Isa conoció a Paco en Madrid en 2005. Hacía frío. Era Navidad. Ella trabajaba como animadora infantil en la carpa que el Ayuntamiento levantaba en la plaza de Colón. Él controlaba el acceso al recinto como vigilante de seguridad.
La empresa organizadora convocó a todos los trabajadores a una reunión inicial. Fue un flechazo. Ese mismo día, Isa aprovechó el taller de chapas para pintar una muy especial. Era blanca, tenía el logo del consistorio -como todas- y ponía: “Estás Paco-merte”. A él le hizo gracia que ella pusiera la directa y empezó un tonteo -mutuo según relata Isa- que duró tres semanas, hasta que terminó la carpa. La chapa tuvo tirón y Paco empezó a ser conocido entre el resto de los trabajadores como 'Paco-merte'.
¿Qué falló?
El último día de trabajo, todo el personal se reunió a cenar. Isa esperaba tener su momento con Paco, pero tuvo que llevar a una amiga en coche y cuando volvió él ya no estaba. No sabía su apellido, no se habían intercambiado los teléfonos y, por aquel entonces, las redes sociales eran algo residual.
Pasaron los años e Isa tuvo otras relaciones de pareja y no estuvo pendiente de Paco. “No es que haya estado todo este tiempo pensando en él”, cuenta.
¿Por qué ahora?
El miércoles pasado, Isa quedó a cenar con sus amigas. Hablaron de viejos amores, de historias con gracia, de aventuras.. Salió el nombre de Paco. ¿Por qué no lo buscas ahora?, preguntaron sus amigas. El sábado volvieron a reunirse. Contaron el plan a quienes no estuvieron el miércoles. “Venga va, lo hacemos”.
Ahora, Isa sonríe en la foto y pone la directa tal y como la puso hace diez años en aquella carpa de la plaza de Colón: “Paco, tenemos algo pendiente. Te hice una chapa que ponía Paco-merte. Y no pude hacerlo”.
¿Lo encontrará?
La historia ha provocado una avalancha en las redes sociales, que en un pasado hubieran hecho imposible que Isa no encontrara a Paco. Hay más de 6.000 retweets. Los correos electrónicos le llegan sin parar. Existen los memes y las bromas.
Isabel no quiere revelar sus apellidos y tampoco su rostro. “Me queda algo de cordura y hago esto sólo por encontrarle, no por una cuestión de protagonismo. Tampoco quiero dar mi teléfono”.
Algunos datos
Paco, recuerda Isa, era alto y moreno. Llevaba “melenita”, aunque ahora “quizá no tenga pelo”. “Puede que sea cura o que tenga pareja… Bueno prefiero que tenga pareja a que sea cura”, se corrige rápido Isa. Paco recordará la historia. Seguro. “Sólo sé que vivía por el centro de Madrid. Era alto, guapo...”
No tiene muchos más datos. Eso sí, guarda dos bajo la manga que no quiere desvelar: “Lo hago porque son lo único que tengo para saber si alguien me está mintiendo cuando me dice que es Paco. Te pongo un ejemplo: me ha escrito un chico diciéndome que se llama Jacinto, que es el de la chapa, y que me dijo otro nombre porque pasaba de mí”.
Isabel está deseando encontrar a Paco. Para ello ha creado el hashtag #buscandoapacomerte y ha facilitado el email, buscandoapacomerte@gmail.com
Si lo hace, habrá marcado tendencia: amor a primera chapa.