Pedro Sánchez está dispuesto a llamar a todas las puertas para conseguir que Podemos apoye su investidura. Este jueves, en Bruselas, llamó a la de Alexis Tsipras, primer ministro de Grecia y un icono para Pablo Iglesias, que hizo campaña por él en Atenas en las pasadas elecciones.
Sánchez se encontraba en Bruselas para participar en la cumbre de jefes de Gobierno y líderes de la oposición que las familias políticas europeas celebran por separado antes de cada cumbre. En la reunión socialdemócrata se encontraba en esta ocasión Tsipras como observador.
"Le voy a pedir al señor Tsipras que le pida al señor Iglesias que deje de hacer el juego a la derecha", aseguró ante la prensa. “Yo hoy podría estar aquí como presidente del Gobierno”, pero “no pudo ser porque alguno pensó más en los interese personales”, dijo en una clara alusión a Iglesias.
Para Sánchez, con un Gobierno encabezado por él, la política exterior española sería “mucho más solidaria para con los refugiados” porque “el cambio de Gobierno en España sería bueno también para cambiar la política europea”.
Por ese motivo, según él, vale la pena seguir presionando a Podemos para que ceda y acepte participar en el pacto del PSOE con Ciudadanos. “Le voy a pedir al señor Tsipras que le diga al señor Iglesias que su actitud de bloqueo lo que está haciendo es perjudicar a millones de españoles que sufren la desigualdad, los recortes y la austeridad”, ha dicho.
Tsipras: "No nos compete"
Pese al encuentro y la petición del líder socialista, Tsipras no tiene intención interceder para desbloquear la situación de Sánchez. "Alexis Tsipras no va a llamar a Pablo para pedirle que haga cosas que no quiera hacer. No es nuestro trabajo ni nos compete convencer a nadie para que participe en un Gobierno o no", han explicado a Europa Press fuentes próximas al primer ministro griego.
Tsipras e Iglesias han exhibido en el pasado pruebas de su sintonía política y personal. Iglesias se desplazó a Atenas para apoyar al primer ministro, le apoyó en las elecciones y en el referéndum y llegó a aventurar que el ascenso del griego al poder era un preámbulo de lo que podía pasar en España.
Según Sánchez, Iglesias es responsable también de hechos insólitos como la ausencia del Gobierno en el Congreso de los Diputados, que no puede ejercer sus funciones de control porque el Ejecutivo se niega a asistir. En la mañana de este jueves, el ministro de Defensa se negó a asistir a la Comisión de Defensa de la cámara baja. Si Iglesias hubiese dado su brazo a torcer durante la investidura, la situación sería otra, según él.
Posteriormente, el equipo de Sánchez distribuyó la imagen del saludo entre el líder del PSOE y el de Syriza.