Se llama Diego y solo tiene cinco meses de vida, pero ha sido el gran protagonista de la primera sesión de la XI Legislatura en el Congreso de los Diputados. La decisión de la secretaria de Análisis Político de Podemos, Carolina Bescansa, de llevar consigo a su bebé al Parlamento este miércoles ha generado una honda controversia. En principio se han repetido los aplausos hacia un gesto para defender la conciliación -según la versión del partido-. Con el paso de las horas, han crecido sobremanera las críticas aceradas al conocerse detalles como que hay una guardería en la Cámara. El PP ha llegado a hablar de "utilización" del menor y las asociaciones feministas se han mostrado contrarias a lo sucedido.
Bescansa ha aparecido en el Congreso con su niño, como ha hecho en otros actos de las últimas semanas. La número tres de Podemos ha pedido a los fotógrafos que borrasen la cara del menor en las imágenes que publicasen. Después, ha dejado que Pablo Iglesias e Íñigo Errejón también acunasen al bebé, momentos que también han inmortalizado todas las cámaras presentes en el hemiciclo. Una vez iniciada la sesión, Bescansa ha amamantado al menor en su escaño. Y en la mayoría de las votaciones ha pasado a votar con Diego en brazos. El pequeño se ha convertido por unas horas en el diputado número 351.
¿Se trata solo un ejemplo de conciliación entre vida laboral y familiar que debe entenderse como normal o es un caso de exhibicionismo de la diputada para exponer su reivindicación y/o conseguir las imágenes de su niño en los medios? Sea cual sea la respuesta elegida por cada cual, lo cierto es que tanto en el Congreso de los Diputados como fuera del mismo no se ha hablado de otra cosa. El bebé de Bescansa incluso ha eclipsado la elección de Patxi López como presidente de la cámara o el debate sobre la gobernabilidad de España que sigue en el aire.
En el propio Congreso, la diputada del PP Celia Villalobos se ha acercado a Bescansa para comentarle que allí existe "una fantástica guardería" en la que podría haber dejado a su niño. Es cierto que existe tal servicio para los diputados desde 2006. El precio es de unos 150 euros al mes.
Otro asunto que se le ha afeado a Bescansa es que presuntamente había acudido al Congreso acompañada de una niñera. Sin embargo, fuentes de Podemos desmienten a EL ESPAÑOL tal extremo y explican que algunos medios han confundido a una joven que forma parte del equipo de Análisis Político de Podemos con una cuidadora porque ha cogido al bebé en varias ocasiones, sobre todo una vez que ha terminado la sesión y la diputada ha acudido a la puerta del Congreso junto a sus compañeros de filas.
Además del bebé Diego que se ha hecho célebre este miércoles, Bescansa es madre de otra niña. En el pasado también era habitual ver a la hoy diputada de Podemos junto a la joven en actos del partido. Y, de hecho, aún la acompaña en algunos mítines. En las últimas semanas, la número tres de Podemos ha llevado a su hijo a las reuniones que ha mantenido con el PSOE y Ciudadanos para hablar sobre la formación de la Mesa del Congreso. Asimismo, el pequeño ya estuvo en el Parlamento el pasado 6 de diciembre, en la fiesta de la Constitución. Igualmente, la diputada suele acudir con su bebé y junto a una amiga que lo cuida a programas de televisión.
En la campaña electoral Bescansa apenas salió de Madrid para acudir a mítines, en buena medida para estar con su niño. Eso sí, también en la campaña quedó claro que esta comentada foto iba a producirse. Y es que el pasado 18 de diciembre, en un acto celebrado en Murcia, el propio Pablo Iglesias sorprendió a los presentes al decir, en medio de un comentario sobre las propuestas de Podemos sobre la conciliación laboral y familiar, que su compañera daría ejemplo. "Carolina Bescansa dará de mamar a su bebé en el Congreso de los Diputados", sostuvo. Dicho y hecho.
