Un robo común o un asalto en busca de documentos confidenciales. Ésas son las dos hipótesis que la Policía maneja sobre el asalto en el despacho profesional del expresidente Felipe González. El pasado domingo, varios desconocidos allanaron la oficina que el histórico líder del PSOE comparte con otros abogados en el centro de Madrid. Allí, se llevaron 300 euros y dejaron el despacho destrozado. 24 horas después, González seguía haciendo inventario de los documentos guardados en su despacho para conocer el alcance del robo y la importancia de la documentación en manos de los asaltantes.
Según fuentes policiales, el robo se produjo entre las 15.00 y las 19.00 horas, cuando varios asaltantes accedieron a la cuarta planta del edificio, ubicado en el número 24 de la calle Velázquez de Madrid, cercano a la residencia habitual del expresidente. Tras romper la primera cerradura, los ladrones accedieron a la oficina que Felipe González comparte con otros letrados. Allí, tuvieron que forzar de nuevo una segunda puerta para entrar en el despacho que el líder socialista tiene asignado.
En un primer momento, los agentes apuntaron a un robo común como la causa más probable del suceso. Es habitual que los ladrones asalten reconocidos despachos de abogados con la esperanza de que guarden allí importantes sumas en metálico, bien propias o bien de clientes. Sin embargo, la escasa cuantía de lo sustraído (300 euros) y el estado en el que dejaron la oficina, completamente revuelta, hicieron saltar las alarmas. "Si ha sido un trabajo para obtener documentación, desde luego no ha sido el más delicado que hemos visto", comentaba este lunes un responsable policial que participa en el operativo.
Denuncia discreta
La primera denuncia sobre el robo se presentó la noche del domingo en la comisaría que la Policía Nacional tiene en el distrito de Salamanca. A las 22.30 de la noche un abogado apellidado Ruiz de Aldana actuó como representante legal y puso los hechos en conocimiento de la policía. Pero evitó en todo momento nombrar por escrito a la víctima real del robo, el expresidente González. Según fuentes policiales, ésta es una estrategia común en las denuncias de diversas personalidades públicas, con el objetivo de que su identidad no trascienda a la prensa.
La denuncia presentada por el abogado relata que los ladrones han sustraído un número indeterminado de documentos y 300 euros. Tras su comparecencia, agentes de la Policía Científica se desplazaron hasta la oficina para tomar huellas y posibles pruebas que identifiquen a los asaltantes. Además, la denuncia quedó pendiente de ampliación si tras el inventario, el expresidente detectaba la falta de documentación importante guardada en su despacho.
En los últimos meses, Felipe González ha protagonizado como abogado varios casos con especial relevancia internacional. Como ejemplo, el pasado mes de marzo anunció que se haría cargo de la defensa de los dos principales opositores venezolanos encarcelados por el Gobierno chavista: Leopoldo López y Antonio Ledezma. El anuncio de su mediación y su posterior visita al país le supuso un enfrentamiento directo con el Gobierno de Nicolás Maduro, que le negó incluso visitar a ambos presos y rechazó su petición de ejercer la abogacía en el país.