El 12 de octubre del año pasado, decenas de miles de personas -38.000, según la delegación del Gobierno- se manifestaron en la céntrica plaza de Cataluña de Barcelona para defender la unidad de España. Los principales líderes de los partidos constitucionalistas no quisieron perderse el evento. Estaba Albert Rivera. También Alícia Sánchez-Camacho, quien junto a sus compañeros de partido desplegó una gigante bandera española y catalana. También acudieron otros dirigentes como Toni Cantó, por aquel entonces en UPyD, y destacados miembros de Societat Civil Catalana (SCC).
Este año, sin embargo, el constitucionalismo se va de puente. La manifestación “unitaria” de plaza Cataluña, que venía celebrándose desde 2012, ha quedado diezmada y con pocos apoyos. Societat Civil Catalana se ha desmarcado de la convocatoria y ha convocado un acto para el domingo siguiente. El PP mandará una pequeña representación y Albert Rivera estará en los actos de Madrid. C’s asegura que no ha recibido ninguna invitación formal, con lo que a tres días del acto no tenían previsto mandar a nadie en nombre del partido. La asociación Moviment Cívic d'Espanya i Catalans, que organiza la manifestación, asegura que sí han invitado al partido de Rivera. “Formalmente, personalmente y reiteradamente”, explica Eduardo García, presidente de la entidad. “Pero se están haciendo los locos”.
El PP, que el año pasado apoyó la concentración con parte de sus recursos y logística, se ha limitado a mandar un mail a los militantes informándoles de la convocatoria. “Esta vez no ha sido una convocatoria tan unitaria, las asociaciones no se han puesto de acuerdo”, reconoce una portavoz. La formación no mandará a dirigentes destacados -algunos están de puente- y la representación del partido correrá a cargo de los diputados Antonio Gallego y Esperanza García así como de Alberto Fernández Díaz, líder del PP de Barcelona.
“Es lunes, es puente… y la gente hace su vida”, explica Joaquim Coll, vicepresidente de SCC. Coll asegura que su entidad ha organizado su celebración el 18 de octubre para que nadie pueda interpretar que contraprogramaban un acto el día de la manifestación. “No nos parece mal que vaya la gente, pero como organización no vamos a participar”, explica. “Por otro lado no creemos que debamos repetir de manera reactiva lo que hace cada año el independentismo el 11 de septiembre”.
La extrema derecha se adueña de la concentración
Muchos reconocen que la manifestación de plaza Cataluña ha perdido este año el carácter inclusivo de las ediciones anteriores. Este carácter unitario, alejado de la derecha más radical que se manifiesta tradicionalmente en Montjuic, consiguió que se concentraran miles de personas en Barcelona para celebrar el día de la Hispanidad, algo poco habitual en Cataluña.
Varios de los consultados coinciden en que la figura de Eduardo García, presidente de la asociación que organiza el acto, es quién genera más recelos. Eduardo García es un activista vinculado a los movimientos de extrema derecha desde hace lustros. En las autonómicas de 2003 y de 2006 lideró una coalición entre España 2000 y el Frente Democrático Español, dos formaciones de ultraderecha. “Rehuyo totalmente el calificativo de ultraderechista”, responde García, que reconoce haber formado parte de esa candidatura. “Además, la gente cambia”.
“La derecha más extrema está tratando de protagonizar lo que eran las convocatorias cívicas y constitucionalistas”, explica Ángel Hernandez, unos de los organizadores de la primera concentración de 2012 que ahora se ha desmarcado de la convocatoria.
Según la organización, el acto se ha preparado como una fiesta para que acuda toda la familia. “No queremos nada áspero ni bronco”, explica García, que asegura que han preparado un “dispositivo de orden” con el mandato de expulsar a quien muestre actitudes violentas o provocadoras.
García asegura que han hecho todo lo posible para que participaran más asociaciones en el acto, pero han recibido un no como respuesta. Al final algunas asociaciones como Somatemps, Empresaris de Catalunya y Regeneración Democrática se han sumado a la convocatoria. “Tanto SCC como Ciudadanos mantienen actitudes demasiado tibias”, explica, “quieren mantener una posición impoluta de centro”.
“Las urnas ya han hablado”
La mayoría de asociaciones y partidos que se han desmarcado de la concentración argumentan que no hay nada que reivindicar este 12 de octubre, ya que los catalanes ya dejaron claro en las urnas que no están a favor de la independencia.
“El año pasado fue excepcional, era el tricentenario y había la consulta del 9-N”, explica el vicepresidente de SCC, “ahora podemos estar mucho más tranquilos”. Fran Herviás, diputado de Ciudadanos, también señala un motivo parecido. “La mayor manifestación unionista fue el 27 de septiembre”.
Los que se han desmarcado quieren evitar dar nuevos motivos o impulsos al soberanismo participando en una manifestación en la que no podrán controlar el mensaje o el público que acuda. “No sabemos quién la monta ni cómo son”, cuenta Herviás. El año pasado, por ejemplo, molestó que la formación xenófoba Plataforma per Catalunya acudiera a la manifestación de plaza Cataluña junto a grandes partidos españoles.
“Después del 27 de septiembre hemos visto que no conviene dar demasiados argumentos al separatismo para estar continuamente en el candelero”, remacha Hernandez, el organizador de la primera concentración en 2012.