Podemos y el PSOE parecen condenados a entenderse para que haya gobierno. Pero, al mismo tiempo, también parecen empeñados en no hacerlo. Y, además, enfrascados en una batalla perpetua por ver cuál de los dos tiene la culpa del hipotético fracaso de sus negociaciones. Este lunes, el partido liderado por Pablo Iglesias propuso a los socialistas, Compromís e IU reeditar la 'mesa a cuatro' de formaciones de izquierda. Sin embargo, Pedro Sánchez y los suyos solo aceptaron sentarse si iban de la mano de Ciudadanos. Y desde Podemos vetaron esta opción. El resultado: las negociaciones ni siquiera van a iniciarse.
Lo ocurrido a lo largo del día evidencia el bloqueo que existe entre el PSOE y Podemos. Primero, por la mañana, los líderes de ambas formaciones demostraban lo lejos que están sus posiciones. Casi al mismo tiempo, Sánchez e Iglesias eran entrevistados en Antena 3 y Telecinco, respectivamente. El líder del PSOE desmentía que, como se había publicado, su formación estuviera pensando en retirar el apoyo a Podemos o sus marcas afines en algunos ayuntamientos importantes como el de Madrid. Pero, eso sí, insistía en culpar al partido morado del fracaso en su investidura por "votar lo mismo que el PP" y repetía que, a partir de ahora, el PSOE va de la mano de Ciudadanos para negociar en virtud del acuerdo suscrito entre ambos.
"Gobierno a la valenciana"
Pablo Iglesias optaba por volver a tender su mano a los socialistas para empezar una negociación que sirva para auspiciar un "gobierno a la valenciana" en el que tengan cabida las diversas formaciones de la izquierda política. Con un tono conciliador, el secretario general de Podemos reclamaba a Sánchez que elija entre las formaciones morada y naranja. "O con Podemos o con Ciudadanos", repetía por enésima vez. Una elección que Iglesias plantea, entre otras cosas, porque "Ciudadanos ha sido muy sincero y ha dicho que no quiere pactar nada con nosotros".
Por otro lado, Iglesias continuaba con su ambivalencia respecto al PSOE. Y es que, a pesar de que tiene su mano para negociar y utilice un tono más relajado, siempre proclama severas críticas contra Sánchez y sus correligionarios. En este caso, a preguntas de los entrevistadores, sugería de nuevo que Podemos podría apostar por un candidato independiente "si Pedro Sánchez no puede" o "si no le dejan". "Yo, porque hubiera un Gobierno progresista, cedería en cualquier cosa y a negociar sin líneas rojas", antes de asegurar que en su partido no habría "problemas" para aceptar un presidente del Gobierno "independiente, de prestigio para el PSOE".
Sánchez ataca y Podemos mueve ficha
Acaso enfurecido por los ataques de Iglesias o espoleado por los suyos, Pedro Sánchez aprovechaba su comparecencia tras la ejecutiva del PSOE para arremeter con más dureza que nunca contra Podemos. Con un talante más duro que de costumbre y como si estuviera en campaña electoral, el aspirante socialista lanzaba numerosos ataques contra Iglesias por "traicionar a los votantes de Podemos".
En Podemos, sin embargo, optaban por mover ficha y no por responder con la misma fiereza. A media tarde, el partido morado anunciaba que, una vez celebrada la reunión del Consejo de Coordinación, Iglesias había transmitido a su equipo negociador que retomase los contactos con los negociadores de PSOE, Compromís e IU. El plan era que la mesa a cuatro de la izquierda se reuniera otra vez este próximo miércoles a las diez de la mañana.
Resultaría sorprendente que el PSOE necesitase un escudero o un hombre de negro que vigile sus movimientos
La oferta de Errejón y la respuesta de Hernando
A media tarde, el secretario de Organización de Podemos, Sergio Pascual, remarcaba esta oferta. "Le pedimos al PSOE que vuelva a sentarse en esa mesa a cuatro, que estaba funcionando bien y que era un camino con el respaldo de 11 millones de españoles", decía en una comparecencia celebrada en la sede del partido para anunciar los resultados de las primarias que se han celebrado en el País Vasco y La Rioja. Eso sí, dejaba claro que "a Ciudadanos no le hemos invitado porque no hay muchos puntos en común, especialmente en materia económica". Pascual ironizaba con su veto a Ciudadanos: "Resultaría sorprendente que el PSOE necesitase un escudero o un hombre de negro que vigile sus movimientos".
Durante la rueda de prensa trascendían tanto la naturaleza de la oferta de Podemos como la contundente respuesta del PSOE. Fuentes socialistas explicaban que el portavoz parlamentario del partido morado, Íñigo Errejón, había telefoneado al portavoz del PSOE, Antonio Hernando, para informarle de la convocatoria de la reunión con Compromís e IU para este miércoles.
Hernando le recordaba la decisión tomada el sábado por los equipos de negociación del PSOE y Ciudadanos de ratificarse en el acuerdo de investidura que logró el respaldo de 131 diputados. Un acuerdo que "sigue plenamente vigente". Y, por ello, los socialistas y los naranjas siempre asistirán juntos "a las reuniones que se celebren a partir de ahora para poder formar cuanto antes un nuevo gobierno". Errejón respondía a su interlocutor que la invitación era solo para el PSOE, no para la formación de Albert Rivera.
Un día menos
En suma, por el momento no habrá reunión, ni con cuatro partidos, como proponía Podemos, ni con cinco, como exigía el PSOE. Un bloqueo en toda regla. Prosigue, por tanto, la pelea entre las dos formaciones que viene coleando desde el pasado 21 de diciembre. Las posibilidades de acuerdo se antojan harto complicadas. Y lo más novedoso de esta jornada es que ya ha pasado otro día para la convocatoria automática de elecciones generales.
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