El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha envuelto en las palabras “unidad” y “lealtad” en la lucha contra el terrorismo yihadista y ha anunciado que “cualquier decisión” que haya que tomar al respecto será consultada con todos los partidos y que también será llevada al Parlamento. Que Rajoy lleve este asunto al Congreso es estratégicamente publicitado a las puertas del 20D, cuando empieza a gestarse un “no a la guerra” en Podemos, y también para evitar y no revivir lo que ocurrió en 2004: Aznar y el PP se quedaron solos ante la intervención en Irak.
En un acto celebrado este martes en Tomares (Sevilla), Rajoy advirtió que lo más peligroso es que hubiera “diferencias entre nosotros” y avanzó que ya ha trasladado a los dirigentes de los principales partidos su disposición a esa consulta. Una postura que encajará en el formato del acuerdo suscrito el pasado mes de febrero con el PSOE tras el ataque a la revista satírica francesa Charlie Hebdo. Ciudadanos ya ha solicitado incorporarse a ese pacto y el Gobierno y el PSOE han aceptado su petición. Tan sólo falta la fecha y la hora para que se firme.
Con los aliados
Este anuncio viene a coincidir con la confirmación por parte del embajador de Francia en España, Yves Saing-Geours, de que el Gobierno francés todavía no ha realizado ninguna petición de ayuda al español, pero ha anunciado que lo hará antes del 20D y que habrá contactos bilaterales de alto nivel también antes de esa fecha.
La colaboración en materia antiterrorista entre los dos países viene de lejos, pero el embajador no precisó si esa ayuda iría más lejos, según informa Efe. La respuesta por ahora de Rajoy es que, si en lucha contra el terrorismo requiere de diálogo, consenso y apoyos internos, también debe haberlos externos y, tras lo sucedido en París y lo que está pasando en Bélgica, “España debe estar con sus aliados siempre”, subrayó.
Ante las 300 personas que asistieron a este acto, el presidente del Gobierno también abordó la situación de Cataluña, el segundo gran tema en el que se apoyará hasta el 20D. Lanzó una advertencia a Artur Mas: "La ley se cumple. Hasta ahí podíamos llegar".
Aseguró que no le gustaría tener que actuar, pero lamentó que los pasos que están dando van “en la mala dirección”, y vio necesario fijar su posición: la defensa de la unidad y la soberanía nacional frente a lo que se está convirtiendo a su juicio en “un atentado al sentido común, a la lógica y al sentido de los tiempos”. Y frente a la advertencia, un mensaje de tranquilidad para los proveedores catalanes: pueden estar “tranquilos” y que van a cobrar a pesar de la “inoperancia” de quienes les gobiernan.
"Que nadie venga al gobierno a aprender"
En el PP tienen claro que la amenaza viene por el centro y que la única fórmula para restar votos a Ciudadanos es presentarlo como un partido novato. Una formación “sin historia”, sin equipos, sin trayectoria ni experiencia de gobierno a ningún nivel (desde el ámbito local al provincial y autonómico) y que, por tanto, no es la adecuada para gestionar un país en el actual contexto político y económico. El candidato popular a la reelección dejó clara su estrategia ante la formación naranja: España no está para “que nadie venga al gobierno a aprender”.
Pero si no debe haber espacio para los “experimentos” (evitó en todo momento mencionar a Ciudadanos), para Rajoy tampoco el país está “para dar marcha atrás”. Arremetió contra el PSOE y aseguró que la “mayor equivocación” el 20D sería apoyar a quienes llevaron el país a la mayor crisis económica de su historia. “España no puede volver atrás ni caer en experimentos”, advirtió.
El pulso por Andalucía
El PP coincide así con el PSOE en su planteamiento de reducir la contienda electoral del 20-D a una cosa de dos. Y también coinciden en que en Andalucía son los únicos haciendo campaña. La comunidad la han tomado como su campo de batalla. Tienen claro que el éxito en esta comunidad les puede abrir las puertas de La Moncloa. Son 61 escaños los que están en juego.
A la vista está el esfuerzo que está desplegando el PSOE. Hasta en cuatro ocasiones, con o sin Susana Díaz, Pedro Sánchez se ha dejado ver por esta comunidad en actos multitudinarios y esta semana habrá otros cuatro más. Consciente de la ventaja que ya le está sacando Sánchez (tanto en actos como en las encuestas), Rajoy se ha afanado por recordar que bien por mitin o por inauguraciones de grandes infraestructuras, desde agosto ha estado en las ocho provincias andaluzas. En su apuesta por esta comunidad, la promesa del día pasa por el empleo: hasta 2 millones de puestos de trabajo se ha comprometido de aquí a 2019, y a la que ha añadido una nueva bajada de impuestos.
Los otros adversarios en esta contienda hasta ahora no han hecho acto de presencia. En el caso de Ciudadanos, son los debates los que han boicoteado la agenda de su líder, Albert Rivera. La previsión inicial era que pudiera estar en siete de sus provincias. Sólo en el arranque de campaña pasará por Andalucía: en Cádiz y Sevilla estará el 8 de diciembre, y al día siguiente irá a Granada y Málaga. No obstante, C’s sí dio aquí su pistoletazo de salida, aunque un tanto prematuro, en un acto el pasado 7 de noviembre en Cádiz y en el que Rivera presentó el documento de regeneración democrática.
Lo mismo le sucede a Podemos. A Pablo Iglesias no se le verá por Andalucía hasta el 4 de diciembre. También ha elegido Cádiz para el arranque de la campaña. Aparte del simbolismo histórico de la ciudad, es una de las alcaldías más potentes que tienen.