La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager (Glostrup, Dinamarca, 1968), es una de las personas con más poder de Bruselas y no ha dudado en ejercerlo actuando contra grandes compañías como Google o Gazprom por su abuso de posición dominante. Tampoco le ha temblado el pulso a la hora de declarar ilegal el acuerdo fiscal de Luxemburgo y Fiat, pese a que se cerró cuando su jefe, Jean-Claude Juncker, era primer ministro.
En el trato directo, se muestra cercana y amable. Ninguna ostentación de ese poder. Viene personalmente a buscarme a la sala donde espero para la entrevista y me ofrece café en su despacho, bastante impersonal pese a la presencia de algunas fotos de la familia y cuadros. A la conversación no asiste ningún asesor o portavoz a los que otros políticos utilizan como escudo.
Los ataques de París han provocado una gran conmoción en Europa, ¿cuál debería ser la reacción de la UE?
En primer lugar, creo que es muy importante que vivamos el duelo, porque mucha gente ha sido asesinada y hay familias que han perdido a sus seres queridos. Tenemos que encontrar juntos caminos para avanzar, en las respuestas militares, la vigilancia y el trabajo conjunto de los servicios de seguridad en Europa. Pero también hay que hacer lo posible para evitar que la gente se radicalice, intentar no sólo curar sino prevenir para que cosas así no ocurran.
En tanto que comisaria de Competencia, ¿cómo ve la situación de la economía española?
Creo que es bastante impresionante lo lejos que ha llegado la economía española en los últimos años, tras el gran golpe que sufrió durante la crisis. Por ejemplo, lo vemos de forma muy concreta en cómo se están llevando a cabo los planes de reestructuración en el sector bancario. Está claro que mantendremos la vigilancia en los próximos años, pero es bastante satisfactorio que las cosas van en la buena dirección. Es muy tranquilizador que el sector financiero esté encarrilado para servir a la economía real. Porque la economía necesita un sector financiero que funcione bien. Y por supuesto para ser lo más diversificada que sea posible y no dependiente de un único sector, porque fue un enorme golpe cuando estalló la burbuja inmobiliaria.
¿Ha debatido la Comisión Europea sobre el impacto del proceso independentista en Cataluña?¿Cuál es su opinión como política?
En la Comisión no hemos discutido sobre esto, lo vemos como un asunto español. Es muy importante que la Comisión reconozca cuándo una cuestión es competencia del estado miembro y cuándo es un tema europea. Por ejemplo hay un referéndum en mi país (el tres de diciembre, sobre la participación de Dinamarca en las políticas de interior de la UE) y eso tampoco lo hemos discutido, lo que me parece muy bien porque es una cuestión danesa, así que son los daneses los que tienen que decidir.
Volviendo al sector financiero, una de las cosas que todavía están pendientes del rescate bancario de España es la privatización de Bankia y BMN, dos de los bancos que recibieron ayudas públicas. ¿Cuándo espera que se produzca? ¿Teme retrasos por las elecciones del 20-D?
Es difícil decirlo. Pero hasta ahora las cosas van en la buena dirección. Tras la reestructuración y los compromisos asumidos (por España), consideramos que las cosas se están desarrollando como deben. Por supuesto, las elecciones pueden cambiar cosas, pero para nosotros es importante ver que hasta ahora se ha hecho lo acordado para garantizar que la reestructuración, después de la enorme recapitalización recibida, va en la buena dirección.
La Comisión alcanzó recientemente un acuerdo con el Gobierno español sobre los activos fiscales diferidos (DTA, por sus siglas en inglés) de la banca. Las entidades deben pagar una comisión a cambio del aval público del estado ¿es este pacto una solución permanente o todavía espera que los DTA desparezcan progresivamente?
Si la legislación propuesta se aprueba (ya lo ha hecho el parlamento español antes de disolverse), entonces nosotros no tendremos más problemas con los DTA.
