"Antes de hacer nada los miramos y estaban vacíos", afirman fuentes del Partido Popular sobre la destrucción de los discos duros de los dos ordenadores portátiles utilizados por el ex tesorero Luis Bárcenas, hecho cuya investigación acaba de iniciar la titular del Juzgado de Instrucción número 32 de Madrid, Rosa María Freire.
La instructora ha citado para el próximo día 3 de febrero, en calidad de testigos, al propio Bárcenas -que ha anunciado que se personará en el procedimiento como acusación particular-; a quien fue su secretaria en la sede central de Génova, que sigue trabajando en el PP; al jefe de seguridad del partido en el momento de los hechos, Antonio de la Fuente, y al abogado de esta formación política, Alberto Durán.
El día siguiente deberán comparecer en el Juzgado los dos empleados del PP contra los que se dirigió la querella de Izquierda Unida incorporada al procedimiento: la actual tesorera, Carmen Navarro, y el jefe de informática, Javier Barrero. Ambos tienen la condición de investigados por supuestos delitos de daños y encubrimiento.
Estas citaciones son la inmediata respuesta de la instructora a la resolución de la Audiencia Provincial de Madrid que el pasado día 15 revocó el archivo del procedimiento (acordado por otra jueza, Esperanza Collazos, que estuvo al frente del Juzgado) y ordenó investigar quién destruyó los discos duros de los ordenadores que usaba Bárcenas y si lo hizo para encubrir la supuesta financiación ilegal del PP.
Navarro deberá comparecer también como investigada seis días después, el 9 de febrero, en el Juzgado de Instrucción número 2, que investiga un supuesto delito de falsedad documental en relación con un escrito en el que Bárcenas habría solicitado su reingreso como trabajador del PP.
El partido hizo público este viernes un comunicado en apoyo de Navarro que, asegura, no tiene nada que ver con el asunto de los ordenadores, en el que está implicada por una querella que la menciona "exclusivamente en razón del cargo que ocupa".
"No contenían información"
Según el PP, "la tesorera, al igual que el resto de los citados, ratificarán [en el Juzgado] que los ordenadores del Partido Popular, con los que supuestamente trabajaba Bárcenas, no contenían información, puesto que, como él mismo dijo, cambió y se llevó el disco duro".
Bárcenas compareció el 15 de julio de 2013 ante el entonces juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz para aportar un pendrive que contenía las hojas con la contabilidad B del partido. Fue el día que, rectificando su inicial declaración ante la Fiscalía, confesó que el PP recibía donaciones ilegales que empleaba, entre otros destinos, a campañas electorales.
En esa declaración, el ex tesorero dijo que manejó dos ordenadores que se quedaron en la sede del PP, "un Toshiba, de donde procede la información que está en el pendrive" y un Apple "en el que había otra información pero no sé porque le cambié el disco duro en el mes de octubre y no sé lo que habrá podido quedar en la memoria RAM".
Cuando Ruz reclamó al PP los dos ordenadores, el abogado de la formación, Alberto Durán, le comunicó que, "de conformidad con el protocolo habitual", los discos duros se habían destruido. En el caso de los utilizados por Bárcenas, la eliminación se hizo después de que el Juzgado de Instrucción número 21 de Madrid estableciera que los ordenadores no eran del ex tesorero, sino del partido.
En esa comunicación a la Audiencia Nacional, Durán vino a poner de manifiesto que Bárcenas mintió al juez porque el Toshiba, por su antigüedad, carecía de USB, lo que hacía imposible la grabación de los datos en un pendrive. Y, en cuanto al Apple, el abogado indicó que el propio Bárcenas había sustituido el disco duro.
Fuentes del PP indicaron que los discos duros fueron examinados antes de su destrucción "y no había nada". Sostuvieron también que, según el propio Bárcenas, la información que contenía fue aportada a la Audiencia Nacional, por lo que "en todo caso, hubieran servido de simple corroboración de lo que ya constaba en el procedimiento".