Jean-Claude Piris es una de las voces de Bruselas que más claramente ha hablado sobre las consecuencias de una declaración unilateral de independencia por parte del Parlamento catalán. Frente a la cautela de la mayoría de altos funcionarios de la UE, que prefieren no mezclarse en lo que consideran un asunto interno español, Piris deja claro que ningún país de la UE la reconocerá porque vulnera la Constitución española. Y que el llamado ‘derecho a decidir’ no existe en el caso de un país democrático como España.
Sus reflexiones vienen avaladas por sus 23 años como responsable de los servicios jurídicos del Consejo de la UE, entre 1988 y 2010. Además, actuó como asesor legal durante la redacción de los Tratados de Maastricht, Ámsterdam y Niza, la fallida Constitución Europea y el Tratado de Lisboa.
Cuando le pregunto de dónde viene su interés por lo que sucede en Cataluña, Piris, de 71 años y de nacionalidad francesa, explica que sobre todo le interesa la aplicación del derecho de la UE. Pero además tiene antepasados que vienen de Menorca y de Alicante. Su apellido, explica, es una “deformación” del español Pérez.
El Parlamento catalán debatirá y probablemente aprobará el lunes una resolución independentista, ¿cuál es su opinión?
Yo analizo la cuestión desde el punto de vista de la UE, porque es en eso en lo que soy especialista. El hecho de que se haga una cosa que es contraria a la Constitución del país en el que se está quiere decir que se pierde cualquier posibilidad de un reconocimiento por parte del resto de países, y por los países de la UE en particular. La independencia de Cataluña no puede ser reconocida por la comunidad internacional en contra de la Constitución española vigente. Como no respetará el estado de derecho, los países de la UE no podrán reconocerla, sería contrario a los Tratados. Si realmente quieren ser independientes y convertirse en miembros de la UE, no es la buena vía.
Según su experiencia, ¿cuál cree que será la reacción del resto de países de la UE el lunes, cuando se apruebe la resolución?
No soy adivino, pero creo que dirán que no tiene ningún efecto jurídico, si es que dicen alguna cosa. No cambiará nada. Considerarán en todo momento que Cataluña es una parte integrante del reino de España. El resto de estados miembros considerará que no se ajusta al estado de derecho: es un gesto vacío, no lo reconoceremos.
¿En qué condiciones reconocería la UE a un nuevo estado independiente?
La condición 'sine qua non' es que el nacimiento de un nuevo Estado, sea Cataluña, Escocia o Baviera, sea conforme al derecho internacional, de la UE y sobre todo del estado del que salen. No se puede violar la Constitución del estado en el que uno está. Es algo que seguro que van a rechazar el resto de países porque hay un artículo en los Tratados, el artículo 4 párrafo 2, que dice que la UE respeta la integridad territorial y la identidad nacional de los estados. La Unión y el resto de estados miembros no tienen derecho a reconocer a una entidad que nazca violando la Constitución. No hay debate sobre esto.
La Comisión Europea ha dicho repetidamente que una Cataluña independiente quedaría automáticamente fuera de la UE. ¿Es una interpretación compartida por todos los gobiernos?
Es algo evidente. La UE ha sido creada por los Tratados y los estados miembros son sus dueños. En el artículo 52 aparece la lista de los estados miembros. Ahí está España y los otros 27. No está Cataluña o Baviera. Además, hay tres Comisiones sucesivas (la de Romano Prodi, la de José Manuel Durao Barroso y la de Jean-Claude juncker) que han dado la misma interpretación jurídica: cuando una parte de un estado se independiza, automáticamente ya no es miembro de la UE y se convierte en un país tercero respecto a la UE. Y eso está claro porque no aparecen mencionados en los Tratados.
El presidente Artur Mas y los partidarios de la independencia sostienen que la UE acabará actuando de forma pragmática y alegan que no se privará a los catalanes de su ciudadanía europea. ¿Es posible que Bruselas cambie de postura?
Si seguimos la práctica internacional constante, todos los ciudadanos de ese nuevo estado pierden la ciudadanía del estado al que pertenecían y ganan la ciudadanía de un nuevo estado, ya sea Escocia, Cataluña o Baviera. Ya no son ciudadanos de un estado miembro de la UE y ya no tienen ciudadanía de la UE. Pero no es la UE la que les quita la ciudadanía europea. Son ellos los que deciden salir de la UE.
Los independentistas también sostienen que la UE se verá obligada a intervenir si España no respeta la decisión democrática del parlamento catalán. ¿Ve usted posible una intermediación de la UE?
En derecho internacional, el derecho a decidir no existe como principio de derecho absoluto. Sólo existe en algunas circunstancias claramente delimitadas. Por ejemplo en una situación colonial, en una situación en la que hay una tiranía, en la que la democracia y las libertades no se reconocen y hay una minoría oprimida. Ese no es el caso en España. España es un país democrático en el que no hay nadie oprimido. No existe el derecho a decidir para una entidad como esta (Cataluña). Si no, lo habría también para las islas Baleares, o para Menorca o incluso Mahón. ¿Dónde nos paramos con el derecho a decidir?
¿En qué circunstancias cree usted que debería intervenir la UE en este debate?
Intervenir no. Pero me parece que tendríamos que haber sido más claros en público para informar a los ciudadanos. Porque todavía hay discusiones. Y no tendría que haber discusiones sobre cosas que son evidentes. Los ciudadanos deben saber cuando votan que no es verdad: no seguirán siendo miembros de la UE, no seguirán siendo ciudadanos de la UE. Todo eso es falso. Todos lo sabemos aquí, por qué no decirlo más, sin entrar en el debate que se desarrolla en España.
¿Lo que está pasando en Cataluña preocupa en la UE?
Evidentemente no nos gusta, no nos gusta que haya disputas internas en los estados y no es lo que necesitamos ahora. Tenemos ya muchos problemas con las migraciones, la eurozona, el paro, Ucrania, Oriente Próximo, el terrorismo. No creo que sea un problema que quite el sueño al resto de jefes de Estado. Creo que esperarán a que se arregle en España. Ahora van a verse obligados a decir mucho más claro lo que piensan, algo que ya han empezado a hacer. Pero yo creo que deberían decirlo un poco más fuerte.