Tres días después de su investidura, Carles Puigdemont ha recibido la llamada de dos de los principales líderes nacionales: el socialista Pedro Sánchez y el líder de Podemos, Pablo Iglesias. El presidente de la Generalitat ha tenido la oportunidad de conversar en privado con ellos sobre algunos de los retos más importantes que tiene la región que ahora dirige y España, el país que sigue sin un Gobierno estable.
Durante la conversación que ha mantenido con Sánchez, que ha durado unos veinte minutos, el socialista le ha prometido a Puigdemont la necesidad de reformar la Constitución para abordar la reforma federal que daría una solución al problema catalán. Coincidieron en que hay que tender puentes entre las instituciones para abrir el diálogo y acercar posturas. Además, los dos mandatarios han cruzado opiniones sobre las mayores preocupaciones de los españoles y de los catalanes, como el paro, la desigualdad y la regeneración de las instituciones. Los dos se despidieron emplazándose a “mantener el contacto” abierto.
El recién elegido presidente de la Generalitat también ha conversado durante un tiempo aproximado al de Sánchez este viernes con el secretario general de Podemos, que le ha trasladado su apoyo para que se celebre un “referéndum legal” en Cataluña dentro del “marco jurídico actual”. Según fuentes internas de la formación morada conocedoras de la conversación, Pablo Iglesias le ha dejado claro que su formación defendería que Cataluña siguiera dentro de España, porque “Podemos no quiere que Cataluña se vaya de España”.
Además, Puigdemont también ha sabido a través de Iglesias que Podemos apuesta por “un nuevo encaje constitucional que reconozca a Cataluña como nación en un proyecto común que reconozca la plurinacoinalidad de España”. Le ha mostrado su “preocupación”, insistió el líder de la formación morada, “ante las estrategias unilaterales como inmovilistas”.
El president de la Generalitat todavía no ha hablado con el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ni ha tenido audiencia con el Rey. La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, advirtió al sustituto de Artur Mas que el Ejecutivo estará “muy vigilante” ante todos los pasos que dé la Generalitat y el Parlament a favor de una república independiente. Y le advierte: “No dejaremos pasar ni una” que sea ilegal, y ya se está estudiando si la Conselleria de Exteriores es legal o no.