"Decir un rotundo NO a la guerra no es ingenuo ni idealista. Es valiente". Así lo resumía la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a través de las redes sociales con un mensaje y un discurso que acumula más de 380.000 reproducciones. Según ella, Barcelona ha sido siempre una ciudad "pionera en la defensa de la cultura de la paz". "Lo fue durante la guerra de Irak en 2003 saliendo masivamente a las calles para decir que era una guerra injusta y exigir la retirada de las tropas", dijo.
Este martes también la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, pidió "tener muy claro que la guerra es el mayor atentado a los derechos humanos y es lo que impide el desarrollo económico y social, por lo que tenemos que hacer un esfuerzo por erradicar el concepto de guerra".
"A nadie se le puede olvidar que cuando el presidente del Gobierno de España era José María Aznar, nuestro país participó en una misión que no solamente se reveló desastrosa y, como dice el propio Tony Blair, cuyos desastres parece que tienen que seguir pagando los ciudadanos europeos, sino que fue de dudosa legalidad", dijo por su parte Pablo Iglesias en relación a la guerra de Irak.
Podemos ya tiene su "no a la guerra" que François Hollande ha declarado al Estado Islámico tras los atentados de París.
Iglesias fue, junto a otros fundadores de Podemos, muy activo en 2003 en la oposición a la guerra de Irak, cuyo éxito político capitalizó el PSOE. Pero los socialistas caminan ahora de la mano del Gobierno, con quien comparten un pacto antiyihadista. Podemos se ha desmarcado tanto de ese acuerdo como del mensaje de unidad que ambos partidos comparten con Ciudadanos y otras fuerzas minoritarias.
Desde que se conocieron los atentados de París, Podemos ha intensificado su actividad. El mismo sábado, Iglesias habló con Mariano Rajoy, le envió una carta y multiplicó su presencia en medios de comunicación para advertirle de que la la respuesta "no pasa en ningún caso por la venganza".
Las propuestas de Podemos
Las propuestas de Podemos no están tan lejos de las del Gobierno y el PSOE. Seis de las siete medidas reunidas en un documento público suscitan un amplio consenso y forman ya parte de la estrategia de los gobiernos europeos. Son "cortar las vías de financiación" del ISIS, "neutralizar las redes de captación", "apoyar a las fuerzas democráticas en el mundo árabe", a la sociedad civil en Siria o Irak, "proteger a los refugiados" evitando políticas xenófobas así como acabar con las "mafias que trafican con personas".
Sólo la sexta medida, que pide el "fin de los bombardeos contra la población civil" (a la que Francia dice no dirigir sus bombas) y el "embargo de armas a todos los contendientes" en Irak y Siria, podría separar sustancialmente a Podemos del resto de partidos.
El partido de Pablo Iglesias se ha mostrado en contra de los bombardeos de Raqqa (Siria), considerado uno de los bastiones del Estado Islámico que Hollande ordenó atacar como reacción inmediata a los ataques.
Esa respuesta y el anuncio de un endurecimiento de la seguridad en Francia ha permitido a Podemos recuperar un discurso anti-establishment que lo distancia del PSOE. "No compartimos la posición de quienes en caliente quieren cuestionar el derecho de asilo, criminalizar a los refugiados (que son también victimas del terrorismo) o pretenden que los europeos tengamos que renunciar a nuestro sistema de libertades", advirtió Iglesias este martes en una rueda de prensa.
Si en 2003 la izquierda española acusaba al Gobierno de embarcarse en una guerra ilegal en contra de la opinión mayoritaria de los españoles, Pablo Iglesias prometió que con él como presidente se harán referéndums sobre las misiones más importantes y que su Gobierno no se embarcará en ninguna operación que no respalde la ONU. Además, propone crear un Consejo de Paz con expertos que sirva como una solución más amable que el pacto antiyihadismo, que cree está demasiado centrado en la seguridad. En la misma dirección, Carmena apuesta por poner en marcha en Madrid el Instituto de la Paz y organizar jornadas sobre pacifismo.
JEMAD para todo
En su acto público, Iglesias no ahorró referencias a Aznar y a Blair, a quienes citó más que a Hollande y Rajoy, y reprochó a los exjefes de Gobierno haber participado en "la eliminación de [Muamar el] Gadafi", una medida "hipócrita" porque había sido "el principal aliado de las políticas europeas" en materia de seguridad e inmigración.
Podemos aprovecha además la presencia en sus listas de Julio Rodríguez, el ex JEMAD (jefe del Estado Mayor de la Defensa), que suele flanquear a Iglesias ante las cámaras siempre que es posible. Rodríguez repite el argumentario del partido con disciplina castrense a pesar de que en su boca hay palabras que plantean dudas sobre la coherencia de su trayectoria. Según él, Podemos pretende "corregir el rumbo de la estrategia que se ha llevado hasta ahora, que se inició en 2001 y que hasta la fecha, 2015, ha demostrado haber sido un fracaso estrepitoso". Como máximo mandatario de las fuerzas armadas, el ex JEMAD fue partícipe precisamente de esta estrategia durante la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero.