Ya ha pasado en tres ocasiones consecutivas. Los españoles dan la espalda a Televisión Española (TVE) en las noches electorales. El pasado domingo los audímetros confirmaron lo esperado: los ciudadanos eligieron La Sexta (12,2% de share) y Antena 3 (8,9%) antes que la cadena pública (6,6%) para seguir el recuento y el análisis de lo sucedido en las urnas catalanas. Lo mismo sucedió en la noche de los comicios andaluces, en marzo, y cuando se celebraron las elecciones autonómicas y municipales, en mayo.
El pasado domingo los audímetros confirmaron lo esperado: los ciudadanos eligieron La Sexta (12,2% de share) y Antena 3 (8,9%) antes que la cadena pública (6,6%)
Más que una tendencia, ya es una costumbre que TVE salga derrotada frente a las privadas en las noches electorales. Y dicha tendencia históricamente siempre había sido al revés, dado que los ciudadanos preferían la cadena pública, pretendido símbolo de seriedad, rigor e imparcialidad, frente a las competidoras, cuyos directivos se desgañitaban ideando programas especiales que casi nunca funcionaban. ¿Por qué se ha producido este vuelco? Aquí siguen algunas razones que pueden explicar este fenómeno.
El misterio de Ana Blanco. Una de las claves es, sin duda, la desaparición de la veterana presentadora Ana Blanco en estos programas de las noches electorales. Ella, con su experiencia y su estilo austero, siempre ha sido una suerte de amuleto para TVE, porque son contadas las veces en que ha perdido esta particular batalla de las audiencias. Sin embargo, en los despachos siguen empeñados en no contar con su presencia. Es un misterio quién o quiénes han tomado esta decisión, pero parece irreversible.
Los vaivenes de Informe Semanal. En los últimos dos años se han sucedido varias polémicas relacionadas con el otrora buque insignia de los programas informativos de TVE. El añejo Informe Semanal ha cambiado de horario en dos ocasiones y, además, ha emitido reportajes diversos -como uno relacionado con la querella contra Artur Mas- que han recibido fuertes críticas por su supuesta parcialidad. Los televidentes perciben estos problemas también en los Telediarios. Y acaban por perder esa visión de TVE como referencia.
La permanente crisis de credibilidad. Este motivo está íntimamente relacionado con el anterior. Las acusaciones (con raíces tanto internas como externas) de politización excesiva, los motines de parte de la redacción, el reciente nombramiento de un presidente como José Antonio Sánchez, que ocupó un cargo similar en la célebre etapa de Urdaci, episodios como la famosa entrevista a Pablo Iglesias en el canal 24 Horas -llegaron a preguntarle si celebraba que presos etarras salieran a la calle- o el descenso de audiencia de otros programas confluyen para generar un innegable pérdida de credibilidad de la cadena. Cada vez menos españoles confían en el rigor de TVE.
En paralelo a los problemas de TVE, continúa el crecimiento de La Sexta como principal canal de información política
El crecimiento de La Sexta. En paralelo a los problemas de TVE, continúa el crecimiento de La Sexta como principal canal de información política. La cadena pequeña de Atresmedia se ha especializado en este tipo de contenidos. Y cada vez que se produce un acontecimiento de cierta relevancia informativa, emite un programa especial para contarlo al detalle. Esa insistencia funciona porque el televidente se acostumbra. Les guste o no la línea del canal, todos los espectadores saben que siempre podrán seguir en La Sexta este tipo de acontecimientos.
La polarización política del espectador. Este 2015 es el año electoral por excelencia. Cuatro citas con las urnas que generan una actualidad excesivamente centrada en la política. En este contexto, los televidentes, por supuesto ideologizados, huyen de formatos excesivamente austeros y serios como los que ofrece TVE y buscan programas más dinámicos y modernos como los que ofrecen las televisiones privadas.
"Hay asuntos que interesan más o menos a los espectadores. La noche electoral la ganó Telecinco con Gran Hermano"
No obstante, el presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, tiene otra explicación para la derrota en los audímetros. Durante una comisión parlamentaria de esta misma semana, le preguntaron por ello. Y su respuesta fue: "Hay asuntos que interesan más o menos a los espectadores. La noche electoral la ganó Telecinco con Gran Hermano" (16,8% de share). Es otra forma de verlo.