Bruselas no tiene preocupaciones sobre los tax rulings de España
La Comisión está investigando los acuerdos fiscales de los estados miembros con multinacionales (tax rulings) y recientemente declaró ilegales los pactos de Luxemburgo con Fiat y de Holanda con Starbucks. En el caso de España, ¿qué decisiones tributarias anticipadas está investigando?
No hacemos públicos los nombres de las compañías cuyos tax rulings estamos examinando porque aún los estamos investigando. Y hemos concluido que algunos tax rulings se han hecho siguiendo las reglas. Son de buena calidad y dan seguridad jurídica y no tenemos preocupaciones en materia de selectividad, de que estén disponibles para una compañía pero no para otras. En ese sentido, es tranquilizador que los tax rulings pueden ser una cosa buena si se hacen adecuadamente. Podemos encontrar cosas que nos preocupen cuando examinemos los 300 tax rulings que ahora tenemos de todos los Estados miembros, excepto algunos pocos que no los utilizan. Pero nos gusta ver en la vida real que pueden hacerse como deben, sin selectividad pero dando seguridad jurídica a las empresas.
¿Aunque no nos pueda dar los nombres, tiene usted preocupaciones sobre España?
No tenemos preocupaciones específicas sobre España. Una de las viejas preocupaciones está todavía en los tribunales, el caso del fondo de comercio español (las desgravaciones fiscales ofrecidas a las multinacionales españolas que compran empresas extranjeras), y la conclusión está por ver. Por lo demás, sobre España hasta ahora no tenemos preocupaciones.
Otro de los sectores prioritarios para la Comisión es el de la energía. ¿Cuál es el estado de la investigación por posibles ayudas públicas en los pagos por capacidad en España? ¿Y sobre el sistema de primas a las renovables?
Las dos cuestiones están relacionadas pero a la vez separadas. Cuantas más renovables se meten en el sistema, más difícil es hacer que la red funcione porque hay diferentes maneras de generar energía y algunas dependen de las condiciones meteorológicas. Por eso las autoridades en algunos estados miembros están preocupadas por si tienen bastante suministro en horas punta. Comprendo esta preocupación y hay maneras de afrontarla. El motivo por el que investigamos las ayudas públicas en este campo es que nos gustaría garantizar que se haga de forma que sean tecnológicamente neutrales y que la gestión de la demanda sea parte de la solución, es decir, reducir el consumo en las horas punta.
Por lo que se refiere a las renovables, el sistema de ayuda de España sólo se notificó el pasado verano, así que nuestro análisis sigue en marcha. Aunque sea un esquema bastante viejo, se notificó bastante tarde. No hemos concluido la evaluación aún.
Bruselas considerará el fútbol como cualquier otro negocio
Otra decisión que se espera en España es la del caso del fútbol. Bruselas investiga desde hace dos años posibles ayudas públicas ilegales a siete clubes: Real Madrid, Barcelona, Athletic de Bilbao, Osasuna, Valencia, Hércules y Elche. Usted dijo que se resolvería después del verano, pero no hemos sabida nada. ¿Cuándo espera la decisión? ¿Los clubes deberán devolver la ayuda pública recibida?
Comparto la impaciencia. Lo que he aprendido en este trabajo es que se debe tener una paciencia de acero para finalizar las decisiones, porque siempre hay algo nuevo: llega más información, se plantean nuevas cuestiones y se necesita más tiempo. Espero que podamos finalizarlo relativamente pronto, porque por supuesto esta es una preocupación. Mucha gente tiene una enorme preocupación sobre fútbol y está esperando la decisión. Tenemos también casos de fútbol holandeses y estamos trabajando duramente para finalizarlos. Espero que la gente se dé cuenta de que tratamos al fútbol como a cualquier otro negocio porque trabaja en un mercado con mucho dinero, es una actividad económica y por eso tenemos esas preocupaciones. Espero que podamos volver a ello relativamente pronto.
¿Tendrán que devolverse las ayudas públicas?
Es demasiado pronto para decirlo. No será un secreto cuando se adopte la decisión, pero desafortunadamente no puedo dar ni el contenido ni los plazos porque no lo sé todavía, no estamos ahí.
