Cuando peor pintan las cosas, a Jordi Pujol le ha llovido un inesperado aliado del cielo: la Iglesia. El arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, hizo el sábado un sorprendente alegato en defensa de la "honestidad" del ex presidente de la Generalitat. El cardenal Sistach se retira del arzobispado después de la Navidad. Pero antes de marcharse ha sacado la cara por Pujol, a quien quiso desligar de los negocios de sus hijos.
"Una cosa es el padre y otra son los hijos. Esto hay que tenerlo en cuenta. Si lo mezclamos todo... El padre tiene responsabilidad de los hijos hasta que son mayores de edad", dijo en Catalunya Radio. "Ha hecho (Pujol) cosas muy buenas y quizás ha hecho otras no tan buenas, pero eso tiene que decidirlo un juez".
Precisamente la titular del Juzgado de Instrucción de Barcelona, Beatriz Balfagón, en contra de lo que opina Sistach, ha dado un giro de 180 grados a este caso, que parecía en un callejón sin salida. No había manera de comprobar indiciariamente que el ex 'molt honorable' había ocultado dinero en paraísos fiscales sin declarar mientras ocupaba un cargo público. Fuentes de la investigación reconocen a EL ESPAÑOL que la causa iba a quedar archivada. Llevaba casi un año parada y la juez tenía previsto sobreseerlo.
La instructora tenía sospechas de que la versión de la herencia de su padre, Florenci Pujol, no era cierta y a lo largo de la instrucción la magistrada había recopilado hasta ocho razones por las que no podía ser creíble la historia narrada por el clan. Sin embargo, no tenía pruebas suficientes para sentarle en el banquillo de los acusados.
La única posibilidad que había es que Andorra remitiera la información solicitada sobre posibles cuentas de Pujol, su esposa, Marta Ferrusola, todos sus hijos, y movimientos del dinero existentes en esas cuentas. Sin embargo, el Principado nunca respondió. Es más, ni siquiera llegó a contestar para negarse a cumplimentar la comisión rogatoria. El matrimonio lo tenía todo atado. No les podrían sentar en el banquillo sin ninguna prueba fehaciente de que habrían escondido dinero y, por tanto, tampoco se podría tirar del hilo de la procedencia de esos fondos.
La jugada les había salido bien. Ferrusola y sus hijos regularización sus fondos ante la Hacienda española, pagando una multa, en julio de 2014. Se habían levantado muchas sospechas de que ocultaban dinero en el extranjero y varios de sus hijos estaban inmersos en procesos penales. Una vez regularizados los fondos y si ésta se había hecho bien, la Justicia no podría ir más allá. El ex presidente catalán fue quien comunicó públicamente que su familia había ocultado fondos en el extranjero pero ya habían cumplido con el fisco. Sin embargo,él no regularizó porque nunca había tenido dinero fuera de España.
Cuando ya estaban a punto de dar por zanjada la investigación ocurrió un hecho inesperado: Andorra decidía colaborar con la Audiencia Nacional y remitir información sobre las cuentas del mayor de sus hijos, Jordi Pujol Ferrusola. Entre esa documentación aparece un papel que da un vuelco a la investigación. Se trata de un manuscrito redactado por Jordi Pujol i Soley y entregado al Andbank reconociendo que él es el titular real de una de las cuentas de sus hijos. Se trata de una cuenta en la que se ingresó 1,8 millones de euros en un sólo movimiento. Después, con su firma autorizada, sacó la misma cantidad en varias disposiciones, uno de ellas de 1,3 millones en el año 2010.
Balfagón vio en esta documentación la llave que abría la puerta del banquillo. Pero no será ella quien lo haga. Entiende que toda la familia debe ser investigada en una sola causa porque al fin y al cabo los hechos son los mismos. Así, que lo envió al juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, que hasta ahora tenía imputados a Jordi, Pere y Josep Pujol Ferrusola por blanqueo de capitales.
A partir de ahora tendrá que ser este magistrado quien escuche la versión del ex dirigente catalán y analice las ocho razones por las que su compañera de Barcelona no se creía la versión del clan sobre la herencia de Florenci Pujol y que son éstas, según se desprende de su auto de inhibición:
1.- No han explicado el origen de los fondos regularizados. Marta Ferrusola y varios de sus hijos transmitieron sus fondos de la Banca Privada de Andorra a su filial Banco Madrid para desde esta entidad proceder a la regularización. Sin embargo, no se ha podido determinar el importe exacto escondido, la existencia de otras cuentas en el país andorrano, la fecha en que ingresaron en los respectivos patrimonios “ni mucho menos el origen de los mismos”.
2.- La cantidad real que guardan. Ninguno de los miembros del clan, según la juez, han sido capaces de demostrar en el Juzgado la cantidad real que guardan en el extranjero.
3.- Regularización incorrecta. La Agencia Tributaria no ha podido asegurar “si la regularización fiscal se ha hecho correctamente”. Marta Ferrusola pagó 455.268 euros, su hija Mata, 594.492; Pere, 427.765; y Mireia, 282.479; de los ejercicios 2010 a 2013.
4.- Se desconoce la cantidad exacta de la fortuna oculta. “No ha sido posible conocer si los fondos transferidos desde Andorra eran todos los que poseían los querellados”.
5.- La multiplicación sospechosa del dinero. La juez habla de la “improbable realidad del legado” porque según el propio ex presidente la herencia era de 140 millones de pesetas (841.000 euros) “y sin embargo los ocho beneficiarios pudieron llegar a percibir varios años después, cuanto menos, un millón de euros cada uno”. Esto hace sospechar que en realidad lo que habrían recibido “son los beneficios de las dudosas actividades económicas realizadas por el mayor de los hermanos”.
6.- No cuadra el supuesto reparto de la herencia. La versión del clan es que el hermano mayor gestionó los fondos porque su padre se desentendió del dinero al entrar en política. Fueron los negocios de Jordi Jr lo que hizo que la herencia se multiplicara, hasta 2010 que decidió repartir la cantidad entre sus hermanos y su madre. Sin embargo, la magistrada advierte que no han podido acreditar cómo se transfirió esas cantidad a la cuenta de cada uno. “Ni él ni ninguno de los demás imputados ha facilitado datos concretos, objetivos e inequívocos sobre los importes percibidos, fechas de los correspondientes ingresos, conceptos y en general, cualquier otra información relevante”.
7.- Encubren el origen delictivo de los fondos. Toda esta incapacidad por parte del clan de poder demostrar documentalmente su versión de los hechos, “es lo que hace sospechar” de la existencia de un delito contra la Hacienda Pública y otro de blanqueo de capitales. “La ocultación y gestión del patrimonio en el extranjero por más de treinta años, gran parte de los cuales transcurrieron durante la vida política activa de Pujol Soley, lleva a pensar que la ocultación obedecía al propósito de encubrir el origen delictivo del dinero”.
8.- Se desconoce la procedencia del dinero de la cuenta del patriarca. Por último, la instructora resalta que respecto de la cuenta en la que figura el manuscrito, y que confirma que el ex presidente catalán era el propietario “en la sombra” tampoco han justificado ni el origen ni el destino de los fondos guardados, habiendo circulado el dinero como “ingresos o disposiciones en efectivo”.