Primero América, ahora Europa y en primavera Asia: Felipe VI ha iniciado su Año II de reinado a velocidad de crucero internacional, lejos del barro electoral de España y de los escándalos de su familia. El Rey se ha puesto este miércoles de largo ante Europa en la sede alsaciana del Europarlamento, donde palpita el corazón de la burocracia bruselense entre Francia y Alemania, subrayando esa "España unida" a la que Barack Obama se refirió en la Casa Blanca.
A Europa ha llevado Felipe VI la defensa de la Constitución y de la unidad de España. "La España democrática de las últimas décadas se ha sustentado en nuestra Constitución, que es el gran pacto que defiende, preserva y ampara los derechos y deberes de los ciudadanos, protege a los pueblos de España en el ejercicio de sus diversas culturas y tradiciones, lenguas e instituciones, y consagra la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político como valores esenciales de nuestra convivencia", ha dicho.
Lealtad a Europa
"Tengan la seguridad, Señorías, de poder contar con una España leal y responsable hacia el,proyecto europeo; con una España unida y orgullosa de su diversidad, con una España solidaria y respetuosa con el Estado de Derecho", ha añadido Felipe VI ante un hemiciclo que se ha ido llenando hasta casi el lleno total.
"Todos tenemos el apasionante reto de construir también una Europa renovada para un tiempo nuevo en un mundo distinto", ha concluido rememorando el lema de su proclamación el 19 de junio de 2014. "No hay alternativa a una Europa unida. Tengamos confianza en Europa. Tengamos confianza en nosotros mismos, los europeos".
Hace poco más de 30 años debutó aquí su padre, Juan Carlos I, en representación de una España que ese 14 de mayo de 1986 poco tenía que ver con la de hoy 7 de octubre de 2015. "Para los hombres y mujeres de mi generación, Europa ha estado siempre presente en nuestro desarrollo intelectual", ha señalado Don Felipe, recibido como un hombre "reflexivo y bien informado" por Martin Schulz, presidente de la Eurocámara, a quien el Rey regaló una camiseta de La Roja con su nombre estampado en la espalda.
En su presentación europea ha contado con dos acompañantes de lujo: la canciller Angela Merkel y el presidente François Hollande, que han intervenido conjuntamente en un debate en el hemiciclo. Zarzuela ha querido limpiar de anécdotas una jornada que quiere solemne e institucional: no ha habido recepción a los funcionarios y eurodiputados europeos como hizo Juan Carlos I en 1986 y 1998. Solo Los populares Esteban Gonzalez Pons y Ramón Luis Valcárcel han asistido al almuerzo ofrecido por el presidente Schultz. El primero como presidente del Grupo Parlamentario Popular en sustitución de Manfred Weber y el segundo como vicepresidente de la Cámara.
IU abandona el hemiciclo
Anécdotas han sido también los actos de algunos diputados de izquierda. Cinco (4 españoles de IU y la italiana Eleonora Forenza) han abandonado el hemiciclo no sin antes decorarlo con banderas republicanas, una gallega y un cartel a modo de saludo: "Salud y república". Miguel Orbán, de Podemos, aportó una foto del estudiante asesinado Enrique Ruano. En 1969, Felipe VI tenía tres cuando Ruano cayó de un balcón cuando estaba custodiado por la policía franquista. La euroescéptica Julia Reid aportó una bandera de Gibraltar.
Nada de esto apreció alterar al Rey, que ha equivocado una sola vez, ha interrumpido en otra ocasión para beber agua, y ha recibido cinco rondas de aplausos durante un discurso muy europeista: "No es posible concebir España sin Europa, ni Europa sin España. Soy europeo porque soy español".
A Pablo Iglesias no le ha gustado ni el discurso ni su escaso protagonismo en la real jornada de ayer. Antes del almuerzo, ha convocado a los periodistas españoles para darle un consejo al Rey: "Una figura simbólica debería de intervenir menos en política". También ha deseado que la próxima vez que un jefe del Estado español acuda al Parlamento europeo, éste haya pasado por las urnas:"Aunque sea Felipe de Borbón"