Otro de los casos pendientes es la recuperación de las ayudas públicas ilegales de 265 millones de euros recibidas por los estudios cinematográficos de la Ciudad de la Luz, en Alicante. ¿En qué fase está este expediente?
Trabajamos muy estrechamente con las autoridades (de la Comunidad Valenciana) para permitir una licitación abierta y transparente de los activos con el fin de obtener el mejor precio posible. Pero también para garantizar que el nuevo propietario no sea responsable de la ayuda pública. Para que puedan tener un auténtico comienzo desde cero. Creo que son importantes las dos cosas. Que se logre el mejor precio y que el nuevo propietario pueda empezar de cero. Que haya una discontinuidad económica entre los propietarios anteriores y los nuevos.
¿Tiene que venderse por lotes separados o en uno único como quiere el Gobierno valenciano? ¿Podrán todavía las instalaciones usarse como estudio de cine?
Es una de las cosas que estamos discutiendo con las autoridades porque no se puede imponer la obligación de venderlo para un objetivo concreto. Por supuesto, se pueden incluir criterios cualitativos sobre cómo debe hacer el nuevo propietario o cuál debe ser el plan para desarrollar esta área. Sobre eso tenemos una discusión en marcha para facilitar la toma de decisiones de las autoridades, permitirles lograr lo que pretenden, pero teniendo en mente que el nuevo propietario no debe ser responsable de la ayuda de estado, porque si no sería un duro comienzo.
La competencia es la que genera inversión en las telecos
Usted acaba de iniciar una investigación sobre los posibles problemas de competencia de la venta de la filial británica de Telefónica, O2, a Hutchison. Parece que le preocupan este tipo de operaciones, pero las compañías dicen que necesitan consolidación para invertir, ¿cuál es su política en este sector?
Llevamos a cabo nuestro control de fusiones caso por caso. Porque los mercados son muy diferentes. El problema es que los consumidores no pueden ir a buscar un proveedor en otro estado miembro si están molestos porque los precios suben. Es muy difícil y caro. Tenemos mercados nacionales que son muy diferentes porque tienen una historia diferente, un número diferente de competidores, diferente nivel de infraestructuras. Pero mi preocupacion es por supuesto la competencia ¿Habrá después de una fusión suficiente competencia para garantizar la inversión, la innovación, precios asequibles para los consumidores? Lo que hemos visto en numerosos ejemplos es que cuando llega un rival al mercado y empieza a invertir, entonces el operador histórico o dominante empieza a invertir también. A menudo no es la consolidación la que genera inversión, sino la competencia la que genera inversión para prestar nuevos servicios y productos a los clientes.
¿Entonces no es necesaria la consolidación a nivel europeo?
Los cuatro principales operadores dan servicio al 60% de los abonados europeos, están activos en diferentes estados miembros y tienen un enorme volumen de clientes. En algunos respectos ya tenemos un mercado bastante consolidado. Son las empresas las que deben decidir si quieren fusionarse o no, en mi opinión no debe haber una política predeterminada. Lo importante es mantener la inversión y hasta ahora parece que la competencia es lo que más promueve la inversión. Sería malo para los consumidores si retrocedieramos a la época previa a la liberalización de los mercados. Porque lo que se ha visto es que los precios han caído y se han desarrollado nuevos productos rápidamente.
En los dos grandes casos de competencia, el de Google y el de Gazprom, ¿todavía ve posible una solución acordada?
Son bastante diferentes en cuanto al enfoque. Recibimos la respuesta formal de Google a finales de septiembre y la estamos analizando. Hay que revisar muchos datos porque se trata de un expediente lleno de datos. Quizá examinemos más datos en los próximos meses. En el caso Gazprom estamos siguiendo una doble vía. Tenemos una respuesta formal, pero a la vez estamos hablando con ellos a nivel técnico para ver cómo resolvemos nuestras preocupaciones. Está abierto, es demasiado pronto para decir cómo acabarán los dos casos. Pero hasta ahora siguen un procedimiento diferente.