Madrid prohíbe aparcar en el centro por la contaminación
Eleva a la fase dos el protocolo de polución y añade a la limitación de velocidad la restricción de estacionamiento para no residentes.
12 noviembre, 2015 09:48Noticias relacionadas
Los ciudadanos que no residen en el centro de Madrid no podrán aparcar desde las 6.00 horas de este viernes en las zonas de estacionamiento regulado al persistir el episodio de contaminación por dióxido de nitrógeno que afecta a la ciudad desde el pasado martes, según ha anunciado a las 23:10 de la noche del jueves el Ayuntamiento.
El Gobierno de la ciudad activa la segunda fase del protocolo para episodios de contaminación aprobado en marzo justo en el primer día de la aplicación de su primer nivel, que ha obligado a reducir de 90 a 70 kilómetros por hora la velocidad de los coches en la M-30 y en la carreteras de acceso a Madrid.
La segunda fase implica mantener la limitación de la velocidad y no permitir el aparcamiento a los no residentes en las plazas del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) de color verde, azul y en las denominadas de larga estancia (azules y marrones).
Casi 4.000 parquímetros apagados y 1.100 agentes de control
Los 3.954 parquímetros de la ciudad no estarán en servicio e incorporarán información en cada uno de ellos relativa a la alta contaminación y a la prohibición de estacionamiento.
Los usuarios abonados a las distintas aplicaciones móviles del SER recibirán un SMS informando de la prohibición de estacionar en plazas del SER y 1.100 agentes de control de este servicio estarán regulando el uso e informando a los usuarios del protocolo activado y sus medidas.
Además, la EMT reforzará el servicio en un total de 55 líneas diurnas de la red para aumentar la oferta de servicio.
Este refuerzo se llevará a cabo, fundamentalmente, en las líneas que cubren las relaciones entre la periferia y el centro de la ciudad y en las líneas que cubren itinerarios transversales entre los distritos externos a la almendra central de la capital.
Está previsto que 400 agentes de movilidad y 1.000 policías municipales gestionen el tráfico y apoyen las tareas de información al ciudadano. Por su parte, tanto la Guardia Civil como los dispositivos de seguridad del Estado ampliarán del mismo modo sus dispositivos para sustentar las medidas.
El Ayuntamiento ha informado de que la prohibición de aparcar en toda la zona SER tendrá carácter de excepcionalidad en zonas de hospitales. Los 1100 agentes del SER tienen la orden de ser sensibles al uso de estas zonas y en ningún caso se prohibirá aparcar a pacientes y/o acompañantes.
Aplicado Escenario 2 por alta contaminación. Habrá carácter de excepcionalidad en zonas de hospitales. #AlertaNO2 pic.twitter.com/otoGleWFlP
— Ayuntamiento Madrid (@MADRID) noviembre 13, 2015
Retenciones habituales y sorpresa para los conductores
La segunda jornada de restricciones al tráfico por la contaminación comenzó con las retenciones habituales, especialmente en el sur de la ciudad. En el centro, las principales arterias de la capital presentaban un aspecto similar al usual, con tráfico más o menos denso dependiendo del punto y de la hora. En el centro de la capital se registraron retenciones en los puntos habituales, como Gran Vía, Plaza de España, la bajada a Príncipe Pío y en los alrededores de la Puerta del Sol. “Por eso siempre cojo la bicicleta”, cuenta una joven que hace uso del servicio público BiciMAD. “Estoy de acuerdo en que controlen el tráfico -argumenta-. Algo tenemos que hacer con tanta contaminación. La nota se nota hasta en el aire”.
Eso sí, la zona azul se ha ido quedando desierta según avanzaba la mañana, una imagen completamente atípica sobre todo en áreas comerciales y zonas de oficinas. Y es que a muchos conductores, la medida les ha pillado por sorpresa. “¡Hemos cambiado de alcaldesa, pero las cosas van a peor!”, exclama Juan Carlos Muñoz, en las inmediaciones de Plaza de Castilla, al encontrarse con la prohibición de aparcar en la almendra central de Madrid. “Vengo a los juzgados para hacer una gestión y ahora no sé qué voy a hacer con el coche. ¿Me lo como?”, pregunta, con evidente enfado, este hombre.
Con quien sostiene la conversación es con una trabajadora de estacionamiento regulado, que lleva toda la mañana explicando a los conductores la nueva decisión. “La gente se encuentra con la pegatina puesta en los parquímetros -alta contaminación, prohibido estacionar- sin haberse enterado de la situación. La decisión, por lo visto, se tomó en el límite, casi de madrugada, y hoy las radios daban la noticia. Pero no todo el mundo escucha la radio y ahora nos toca a nosotros aguantar el chaparrón”, comenta, resignada.
