El fraude fiscal urdido por el ex vicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato en torno a sus empresas instrumentales alarmó a sus propios asesores fiscales. La Agencia Tributaria se incautó de una serie de correos electrónicos inéditos a los que ha tenido acceso EL ESPAÑOL en los que los miembros del despacho que llevaba las cuentas a Rato confesaron por escrito su malestar por las prácticas del ex líder popular. "Se está montando una verbena de facturas en torno a Kradonara", señalaron en relación a una de las sociedades pantalla del exministro de Economía del PP.
En otro de estos mensajes, los mismos asesores fiscales aluden de nuevo a la continua emisión de recibos ficticios por parte de la sociedad con el objetivo de evadir impuestos como un "chocho". Al mismo tiempo concluían que había que "decirle (a Rato) que esto no puede seguir así".
Pese a las contundentes indicaciones de los asesores fiscales, Rato prosiguió con las prácticas irregulares, que han llevado a Hacienda a advertir en su conducta "hechos susceptibles de constituir delitos contra la Hacienda pública". Los referidos mensajes, que datan en su mayoría de febrero de 2013, se enmarcan en el contrato suscrito entre Telefónica y Rato, que fue instrumentado a través de su sociedad Kradonara 2001, S.L.
"Sociedad interpuesta y opaca"
A juicio de la Agencia Tributaria, tras analizar la documentación intervenida en los registros practicados en abril de 2015, Rato procedió a cobrar "servicios profesionales de consultoría y asesoría a Telefónica a través de una sociedad interpuesta y opaca administrada por un presunto testaferro para simular que es esta sociedad quien presta los servicios a Telefónica".
Esta "opacidad" se ha buscado "a toda costa", según el fisco, "a través del uso de dos paraísos fiscales (Guernsey y Gibraltar)". Y añade que Kradonara 2001, S.L., ha tenido como "única actividad" la de "obtener una plusvalía inmobiliaria con un solar en Sotogrande y adquirir algún producto bancario (fondo de inversión)". "El resto de su actividad ha consistido en traer a España fondos del extranjero (6,5 millones desde Reino Unido, Gibraltar y Luxemburgo) de los cuales gran parte han sido destinados a su inversión en un hotel en Berlín, del que el señor Rato posee cerca del 50%".
En la batería de correos electrónicos intervenidos por Hacienda, el asesor fiscal Fernando Sedano comunica a sus compañeros de despacho: "Se está montando una verbena de facturas en torno a Kradonara". Y precisa: "Kradonara a Telefónica; RR (Rodrigo Rato) a Kradonara ¿?; Kradonara a Aran Management; Aran Management a Bagerpleta; Arada a Kradonara", detalla aludiendo a otras sociedades controladas por el exministro. "Seguramente hay más pruebas", aventura, al tiempo que aconseja "cambiar la administración".
Peloteo de facturas falsas
La práctica descrita encaja en lo que técnicamente se denomina un peloteo de facturas que tiene como objetivo "evitar la tributación por el Impuesto sobre Sociedades" al generar así gastos falsos entre las diferentes empresas. Se da la circunstancia de que al tratarse de empresas instrumentales sin actividad alguna, su propietario se encuentra, de golpe, con importantes ingresos y prácticamente ningún gasto en las mismas. Para abonar menos impuestos la medida adoptada consistió en girar facturas ficticias entre las diferentes instrumentales para simular ante el fisco la existencia de gastos y así reducir el beneficio oficial y tributar menos.
En otro de estos correos el mismo asesor fiscal abunda en la misma cuestión: "Ya veo que están montando un chocho de facturas; el concepto que le daba era respecto a la factura de Kradonara a Aran Management, pero parece que hay otras facturas de Arada a Kradonara". "¿Sabes qué hace Arada para Kradonara?", pregunta incrédulo Sedano a un compañero.
Paradójicamente fue el propio Rato mientras ocupó la cartera de Economía del Gobierno de España quien combatió públicamente este tipo de prácticas que ahora se ha descubierto que llevaba a cabo él mismo en su conglomerado societario.