El presidente del gobierno y jefe del PP, Mariano Rajoy, ha elegido Valencia para su primer acto de partido tras anunciar que las elecciones generales serán el 20 de diciembre. En otras épocas, esta decisión hubiera sido todo un gesto de fuerza hacia sus rivales, pero la visita que Rajoy ha hecho este sábado a la capital del Turia se produce después de que en las últimas elecciones autonómicas la candidatura que encabezaba Alberto Fabra perdiera la mitad de los votos (de 1,2 millones se pasó a algo más de 650.000). Un auténtico descalabro electoral tras un mandato en el que los casos de corrupción han acechado al PP valenciano y en el que se evidenciaron las consecuencias de años de despilfarro.
“Durante muchos años hemos gobernado en la ciudad y en la Comunidad Valenciana”, ha arrancado Rajoy. El presidente del PP nacional ha iniciado su carrera hacia los comicios recuperando el mensaje del miedo al afirmar que lo que “está en juego es que la recuperación económica continúe” y que sólo las coaliciones (como la que gobierna la Generalitat valenciana) pueden “evitar” y “dar marcha atrás” a la “etapa de progreso económico”. En Valencia, además, ha recuperado la eterna y promesa de mejorar la financiación autonómica: “Claro que vamos a hacer un cambio en el modelo de financiación, pero en esta legislatura la prioridad era recuperar a España y la recaudación (…) Habrá un nuevo modelo de financiación para la Comunidad Valenciana y para todos, e intentaremos sacarlo por unanimidad y no por imposición”.
Así se lo han exigido la presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig, y el presidente del partido en esta provincia, Vicent Betoret, que han tomado la palabra antes que el presidente del Ejecutivo en una jornada en la que el PP valenciano ha dado inicio al ‘nuevo curso’. Ambos le han recordado también la importancia y el peso que el voto popular en esta Comunidad tiene para las Elecciones Generales. Y ambos han llamado a la “reconquista” del bastión popular y de las instituciones perdidas como la Generalitat y la diputación de Valencia. “Se ha acabado el luto, se ha acabado el duelo”, ha dicho Betoret. “La historia de esta Comunidad la ha escrito durante 20 años el PP valenciano, volveremos a llevarla a buen puerto, hoy va a la deriva”, reiteraba Bonig. El gobierno valenciano ha criticado que Rajoy haya visitado Valencia para un acto de partido y aún no haya recibido a Ximo Puig, presidente de la Generalitat, para abordar temas como el de la financiación.
La nueva lideresa de los valencianos, que sustituye en el cargo a Alberto Fabra, se ha fijado el “reto histórico” de “reconstruir este partido sobre una base y cimientos sólidos” para recuperar los votos perdidos. Bonig, aunque no lo ha citado directamente, ha señalado a una de las causas del descalabro -la corrupción-, y ha pedido perdón. “Perdón por los errores cometidos, porque las conductas de algunas personas nos han abochornado”, ha dicho. También Rajoy ha hablado de los “errores” que, ha dicho, “jamás” volverán a repetir.
Adiós a las líneas rojas
Sin embargo, ha sido Bonig la que recientemente se ha cargado la llamada ‘línea roja’ de su antecesor (no siempre aplicada con igualdad de criterio) al anticipar que ahora ya no será la imputación la causa de suspensión, sino, como establecen los estatutos, la apertura de juicio oral.
Tampoco citó Bonig el despilfarro entre los puntos por los que pedir perdón. En su lugar, le ha reprochado a Puig que “gastarse más de lo que uno ingresa es simplemente una irresponsabilidad”, en referencia a su reivindicación para mejorar la financiación valenciana.
El arma que el PP en la Comunidad Valenciana ha esgrimido este sábado para lanzarse a la reconquista de su electorado tradicional es, tal y como Bonig la ha llamado, “la bandera ideológica” contra el gobierno del PSPV-PSOE y la coalición nacionalista Compromís (con el respaldo de Podemos) porque “prefieren ser catalanes de segunda que valencianos de primera”. La otra es, en palabras de Rajoy, el trabajo que se está haciendo para renovar la estructura del partido. Una renovación que debería tener reflejo en la elaboración de las listas para las generales. De momento, Rajoy llegó al centro de Valencia que ha acogido el acto del PP valenciano flanqueado, además de por los nuevos cargos, por Alberto Fabra y la exalcaldesa Rita Barberá, los dos ‘retirados’ en el Senado tras sus sendas derrotas en las urnas.