova defienden que Rajoy ha dado la vuelta a la situación y que ése es el verdadero cambio. “Es la verdad y hay que explicarlo para que se entienda”, apuntan fuentes del aparato nacional.
Los populares se muestran “absolutamente convencidos” de que los españoles no van a volver a las recetas socialistas, porque supondría “un disparate de extraordinarias proporciones, un viaje a ninguna parte”. Si consiguen mantener los buenos datos económicos de aquí a final de año, cuando se celebrarán las elecciones, “los ciudadanos podrán entender que si vuelven a depositar la confianza en este Gobierno los años que vienen pueden ser muy buenos”.
Descarta el 'cuerpo a cuerpo' con C´s
En Génova descartan un cuerpo a cuerpo entre Rajoy y Albert Rivera, porque saben que el catalán parte con posición de ventaja. La premisa es ignorar el fenómeno naranja y fortalecer la imagen del presidente. Se tirará de triunfalismo todo lo que se pueda: crecimiento de PIB, reforma fiscal, prima de riesgo, paro, “y se volverá a anunciar la revisión al alza de crecimiento y empleo”.
En el entorno del presidente, “la recuperación es indiscutible, firme, y cada vez más intensa: no es un espejismo ni un alarde de optimismo injustificado”. Lo más complicado es “que este mensaje cale en el conjunto de la sociedad y que ellos, los trabajadores, los autónomos, las familias, que son quienes lo han conseguido con sus esfuerzos, por fin vean síntomas de recuperación”. El tiempo, una vez más, juega en contra del reloj del presidente.