Unos 70 miembros de la Asamblea Nacional Catalana (ACN) han iniciado este sábado un encierro y ayuno de 24 horas para exigir la formación de un gobierno en Cataluña que responda a lo votado en las urnas y que, según ellos, marca un claro camino hacia la indendencia. La iniciativa surge la víspera de la decisiva reunión de la CUP tras la que no habrá ya marcha atrás para la Generalitat: o Artur Mas repite como presidente o habrá nuevas elecciones.
El gesto de este grupo, que se ha congregado en la Escola Pia Nuestra Señora de Barcelona, persigue "dar un toque de alerta" no mediante presionar a nadie en concreto sino a "todos" los partidos soberanistas, aunque el único que tiene en su mano la investidura de Mas es la CUP. El partido antisistema decide este domingo entre respaldar al presidente en funciones o precipitar nuevas elecciones en Cataluña.
Los portavoces de la movilización, Àngels Piñol, Víctor Cucurull y Ignasi Faura han explicado que el objetivo de esta iniciativa es "recoger la reivindicación" de los votantes que, según ellos, dieron un mandato claro a favor de la independencia de Cataluña el 27S, por lo que Piñol se ha mostrado a favor de pasar a los hechos y dejar las palabras. Folch ha expresado que quieren pedir a los partidos que establezcan "un acuerdo sólido y no puntual, para formar un gobierno fuerte" que haga posible la independencia.
Faura ha dicho que no les preocupa la CUP, sino que el día 9 de enero haya un gobierno: "Esa es nuestra única preocupación", y ha considerado que ese es el día decisivo para Catalunya.
Por su parte, Cucurull ha subrayado que esta acción es simbólica y que durará 24 horas, y después esperarán a que se llegue a un acuerdo antes del día 9 de enero, pero ha añadido que si ese día no se ha conseguido formar gobierno "habrá muchas más acciones".
Cuestión de "dignidad nacional"
"No nos gusta la situación actual y no comeremos", ha dicho Cucurull, y ha explicado que están hartos de ver que se agotan los plazos y que no se avanza, por lo que ha considerado que los ciudadanos tienen la responsabilidad de exigir el acuerdo.
Los portavoces -que son miembros del Secretariado Nacional de la ANC-- han asegurado que se trata de una "cuestión de dignidad nacional" y que la movilización es a título individual, y esperan que participen un centenar de activistas y unos veinte miembros del Secretariado Nacional de la ANC -que tiene 75 miembros--.
Además, Folch ha asegurado que en esta situación "urgencia", y en plenas fiestas, no tenían tiempo de preparar una movilización de la ANC, y por lo tanto han organizado esta acción ciudadana que, según ha tuiteado la propia Asamblea Nacional Catalana, no está dirigida ni promovida por la dirección de la misma.