Ataques de PP y PSOE
Más allá de la planificación o no del hecho, lo cierto es que pronto se ha desatado una avalancha de comentarios sobre Bescansa y su niño. Para el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se trata de un hecho "lamentable". La diputada del PP por Segovia Beatriz Escudero decía en Twitter desde el propio Congreso esto: "Asistimos a un espectáculo con utilización de un bebé. Se pasan al niño de mano en mano para foto. Impresentable". La diputada Ana Madrazo publicaba este otro tuit: "¿Para la foto?, ¡dejemos la demagogia! No es lo más adecuado, ¡millones de madres no pueden llevar a sus bebés a sus trabajos!".
Desde el PSOE también han llegado varias críticas proferidas contra Bescansa. Así, Irene Lozano ha considerado que el hijo de Bescansa "hubiera estado muy bien" en la guardería del Congreso y no en el escaño. Para ella, la política tiene un "componente simbólico" del que hay que intentar huir haciendo un trabajo "riguroso" e intentando legislar en favor de la conciliación. En esa línea, Carme Chacón ha dicho sobre el caso que "hay muchas trabajadoras en este país que no pueden hacer eso" y que "no hacía falta" hacer lo que ha hecho la diputada de Podemos.
La versión de Bescansa y Podemos
La propia Bescansa ha tenido que salir al paso de la enorme controversia generada. En declaraciones a los medios, ha reivindicado el derecho de "todo el mundo" a criar a sus hijos "como pueden y quieren" y ha reconocido haber disfrutado del "privilegio" de no haber tenido que separarse de su bebé desde que nació. "Es hora de visibilizar lo que hay en la calle dentro de las instituciones y que esta Cámara se parezca más a nuestro país", ha señalado.
La número tres de Podemos ha insistido en que "he tenido el privilegio de no separarme de él desde que nació y me parece que es muy sorprendente que sea noticia que una madre con un bebé tan pequeño acude a su trabajo con él". Además, fuentes oficiales del partido emergente han explicado que se trataba de "un gesto simbólico por la reivindicación de todas las mujeres que tienen que poder conciliar vida familiar y personal y vida laboral y hoy día no pueden, que son muchas en nuestro país, millones de mujeres que se enfrentas solas a múltiples obstáculos".
Las feministas, contra el gesto
La reivindicación de Bescansa no ha contentado a gran parte de las asociaciones de mujeres y/o corte feminista. En declaraciones a Efe, la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, ha opinado que el gesto de Bescansa lanza un mensaje "contraproducente, muy poco afortunado y que hace mucho daño", pues no se trata tanto de apostar por la conciliación sino por la corresponsabilidad en el cuidado de los hijos.
La directora de la Fundación Mujeres, Marisa Sotelo, se ha preguntado si, por ejemplo, una cajera pueda hacer en su trabajo lo que ha hecho Bescansa. Para ella, la polémica que se ha creado es "exagerada" pero ha considerado que "si realmente Bescansa pretendía convertir lo de hoy en un acto reivindicativo, hay otras formas y no hace falta hacerse fotos de esa manera". En tercer lugar, Ascensión Iglesias, la presidenta de la Unión de Asociaciones de Familias -que representa a todo tipo de familias-, ha cuestionado la actitud de la diputada en el Congreso y ha dicho que "me hubiera gustado más haber visto a un varón con un niño" porque se hubiera visibilizado así lo que es "la corresponsabilidad".
En suma, la presencia del diputado 351 en el hemiciclo ha generado uno de esos debates resbaladizos, con varias aristas y opiniones contrapuestas que afloran a velocidad de crucero. Aparte del cruce de declaraciones entre políticos y expertos, Bescansa ha sido la primera tendencia de Twitter en España durante horas. Miles de opiniones vertidas al respecto. Todos los informativos han destacado el caso. Todos los periódicos digitales han hecho encuestas para saber si los lectores estaban o no de acuerdo; y los resultados han sido dispares en función del rotativo. Lo único seguro es que la polémica continuará porque Bescansa pretende seguir llevando a su bebé al Congreso al menos mientras dure el período de lactancia.