La Diada de 2013 marcó un punto álgido en el empeoramiento de la situación catalana. Más de millón y medio de personas formaron la llamada Vía Catalana a lo largo de 400 kilómetros de norte a sur. Una espectacular cadena humana por la independencia que sirvió al presidente de la Generalitat, Artur Mas, para justificar la llamada a las urnas del año siguiente.
El rey Juan Carlos se estrenó en la página web de Casa Real con una carta que pasó a ser conocida como la de “galgos y podencos”. En ella hacía un llamamiento a la unidad que no fue bien recibido en Cataluña. Dos semanas más tarde, el 24 de septiembre, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, remitió una carta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al entonces líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Rivera, alarmado ante el cariz que estaban tomando las cosas, pedía a ambos un encuentro para exponer “personalmente” la visión de su partido pero sobre todo para alcanzar “acuerdos entre nuestros partidos” que permitieran revertir la grave situación.
Desde el PSOE nunca contestaron a su misiva. Desde el gabinete de Rajoy en Moncloa se le emplazó a reunirse con la entonces líder del PP en Caraluña, Alicia Sánchez-Camacho.
Ahora, más de 25 meses después, Rajoy ha almorzado en Moncloa con el actual líder del PSOE, Pedro Sánchez. Según fuentes de C´s, no fue hasta última hora de la noche cuando el líder del partido recibió una llamada desde Moncloa convocándole a este jueves -sin especificar si se trata de una reunión física o conversaciones telefónicas-.