Cruce de acusaciones a raíz de la espantada del presidente de honor del PP en la campaña electoral. El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, ha reconocido este martes que sería “muy positivo que Aznar participe en la campaña” donde se pedirá el voto por todos los rincones de España para Mariano Rajoy. La caja de los truenos la reabría este lunes el jefe de Gabinete del presidente, Jorge Moragas, quien adelantó que Aznar no intervendría en ningún mitin porque ni siquiera ha respondido la invitación que le envió el comité de campaña.
El jefe de Gabinete del presidente fue más allá y aseguró que el hueco del expresidente del Gobierno “no es ningún drama”. Para su compañero en la dirección de campaña, sin embargo, la realidad es bien distinta. Pablo Casado reclama la presencia del que fuera su jefe, el presidente de Faes, “una persona imprescindible para el partido”. Cualquier participación suya en la campaña, remarcó el vicesecretario de Comunicación, “es siempre positiva”.
Que Aznar participase o no en la campaña electoral del PP era uno de los temas tabú en Génova. Los más próximos a Mariano Rajoy no perdonan las acusaciones públicas que el expresidente del Gobierno ha vertido sobre su propio partido “cuando lo que se necesitaba era transmitir un mensaje de unidad”, advierten fuentes cercanas al presidente. Por esa razón, ni el presidente del Gobierno ni su equipo se sentían cómodos forzando la participación del expresidente en la campaña electoral más reñida de la historia. “Su aparición apadrinando a Rajoy sería una fotografía engañosa. Todo el mundo sabe que no se llevan bien, y encima Aznar se esfuerza en airearlo cada vez que puede. ¿Ahora va a fingir que son un equipo”, se quejan.
La postura de Pablo Casado es, sin embargo, radicalmente distinta a la de Jorge Moragas. El vicesecretario de Comunicación del PP comenzó su meteórica carrera política con Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid, donde fue diputado en 2007. Dos años después, Aznar lo fichó como asesor en su gabinete en Faes, el laboratorio de ideas y estudios del Partido Popular. Casado representa un rara vis: “Es un apadrinado de Aguirre, de Aznar y uno de los hombres más fuertes de Rajoy en Génova, algo que nadie ahora mismo es capaz de conseguir”, aseguran fuentes internas del partido.
No obstante, Casado es uno de los políticos emergentes con más avales para el postmarianismo. Si los resultados el 20-D son tan malos como se esperan, nadie duda de que Mariano Rajoy dará un paso atrás para dejar paso a otros, más jóvenes y sin ninguna sombra de corrupción ni de mala gestión. En este escenario se abriría paso el joven Pablo Casado, 34 años, que recibiría la bendición “de todos: los aguirristas, los aznaristas y parte de los marianistas”.