La mayoría de los conductores que se dirigen a los juzgados de Plaza de Castilla son remitidos a aparcamientos de pago. Miguel Ángel Martínez regenta uno de ellos en la calle Bravo Murillo. “Mire, casi todos los que entran son abogados”, apunta, desde la entrada del local. Martínez ha llegado a primera hora de la mañana a su puesto de trabajo convencido de que hoy no iba a parar de recibir vehículos. “Pero no son tantos como creía -reconoce-. Sí que notamos más clientes, pero no para echar cohetes”.
En efecto, los aparcamientos de pago del centro apenas notan la diferencia respecto a cualquier otro día. Los empleados aseguran que los conductores que se dirigen hacia el centro de Madrid rara vez lo hacen con la intención de buscar en la calle un lugar donde aparcar y que habitualmente dejan sus vehículos en estos espacios. Estos estacionamientos, eso sí, están hoy casi abarrotados. “Es lo normal”, dicen los trabajadores.
En Ciudad Universitaria, fuera del anillo de la M-30, los coches se agolpan en todos los rincones: además de los aparcamientos establecidos, los vehículos ocupan aceras, espacios ajardinados y lugares no acondicionados para este fin. Los estudiantes de diferentes facultades destacan que esta situación “es normal” y critican la falta de instalaciones para estacionar.
“Pero hoy me ha costado mucho más aparcar”, reconoce Marta Goñi, estudiante en Geografía e Historia de la Universidad Complutense. “Ahora me entero de que se ha prohibido aparcar en algunas zonas de Madrid -advierte-. Imagino que muchos habrán oído la noticia en la radio cuando iban a sus trabajos y han venido a esta zona para después coger el Metro. Por eso me habrá costado tanto encontrar un lugar”, suspira la joven.
Por su parte, los usuarios del Metro tampoco han notado ningún cambio significativo. Las aglomeraciones y la frecuencia de los trenes eran las mismas que cualquier otro día en hora punta.
Cuatro fases de alerta
El Ayuntamiento contempla hasta cuatro fases de medidas de restricción:
Fase 1. La aplicada este jueves es la primera medida, la cual se activa cuando hay un día de nivel de aviso o se encadenan dos días de nivel de preaviso, como ha sido este caso. Obliga a no superar los 70 km por hora a quien circule por la M-30 como primer paso para intentar aplacar los altos índices de contaminación.
Fase 2. Si los niveles de NO2 persisten otro día más -como ha ocurrido este viernes- a la limitación de velocidad se suma la prohibición de estacionar en toda la zona Servicio de Estacionamiento Regulado a los no residentes exceptuando, entre otros, los vehículos comerciales, los autotaxis en servicio, vehículos de personas con movilidad reducida y vehículos 0 emisiones.
Fase 3. Si aun así la calidad del aire no mejora, a las anteriores medidas se sumaría la restricción de la circulación del 50% de los vehículos en la llamada almendra central de la ciudad (área interior de la M-30) excepto transporte público, transporte escolar, vehículos comerciales, vehículos "cero emisiones", de personas con movilidad reducida, servicios esenciales, motos y ciclomotores) y de los taxis vacíos (excepto ecotaxis y eurotaxis). La distinción se realizará por matrícula conforme al último dígito (par o impar coincidiendo con el día del mes), informa el Consistorio en su página web.
Fase 4. La última fase del protocolo se activa cuando se decreta el nivel de alerta después de tres días consecutivos de aviso. Además de todo lo anterior, restringe la circulación en toda la M-30.
El Ayuntamiento recomienda la utilización del transporte público. Además, aconseja limitar la realización de ejercicio al aire libre a las personas con problemas respiratorios.
Próxima normativa más restrictiva
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha manifestado este miércoles, al ser preguntada sobre la publicación de los datos de dióxido de nitrógeno en Madrid, que tienen que mirar en el momento que se haya llegado a los límites de riesgo y que es "muy importante conseguir que el aire que respiramos sea lo más saludable posible". Se ha mostrado partidaria de estudiar la "posibilidad" de poner en marcha "cuanto antes" la nueva normativa sobre contaminación del aire, ya que la corporación quiere aprobar un nuevo protocolo más restrictivo a finales de este mes.
La alcaldesa realizó estas declaraciones en Getafe tras mantener una reunión con la alcaldesa del municipio, Sara Hernández, para tratar asuntos que conciernen a ambas ciudades como la prolongación de Madrid Río hasta Getafe, o la permuta de terrenos entre los dos términos municipales.
Este jueves, el coordinador general de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, José Antonio Díaz Lázaro, apuntó que "la situación del aire no es nueva", para sugerir que, de estar en vigor el nuevo protocolo que diseña el Ayuntamiento, se habrían activado antes las medidas de preaviso y aviso.