Bruselas

El Parlamento Europeo es uno de los pocos laboratorios en el que se puede examinar, por la vía no sólo de las palabras sino de los hechos, el grado de afinidad de las fuerzas políticas que tratan de formar gobierno en España. Tanto Podemos (cinco escaños) como Ciudadanos (dos) lograron representación en las elecciones europeas de mayo de 2014, el primer asalto al bipartidismo del PP y el PSOE.

Durante más de un año y medio, los nuevos partidos han tenido que retratarse y elegir compañeros de viaje en asuntos muy diversos de política económica, social o internacional. El resultado es que el PSOE y Ciudadanos son los partidos que más coinciden (el 84% de las votaciones de la Eurocámara), mientras que los socialistas y Podemos sólo votan juntos en el 57% de los casos, según un estudio realizado por la organización Vote Watch Europe, que mide la actividad en el Parlamento Europeo.

Otra de las conclusiones relativamente sorprendentes del informe es que el PP y el PSOE están de acuerdo en el 75% de las votaciones, es decir, coinciden mucho más que los socialistas y Podemos. La sorpresa no es tanta si se tiene en cuenta que en la Eurocámara funciona un acuerdo de gran coalición entre populares, socialistas y liberales (grupo al que está adscrito Ciudadanos). En el pacto no participa Izquierda Unitaria, el grupo de Podemos y también de Izquierda Unida. Su objetivo es sostener las iniciativas para reforzar la UE del presidente de la Comisión, el conservador Jean-Claude Juncker, frente a la presión de los parlamentarios euroescépticos y la extrema derecha. En la votación sobre la investidura de Juncker, el PP y Ciudadanos votaron a favor, el PSOE se abstuvo y Podemos se opuso.

El estudio de Vote Watch Europe analiza por un lado la posición de los partidos españoles en más de 2.000 votaciones en la Eurocámara desde el comienzo de la actual legislatura en julio de 2014. Pero además hace un examen detallado de 20 votos considerados clave para tratar de determinar cuáles son temas que unen a las diferentes fuerzas políticas y qué asuntos les separan. “Los partidos pueden estar de acuerdo en muchas cuestiones, pero discrepar en las que son realmente importantes y por eso hicimos este enfoque combinado”, explica a EL ESPAÑOL el autor del informe y director de la organización, Doru Frantescu.

Tabla de Patricia López

Teniendo en cuenta estas dos variables cuantitativa y cualitativa, “la alianza más fácil desde un punto de vista ideológico (sin tener en cuenta el impacto de la corrupción o cuestiones tácticas) sería entre el PP y Ciudadanos”, señala Frantescu. Estos dos partidos están de acuerdo en el 82% de votaciones en la Eurocámara (un nivel de coincidencia ligeramente inferior al de PSOE y Ciudadanos), pero en los 20 temas más importantes de lo que llevamos de legislatura su posición ha sido exactamente la misma. El segundo lugar en la clasificación de afinidades lo ocuparía la suma de PSOE y Ciudadanos y la tercera posición la gran coalición entre el PP y el PSOE, mientras que el pacto entre PSOE y Podemos quedaría en cuarta posición. “Hay escasas o nulas posibilidades de que Podemos entre en una coalición con el PP o con Ciudadanos”, apunta el director de Vote Watch Europe. La formación morada sólo ha votado un 38% de las veces con el partido de Mariano Rajoy y un 50% con el de Albert Rivera.

A su juicio, la combinación “más probable” si se suman la perspectiva ideológica y la númerica, para tener una mayoría suficiente, sería una alianza entre el PP, PSOE y Ciudadanos. “Ya sea con los tres en el gobierno o con dos y el tercero absteniéndose o no haciendo la vida difícil al resto”, explica Frantescu.

PSOE y Ciudadanos y el PP

Las coincidencias y diferencias entre el PSOE y Ciudadanos en las grandes votaciones son prácticamente las mismas que existen entre socialistas y populares. Los partidos dirigidos por Pedro Sánchez y Rivera están de acuerdo en reforzar la UE y en particular la unión económica y monetaria, dar más poderes al Banco Central Europeo para que imponga sanciones a los países que incumplan las reglas comunitarias o crear una unión de mercados de capital. También coinciden en apoyar la firma de un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos o en crear un registro europeo de datos de los pasajeros aéreos, una de las herramientas que Bruselas considera fundamentales para combatir la amenaza terrorista.

El principal punto de discrepancia en la Eurocámara entre el PSOE y Ciudadanos, perfectamente trasladable a España, se refiere a la política presupuestaria. Los socialistas han votado a favor de un “cambio radical” para sustituir la austeridad por medidas de estímulo que fomenten el crecimiento, la creación de empleo o la reducción de la desigualdad. La formación naranja apoya, como el PP, seguir dando prioridad a la disciplina fiscal. “Esto es claramente un área en la que el PSOE y el PP y Ciudadanos tienen puntos de vista completamente diferentes y es un tema muy candente ahora, no sólo en España sino en el conjunto de la UE”, apunta Frantescu. Es un debate similar al que se está desarrollando en países como Grecia, Portugal o Italia.

Sánchez y Rivera tampoco coinciden en materia de aborto. Ciudadanos y el PP votaron en contra de una resolución parlamentaria que pedía reconocer que “las mujeres deben tener el control sobre su salud sexual y reproductiva y sus derechos, entre ellos el acceso fácil a la contracepción y el aborto”. Los socialistas, Podemos e Izquierda Unida la respaldaron.

Discrepancias PSOE y Podemos

El PSOE y Podemos comparten su rechazo a las políticas de austeridad promovidas en la UE por Alemania y su defensa de un mayor gasto social aunque ello suponga aumentar el déficit público. También están de acuerdo en apoyar las cuotas de refugiados (asunto en el que coinciden con el PP y Ciudadanos) o en reconocer al estado de Palestina (uno de los pocos temas que une a todos los partidos españoles).

Pero el partido de Sánchez y el de Pablo Iglesias han votado de forma distinta en la Eurocámara en todas las iniciativas encaminadas a reforzar la UE y la eurozona. “Podemos no quiere que la UE se inmiscuya en las políticas nacionales y esto es un gran problema para una coalición entre el PSOE y Podemos”, señala el director de Vote Watch Europe. Podemos se opone a completar la unión económica y monetaria, dar más poderes al BCE o crear una unión de mercados de capital. Respalda que se estudie una vía legal para la  “disolución ordenada de la zona euro” o al menos “mecanismos de salida unilateral”, una postura que le afeó el eurodiputado socialista Jonás Fernández.

El PSOE y Podemos también discrepan en materia de política exterior. Los de Pablo Iglesias se oponen a liberalizar las relaciones comerciales con Estados Unidos, rechazan un mayor apoyo de la UE a Ucrania y reclaman un mayor diálogo con el Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. Podemos, junto con Izquierda Unida, votó en contra de una resolución de la Eurocámara que condenaba la persecución de la oposición venezolana y reclamaba la liberación inmediata de los presos políticos. El texto salió adelante con el apoyo de PP, PSOE y Ciudadanos.