Podemos interesa cada vez menos a Podemos. El partido político liderado por Pablo Iglesias, que hace bandera de su “democracia y participación” de las bases, cosecha otro dato a la baja que confirma el descenso de sus procesos de elección internos: sólo un 3,9% de los inscritos en la formación morada ha participado en la votación de su programa electoral para las elecciones generales del 20 de diciembre.
Cerradas las votaciones, un total de 15.245 personas han participado en la iniciativa, según informa el partido en su página web. Una cifra que pese a que no llega ni tan siquiera al 4% de los más de 383.000 inscritos, la organización considera que es fruto de un proceso “muy participativo”.
El equipo de Iglesias sale del paso ante estos datos haciendo hincapié en lo “complejo” del sistema para no pensar sólo en datos de participación. Lo cierto es que según pudo comprobar EL ESPAÑOL minutos antes de cerrar la participación, para apoyar de algún modo las más de mil propuestas -perfectamente destacadas en su web- bastaba con estar inscrito y hacer un sólo click. Ni tan siquiera era necesario abrir una por una para poder leer la proposición.
De esta forma, la elaboración del programa con el que Podemos concurrirá a las elecciones será su proceso histórico con el peor dato de participación como lo demuestra el siguiente gráfico.
En poco más de un año Iglesias ha dejado por el camino a más de 100.000 personas: En octubre de 2014 más de 110.000 personas (205.750 inscritas) votaron para elegir los estatutos del partido, un 54,4% del total.
Fue en noviembre del pasado año cuando experimentó su primera caída de participación. Mientras Iglesias clamaba desde el emblema socialista de Vistalegre (Madrid) que “el cielo no se toma por consenso, se toma por asalto”, fueron sus propias bases las que asaltaron sus 'elecciones' internas. Pese a haber 50,000 personas más inscritas, el total que finalmente votó para aupar -o no- a Pablo Iglesias como secretario general de Podemos sólo fue de 107,000 simpatizantes. El 'otro' resultado de Vistalegre: el apoyo bajó del anterior 54% al 42%.
En las siguiente ocasiones, sin el nombre de Pablo Iglesias directamente implicado - se trataba de la elección de su dirigentes municipales y candidatos a las elecciones de mayo- y con su figura desaparecida de la escena mediática, Podemos confirmó sus malos datos y anotó un 34,6% y 20,1%, respectivamente.
Un 15% apoyó a un Iglesias presidente
En este momento saltaron todas las alarmas de Podemos ya que con un respaldo a la baja, el próximo proceso que debían convocar era el más crucial desde su creación: las primarias para elegir el candidato a la Presidencia del Gobierno (y las listas del Congreso y Senado).
Sus malos augurios se cumplieron y cerrado el proceso de participación -aquel con el que más inscritos contó: 375,000-, ésta apenas superó el 15% de los votos, pese a que en términos absolutos contó con más número de participantes (59,724 que la del mes de abril).
Los programas deben ser “contratos” con la ciudadanía
La propuesta “estrella” -respaldada por el 90,33% de los inscritos- ha sido su idea de que los programas con los que los partidos políticos concurran a unas elecciones se conviertan en verdaderos “contratos” con la ciudadanía y que su incumplimiento por parte del Gobierno obligue a iniciar un “proceso revocatorio”, que podría terminar con la convocatoria de nuevas elecciones.
Esta misma propuesta ámpliamente apoyada, también recoge que a los dos años de mandato se ponga en marcha una comisión en el Congreso de los Diputados que analice el grado de cumplimiento del programa
“De producirse un incumplimiento sustancial y manifiesto del programa, se podrá poner en macha un proceso revocatorio. Para ello, la iniciativa debe contar con el respaldo de 158 diputados y las firmas debidamente auditadas del 15% del censo electoral estatal”, reza la propuesta.
Una vez cumplimentados ambos requisitos se llevará a cabo referéndum en el que se preguntará a la ciudadanía si deben celebrarse nuevas elecciones por incumplimiento de programa Si el resultado del referéndum es sí, el presidente del Gobierno convocará elecciones en un plazo máximo de 30 días”, explica.