Rodeada de cámaras y micrófonos en el Palacio de Cibeles, la concejala de Cultura, Celia Mayer, ha sido preguntada de forma directa por su posible dimisión. Los errores cometidos en la aplicación de la ley de la Memoria Histórica y la aparición de una bandera proetarra en una obra de teatro para niños la han colocado en la cuerda floja. Mayer, lejos de responder sí o no a la pregunta, ha dicho: "Mi responsabilidad política ahora mismo es tomar decisiones contundentes y rápidas. Ayer paralizamos la obra de forma inmediata, por la noche interpusimos una demanda en los juzgados y hoy hemos ordenado el cese de la relación laboral con quienes contrataron la obra".
De momento, la ruptura de la relación laboral con la dirección artística del carnaval ha sido la única depuración de responsabilidades del Ayuntamiento.
Celia Mayer, responsable de Cultura del Consistorio, ha reconocido que el Consistorio no vio la obra antes de contratarla, a pesar de que fue estrenada a finales del mes pasado en Granada. Según ha explicado, las personas a la que el equipo de Carmena encargó la programación del carnaval tan sólo "vieron la sinopsis del contenido" y la consideraron adecuada ya que "no tenía nada que ver con lo que luego ocurrió".
Estas versión contrasta con la de los dos detenidos que, al parecer, han asegurado a la Policía que la obra que representaron no supuso un cambio en el hilo argumental planeado, sino que se llevó a cabo tal y como estaba planeado.
El contrato con la compañía: 1.000 euros
Según ha explicado el Ayuntamiento, la dirección artística del carnaval estaba compuesta por dos personas. Una de ellas fue escogida por "su experiencia en el trabajo con los agentes sociales y culturales del distrito de Tetúan", donde se representó la obra. Esta persona fue quien seleccionó a 'Títeres desde abajo' y acordó con la compañía un contrato de 1.000 euros a cambio de dos representaciones.
Por otro lado, la retribución percibida por esta persona -la conocedora del barrio de Tetuán- ha sido de 5.600 euros.
Al segundo implicado se le encargó la coordinación artística de estas fiestas en un plano más general y dispuso para ello de una bolsa de un máximo de 18.000 euros.
Celia Mayer, en la cuerda floja
La bandera proetarra desplegada por los titiriteros llega pocos días después de que Cultura tuviera que reponer la placa a los carmelitas fusilados en 1936 que retiró "por error", tal y como luego reconoció el Ayuntamiento.
El área de Cultura de Carmena ha copado los titulares durante toda la semana. La oposición ha pedido el cese de Mayer a la alcaldía tras el suceso acontecido este viernes, pero el PP de Madrid también lo hizo la semana pasada a raíz de los errores cometidos en la aplicación de la Ley de la Memoria Histórica.