“Cataluña es el mayor centro mediterráneo de yihadismo y actividades radicales islamistas”. Lo advertía en 2010 un documento de la embajada norteamericana en Madrid que fue filtrado por Wikileaks. Cinco años después, las numerosas detenciones de presuntos terroristas y captadores en esta comunidad autónoma confirman aquellas sospechas: Cataluña es uno de los principales centros de operaciones del terrorismo islámico de Europa.
La última intervención de la Guardia Civil en Barcelona y Granollers ha concluido con tres detenciones: la primera corresponde a dos hombres de 42 y 32 años, nacionalidad marroquí y residentes en la calle Marina de Barcelona. Nacidos ambos en Tánger, están acusados de difundir ideas radicales a través de las redes sociales y de captar adeptos para unirse a Estado Islámico. Según fuentes presenciales, las detenciones se practicaron por la mañana y se vivieron momentos de máxima tensión, cuando varios vecinos y familiares de los presuntos captadores empezaron a protestar. Incluso el hermano de uno de los arrestados se abalanzó sobre el coche policial para evitar que se los llevasen.
El segundo arresto es el de una mujer de 24 años y nacionalidad española, nacida en Granollers pero de padres marroquíes. Según fuentes de la investigación, había experimentado un proceso de radicalización extrema en los últimos meses y pretendía unirse a DAESH. Según apuntan fuentes próximas a la investigación, la mujer fue captada por los dos marroquíes y ya tenía las maletas preparadas para marcharse a Afganistán.
Los tres están viajando a Madrid y pasarán a disposición judicial en las próximas horas. Además de las tres detenciones, la Guardia Civil ha estado interrogando a tres personas que podrían estar relacionadas de algún modo con esta célula yihadista, aunque al cierre de esta edición se desconocía si iban a ser detenidos o puestos en libertad.
Esta ha sido la segunda operación contra el terrorismo islámico que se ha desarrollado en España después de los atentados de París. La primera tuvo lugar el pasado 23 de noviembre, cuando un recluso del Centro Penitenciario de Segovia fue detenido bajo la acusación de amenazar en nombre de Estado Islámico con poner bombas en Madrid y Barcelona.
LA QUINTA OPERACIÓN EN CATALUÑA EN 2015
Las detenciones de este sábado en Barcelona y Granollers no han sido las únicas registradas en Cataluña en 2015. De hecho, esta es la quinta operación contra el terrorismo islámico que se completa en Cataluña en el último año. El pasado mes de marzo, la Guardia Civil detenía en el aeropuerto de Barcelona a una marroquí de 32 años y residente en Rubí que estaba a punto de viajar a Siria a unirse a DAESH. Llevaba consigo a su hijo de tres años. Seis días después, la Policía Nacional detenía a un joven de 18 marroquí de Terrassa acusado de pertenecer a una célula yihadista. El 31 de ese mismo mes, los Mossos arrestaban en Badalona a un matrimonio y a sus dos hijos menores de edad, acusados de mantener vínculos con Daesh. Interior informó que los jóvenes iban a viajar a Marruecos para integrarse en una célula terrorista que los conduciría a Siria.
El 8 de abril de abril se completó la operación antiterrorista más importante de España este año. También tuvo a la provincia de Barcelona como marco. El pasado mes de abril, los Mossos d’Esquadra detenían a once personas en diferentes puntos de Cataluña. Estaban acusadas de formar parte de una célula denominada “Fraternidad islámica para la predicación de la yihad”. Aquel dispositivo, conocido como “Operación Caronte”, se desarrolló principalmente en la comarca del Vallès Occidental, una zona de la segunda corona metropolitana de Barcelona y está conformada por ciudades como Terrassa y Sabadell. Aquella célula fue investigada durante diez meses por un agente de los Mossos infiltrado. Según el juez Pedraz, sus miembros pretendían atentar contra una sinagoga y una comisaría de Mossos d’Esquadra, además de secuestrar a un policía, vestirlo con un mono naranja, ejecutarlo y grabarlo en vídeo, tal y como hace DAESH en Siria e Irak.
MAYOR RIESGO DE RADICALIZACIÓN
Cataluña es la comunidad autónoma con un mayor riesgo de radicalización de musulmanes, según los datos publicados por el Ministerio del Interior. Dichos resultados han sido obtenidos con una herramienta diseñada para determinar el peligro de radicalización en cada región. Según este estudio, Cataluña duplica en riesgo a la segunda región que es Andalucía. Además, el estudio afirma que la posibilidad de radicalizaciones más homogénea. Es decir, es capaz de darse en cualquier parte de la región, mientras en Andalucía el riesgo casi se reduce a Málaga y Almería.
Cataluña se ha convertido en uno de los puntos predilectos para los yihadistas y los motivos son muy diversos. El primero es puramente estadístico: se trata de una de las comunidades autónomas españolas con mayor presencia de musulmanes. La mayor parte de ellos proceden de Marruecos y Pakistán, aunque no es una cuestión de nacionalidad: en los últimos años se ha incrementado sustancialmente el número de españoles convertidos al Islam. De hecho, cinco de los once detenidos en la “Operación Caronte” eran españoles o sudamericanos conversos recientemente.
Al igual que sucede en los suburbios de Francia y Bélgica, se ha consolidado una primera generación de españoles desarraigados, hijos de inmigrantes musulmanes, que crecen en guetos de las ciudades de la periferia de Barcelona. La crisis, la falta de oportunidades y el desarraigo lleva en ocasiones a estos jóvenes a abrazar ideologías radicales que llegan con la promesa de la integración. Algunos de ellos viajan a Siria para unirse a Daesh. Otros realizan labores de captación desde España, como los dos detenidos de este sábado en Barcelona. En el caso de la detenida en Granollers, se trata de una ujer nacida en España pero de padres marroquíes.
MEZQUITAS SALAFISTAS
Dentro del factor estadístico se halla también el hecho de que en Cataluña es la comunidad autónoma con más mezquitas de España. Hay más de doscientas registradas, aunque existen numerosos centros de culto clandestinos, en garajes y domicilios particulares. Esto supone el 20 por ciento del número total de mezquitas existentes en el país. Según cifras del CNI, Cataluña alberga la mitad de las mezquitas salafistas de España, que son uno de los principales focos de radicalización, por el mensaje extremista que allí se difunde. Según fuentes de una unidad antiterrorista de la policía, un centenar de catalanes se han desplazado a Siria para unirse a la yihad durante los últimos años.
DESCOORDINACIÓN ENTRE POLICÍAS
Otro de los motivos por los que los terroristas pueden operar con mayor impunidad desde Cataluña es la falta de unidad entre los miembros de los cuerpos de seguridad del estado. La policía nacional y la autonómica (Mossos) han protagonizado algún incidente de descoordinación que ha podido malograr alguna operación contra el terrorismo. Sucedió durante la mencionada Operación Caronte, cuando los Mossos denunciaron que la Policía Nacional había dado un chivatazo a yihadistas que estuvo a punto de mandar al traste diez meses de investigación. El caso terminó en la Audiencia Nacional, el juez lo desestimó y el ministro del Interior, Jorge Fernández Dïaz concluyó que eran acusaciones sin fundamento. No obstante, el incidente puso de manifiesto la falta de unidad entre ambos cuerpos de seguridad.
Por último, desde el gobierno central se acusó a fundaciones independentistas catalanas subvencionadas con dinero público de haber integrado y dado apoyo a musulmanes integristas. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el secretario de Etado de Seguridad, Francisco Martínez, acusaron a Àngel Colom, presidente de la fundación Nous Catalans, de haber conectado con individuos próximos al salafismo.