A grandes males, grandes remedios. Apenas hace un par de semanas Podemos vivía un momento más que difícil. El resultado de las elecciones catalanas fue un fracaso innegable. Todas las encuestas coincidían (aún coinciden) en señalar su declive en intención de voto a nivel nacional. Para colmo, su líder, Pablo Iglesias, apareció cansado -según confesión propia- y fue derrotado -según todos los analistas- en el célebre cara a cara que mantuvo contra Albert Rivera. La situación de esta formación emergente contrastaba, además, con el crecimiento de Ciudadanos.
Ante un escenario nada halagüeño, el propio Iglesias, su mano derecha, Íñigo Errejón, y otros colaboradores se pusieron manos a la obra para superar esta suerte de depresión colectiva. Los líderes del partido reconocen en privado tanto el varapalo en Cataluña como sus errores en otras campañas. Y ahora han activado un calendario de anuncios de sus propuestas y de visitas a medios de comunicación. Una evidente ofensiva mediática y estratégica que puede resumirse en varios hitos.
Niegan el cansancio y fijan la estrategia
Para empezar, Pablo Iglesias concedió varias entrevistas, una de ellas a EL ESPAÑOL, en las que negaba cualquier asomo de cansancio. Y, casi al mismo tiempo, fijó su estrategia para el 20-D. Esto último lo hizo en el Consejo Ciudadano del pasado 24 de octubre. El secretario general de Podemos dijo estar “a tope” para los próximos cuatro años y ofreció su cara más dialogante al proponer cinco grandes propuestas para reformar la Constitución de forma consensuada. Se trata de la reforma de la ley electoral, el cambio en la ley del Poder Judicial, el blindaje de los derechos sociales básicos, la lucha contra la corrupción (que incluye prohibir las puertas giratorias) y la cuestión territorial, con un plan de referéndum para Cataluña.
Deja la UE y presenta a su equipo
El siguiente golpe de efecto para “recuperar la frescura” fue marcha de Iglesias del Parlamento europeo. “Me marcho para ganar las elecciones en mi país”, afirmó el líder de Podemos. A renglón seguido, el partido emergente celebró un acto para presentar a su equipo de campaña para el 20-D. Ese día Podemos reivindicó el espíritu del 15-M y ya anunció que su campaña electoral iba a ser distinta a las precedentes. Los líderes de la formación admiten que se han equivocado al centrarse en celebrar actos multitudinarios. La nueva receta es apostar por actos más pequeños y con formatos diferentes, sin olvidar su filón de las redes sociales.
La visita a la Moncloa
En Podemos son conscientes de que el escenario plebiscitario de las elecciones catalanas les perjudicó. A su juicio, ellos salieron perdiendo porque no eligieron un buen candidato y, sobre todo, porque no supieron explicar bien su postura intermedia entre los separatistas y los constitucionalistas -Podemos defiende la celebración de un referéndum, sí, pero quiere que Cataluña se quede en España-. Sin embargo, también creen que a nivel nacional su propuesta puede ser beneficiosa para sus intereses electorales. Además, la cuestión catalana les ha beneficiado estos días gracias a que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, convocó a Moncloa a Iglesias. El secretario general de Podemos aprovechó su visita para afirmar que el jefe del Ejecutivo ya las reconocía “como sus adversarios políticos” y, ya de paso, dedicó su comparecencia no tanto a hablar sobre Cataluña, sino a vender sus propuestas de reforma constitucional y a presentarse como alternativa. Un mitin en toda regla.
El mantra de “la remontada”
Uno de los formatos novedosos que ha puesto en marcha Podemos es la iniciativa de Carteros por el cambio. En concreto, es una idea de Rafa Mayoral, secretario de Relaciones con la Sociedad Civil, y consiste en generar una cadena de cartas en las que se pide el voto para el partido. Con la excusa de presentar esta iniciativa, esta misma semana los principales dirigentes de Podemos se dieron cita en un acto celebrado en Getafe. El objetivo del acto no era otro que vender optimismo a sus bases. Iglesias, Errejón, Mayoral, Pablo Echenique o Irene Montero tomaron la palabra y coincidieron en que tienen posibilidades de victoria el 20-D. En suma, han creado y van a repetir sin descanso el mantra de “la remontada” que dicen haber iniciado.
Cantando en 'El Hormiguero'
Para continuar con esa línea de multiplicar sus apariciones televisivas y, por consiguiente, retomar la iniciativa política, el siguiente paso del candidato de Podemos fue acudir al plató de El Hormiguero el pasado martes. La audiencia batió récords. Y así Iglesias pudo explicar sus iniciativas ante 3,8 millones de personas. Además, se animó a tocar la guitarra y cantar en el mismo escenario donde un mes antes la vicepresidenta del Gobierno había protagonizado su célebre baile. La entrevista fue un éxito para Podemos desde el punto de vista comunicativo.
El fichaje del JEMAD del PSOE
Iglesias, Errejón y compañía admiten que la principal enseñanza de otras citas electorales es que cometieron un error mayúsculo al presentar todas sus iniciativas al mismo tiempo. Ahora, van a espaciar tanto sus propuestas programáticas como algunas sorpresas que han preparado para marcar la agenda de la campaña. Y una de esas sorpresas ha sido el fichaje, anunciado el miércoles, del general José Julio Rodríguez, que ocupó el cargo de JEMAD en el último gobierno de Zapatero. Más allá de impacto mediático del anuncio, esta incorporación supone un ataque al PSOE. Ese es su gran rival político y está en su punto de mira. Podemos seguirá modulando su discurso y fichando a “personas de la sociedad civil” más moderadas para intentar fagocitar al partido que dirige Pedro Sánchez.
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